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El 1 de mayo en Nicaragua se celebrará en silencio y con los derechos amordazados

* ¿Cómo se celebrará el 1 de mayo, Día Internacional de los Trabajadores? Desde abril de 2018, en Nicaragua está prohibida la protesta, el derecho a la organización y hay constante vigilancia policial.

**El cierre de más de 3 mil ONGs, ha dejado a más de 23 mil personas en el desempleo. 

***Economista y desterrado, Juan Sebastián Chamorro, aseguró a Expediente Público que el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo «está estrangulando a empresas grandes, medianas y pequeñas”. 


Expediente Público

Con las protestas prohibidas, las organizaciones civiles cerradas y la constante vigilancia policial en Nicaragua, los derechos laborales son casi inexistentes desde que se inició la revuelta cívica en 2018, que dejó cientos de personas asesinadas por grupos de choque, paramilitares y policías en colaboración con el Ejército. 

Nicaragua, junto a otros 80 países, conmemora este 1 de mayo, el Día Internacional de los Trabajadores, según la Organización Internacional del Trabajo. El régimen de Daniel Ortega, a través del Ministerio del Trabajo (Mitrab), declaró como feriado nacional este primero de mayo y ordenó que los empleados gocen de descanso. 

Eugenio Membreño, experto en Derecho Laboral y abogado de la Comisión Permanente de Derechos Humanos (CPDH), dice a Expediente Público que esta declaración es «una burla» para los trabajadores nicaragüenses que radican dentro y fuera del país, pues el régimen sandinista quiere mostrar el feriado nacional como una “regalía de benevolencia”, cuando por ley ya se ha decretado este día como feriado nacional y cuestionó a la ministra del Trabajo, Alba Luz Torres Briones, que tenga solicitar autorización para declararlo como tal.  

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«El primero de mayo vamos a estar celebrándonos como trabajadores todos, protagonistas del pueblo presidente en todas las entidades, instituciones, delegaciones, empresas, en todas las entidades donde nos reconocemos como nicaragüenses dignos por gracia de Dios», aseguró Rosario Murillo, vicepresidenta de Nicaragua, durante el monólogo diario que realiza a través de uno de los medios de comunicación oficialistas.

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Sin organizaciones sindicales 

Membreño señaló que el régimen viene cometiendo una “grave violación” a los derechos humanos y laborales de los nicaragüenses desde el año 2007, cuando Daniel Ortega retomó el poder y desarticuló el movimiento sindical independiente y, a través del Mitrab, realizó despidos de dirigentes sindicales y no permitió la inscripción de nuevas organizaciones o la actualización de las ya vigentes.  

“Los trabajadores nicaragüenses están en dos contextos: uno es que son obligados a pertenecer a las organizaciones sindicales de la dictadura. Y (dos), los trabajadores en general están en total estado de indefensión”, refiere.

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El abogado José Antonio López, vicecoordinador ejecutivo de Abogados Defensores del Pueblo, concuerda con el desmantelamiento del sindicalismo independiente en Nicaragua y dice a Expediente Público que no hay reivindicación de los derechos de los trabajadores. 

Explicó que el aumento salarial que se realiza anualmente en el país en general no permite abarcar el costo de la canasta básica que, hasta el mes de marzo, era de 18,973.46 córdobas, (unos 690 dólares), según el Instituto Nacional de Información de Desarrollo (Inide). El salario mínimo promedio mensual es de US$ 214 (7.819,58 córdobas), basado en la tasa de cambio del Banco Central de Nicaragua (BCN). 

Despidos masivos desde 2018 

Este año, la Comisión Nacional del Salario Mínimo, acordó un ajuste del 10% en el salario de diversos sectores como el sector agropecuario y el de construcción.

El especialista en derecho laboral hace hincapié en los despidos que realizó el régimen bajo el contexto de las protestas a médicos, docentes y paramédicos; y la orden gubernamental de no fallar a favor de los afectados que hicieron demandas con acción de reintegro y de pago. 

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Además, de la situación del desempleo que se agravó con la cancelación de más de tres mil organizaciones no gubernamentales en el país, que según un informe de Fundación del Río ha dejado en el desempleo a más de 23,483 nicaragüenses.  

“La inversión extranjera es nula pues, nula de invertir, y entonces la crisis económica de los trabajadores nicaragüenses tiende a agravarse y esto motiva más la salida de la migración forzada de los nicaragüenses. Eso es la mayor preocupación que puede haber conlleva a que los nicaragüenses sigamos buscando nuevos horizontes porque la posibilidad de estabilidad laboral en Nicaragua es escasa”, agrega Membreño a Expediente Público.  

Informalidad y migración 

Por su parte, el abogado López refiere que junto a la CPDH tramitaron durante 2018 y 2019, 234 casos de despidos de trabajadores del Estado, incluyendo dirigentes sindicales, de los cuales prevalecen del Ministerio de Educación (Mined) y del Ministerio de Salud (Minsa). El trabajo de la organización se vio afectada por la cancelación de su personería jurídica y el exilio forzado de sus integrantes.  

“Tanto dos pilares tan fuertes como es la salud y como es la educación quedaron rencos porque muchos de los médicos especialistas fueron despedidos, docentes que estaban preparando a los nuevos relevos, los nuevos médicos, por decirte, urólogos, pediatra, otorrino, es decir, muchos fueron despedidos porque pensaban diferente”, señala López, quien denunció que la Corte Suprema de Justicia (CSJ) le arrebató su cargo como procurador laboral por defender los derechos de los trabajadores.

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La situación laboral en Nicaragua para los trabajadores formales en estos últimos cinco años ha representado más dificultades e impuestos debido al poco crecimiento de la economía, según dice el economista y líder empresarial, Juan Sebastián Chamorro, a Expediente Público.  

“La disminución de la actividad económica, ha generado un desempleo enorme y miles de nicaragüenses que antes estaban en el sistema formal, se han tenido que ir al sector informal o emigrar del país. No hay generación de empleos, no hay inversiones nuevas, lo único que existen también son reinversiones para el mantenimiento de los equipos de las empresas existentes”, refiere Chamorro, excarcelado político y despojado de su nacionalidad. 

Difícil escenario mundial 

Según datos del Banco Central de Nicaragua, la tasa de ocupación laboral en Nicaragua es del 67.40% hasta febrero de este año. La entidad, además, señaló que, en 2022, la tasa del desempleo fue de 2.6%, en 2022 y la tasa de informalidad fue cercana al 76% en 2022. 

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El líder empresarial señala, además, que los trabajadores se han tenido que enfrentar al acoso fiscal que afecta a las empresas, lo que ha generado mayor desempleo. “En este Día Internacional de los Trabajadores no hay absolutamente nada que celebrar para el caso de Nicaragua”, dice.  

Sumado a la situación del empleo en Nicaragua, Chamorro menciona la importante reducción de beneficios sociales y asistencia que brindaban las organizaciones no gubernamentales a la comunidad nicaragüense, complicando más el panorama en el país, y que fueron cerradas por “un capricho” de Daniel Ortega y Rosario Murillo.  

“No solamente hay que verlo desde el punto de vista del profesional que pierde el empleo, sino también del nicaragüense que se beneficiaba de los servicios de estas personas empleadas. La situación está muy difícil en su afán de conseguir más recursos fiscales, la dictadura está estrangulando a empresas grandes, medianas y pequeñas”, agrega.  

Chamorro no descarta que en Nicaragua lleguen más impuestos y cambios de regímenes, que puedan afectar a empresas que actualmente están en cuotas fijas. “Eso significaría más desempleo en un escenario mundial bastante complejo también, verdad, porque Nicaragua no es una isla y tiene que también verse todo lo que está pasando en la economía mundial”, finaliza.