* Unos 4,000 nicaragüenses quedarán desprotegidos legalmente a partir del 8 de julio al eliminarse el TPS.
Expediente Público
El nicaragüense Mario Mayorga, beneficiario del Estatus de Protección Temporal (TPS, por sus siglas en inglés), es padre de tres ciudadanas estadounidenses, de 27, 24 y 21 años de edad, y la cancelación del programa, los tiene “bastante preocupados”.
El Gobierno de Donald Trump no renovó el TPS para Nicaragua dejando a unos 4,000 nicaragüenses residentes expuestos a la deportación sino abandonan Estados Unidos en sesenta días.
La cancelación del TPS será efectiva desde este 8 de julio, una vez se publique el aviso en el Registro Federal de Estados Unidos.
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Salir voluntariamente de EE.UU. o ser deportado
“Tengo tantos años aquí (en Estados Unidos), uno ya tiene la vida prácticamente hecha, familia hecha, hijos, entonces, es bastante difícil que te digan que tenés que salir en 60 días”, afirmó el migrante a Expediente Público.
El Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés) además otorgó a los beneficiarios del TPS un período de “60 días después de la publicación del aviso en el Registro Federal”, es decir, hasta el próximo 6 de septiembre de 2025 para abandonar Estados Unidos.
“A partir de esa fecha, las personas nicaragüenses beneficiarias del TPS (y personas sin nacionalidad que residieron por última vez en Nicaragua) ya no tendrán protección TPS”, advierte el aviso del DHS.
Mayorga, originario de León, en el occidente de Nicaragua, fue beneficiado con el TPS en 1999. Sin embargo, no ha podido conseguir la ciudadanía porque, antes de recibir el beneficio, tuvo dos órdenes de deportación anteriores.

Migrantes desprotegidos
“Mi situación es complicada porque tengo dos deportaciones, entonces por eso lo complica más. A mí me toca el castigo de los 10 años : tendría que salir ese tiempo para que me puedan pedir mi esposa e hijas. Todas ellas ya tienen ciudadanía”, explicó.
El “castigo de los 10 años” en la ley migratoria de Estados Unidos se aplica a personas que han estado indocumentadas en el país por más de un año y luego salen de territorio estadounidense. En ese caso, al reingresar o intentar regularizar su estatus, la ley les prohíbe volver legalmente durante una década.
En el caso de Mayorga, de acuerdo a abogados de migración, al tener dos órdenes de deportaciones previas, enfrenta una situación aún más complicada: aunque su esposa e hijas son ciudadanas estadounidenses y podrían pedirlo legalmente, él tendría que esperar diez años fuera de EE.UU. para que esa solicitud pueda avanzar.
También: Estados Unidos cancela el TPS para nicaragüenses y hondureños
Esta norma, conocida como “castigo de presencia ilegal”, afecta gravemente a familias mixtas, separándolas durante largos periodos pese a sus vínculos legales en EE. UU.
Mayorga, en estos más de 30 años residiendo en Estados Unidos, ha trabajado “duro” por sacar adelante a su familia, ejerciendo labores de limpieza de oficinas, cocina, cajero y en fábricas, lo que también le ha permitido mantener al día sus impuestos.
Regresar a Nicaragua, ¿a qué?
Para el leonés, volver a Nicaragua, sobre todo por su edad, no es una opción viable.
“Buscar trabajo en Nicaragua es complicado. Tengo 57 años, tengo más de 30 años viviendo en Estados Unidos, no es tan fácil como que nos digan ‘váyanse’”, expresó.
Además, aunque dijo desconocer a fondo la situación actual en Nicaragua, mencionó que para una persona de casi la tercera edad es más difícil encontrar trabajo.
«Dejo a toda mi familia, porque a ellos no los voy a llevar a pasar dificultades allá (en Nicaragua)», dijo el migrante.

“Le pido a las autoridades que sean conscientes de que uno tiene muchos años con esa protección en Estados Unidos. Uno ha hecho su vida, tiene su familia, les pedimos que consideren los años que tenemos en este país, que nos den opciones para quedarnos de manera regular junto a nuestras familias, porque aportamos, pagamos impuestos, no tenemos récord criminal ni antecedentes. El único problema es de Migración, nada más. Somos ciudadanos de bien”, concluyó.
¿Qué opciones tiene para quiénes quedan sin TPS?
Rommel López, asesor en temas migratorios en Estados Unidos, afirmó a Expediente Público, que reciben la cancelación del TPS desde la comunidad nicaragüense “con frustración y dolor, no solo por lo que representa a nivel humano, sino porque se desconoce el esfuerzo de miles de personas que han luchado por mantener esa protección”.
“Para muchos beneficiarios nicaragüenses, regresar a Nicaragua no es una opción. La mayoría ha vivido en Estados Unidos por más de dos décadas, han formado familias, tienen hijos ciudadanos y un fuerte arraigo en este país”, señaló. López en estos años ha cabildeado junto a organizaciones de la sociedad civil para lograr la extensión del TPS para Nicaragua.
Resaltó que estos ciudadanos enfrentan la pérdida de su estatus migratorio, permisos de trabajo, separación familiar, inseguridad jurídica, miedo a ser detenidos y que muchos, ante la terminación, están buscando alternativas como peticiones familiares, defensa contra la deportación, y acceso a asesoría legal o humanitaria.
Además, valoró que el anuncio del DHS haya llegado fuera del plazo legalmente establecido —60 días antes del vencimiento del programa TPS—, lo cual podría dar lugar a “demandas en cortes federales, como ha ocurrido en el pasado con otras designaciones que fueron temporalmente frenadas por ese motivo”.