Dictadura Ortega-Murillo ordena reforzar espionaje ciudadano en Nicaragua

Dictadura Ortega-Murillo ordena reforzar espionaje ciudadano en Nicaragua

* El dictador Daniel Ortega ordenó a sus bases mantener activa “la vigilancia revolucionaria” para reforzar el control sobre la ciudadanía. 

** Acto del 19 de julio se celebró sin la presencia de mandatarios de los regímenes aliados a la dictadura sandinista.


Expediente Público

El dictador Daniel Ortega aprovechó el acto por el 46 aniversario de la Revolución Sandinista, celebrado en la Plaza La Fe de Managua, para arremeter nuevamente contra los opositores y ordenar a sus bases no descuidar la “vigilancia revolucionaria”. 

Durante un discurso que se extendió por más de una hora, Ortega calificó a los ciudadanos críticos de su régimen como “terroristas, conspiradores y vendepatria”, y exigió a los Consejos del Poder Ciudadano (CPC), policías y grupos paramilitares mantener el control social y el espionaje interno. 

“El enemigo siempre está conspirando, provocando el derramamiento de sangre (…), porque piensan que pueden revocar la revolución porque cuentan con el respaldo de los imperialistas de la tierra”, dijo Ortega, retomando su habitual retórica antiimperialista. 

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Desde las protestas cívicas de 2018, el régimen ha intensificado la represión en Nicaragua, criminalizando la disidencia y utilizando estructuras parapoliciales para castigar cualquier forma de organización o persona crítica. 

“Tenemos que mantenernos siempre con todas las tareas que tenemos que cumplir (…) sin descuidar ahí, en el lugar donde estemos trabajando, en el barrio donde estemos trabajando, sin descuidar la vigilancia revolucionaria”, afirmó Ortega en el acto, en el que no lo acompañó ningún gobernante de los regímenes aliados. 

El discurso del dictador fue expuesto ante miles de trabajadores públicos que fueron obligados a asistir para llenar el acto partidario del Frente Sandinista en la Plaza La Fe.

Delegados del gobierno chino con el dictador de Nicaragua.

Entre los que acompañaron al régimen solo figuraron delegaciones oficiales de Palestina, Abjasia, Rusia, China, Cuba, Corea, Vietnam, Venezuela, Honduras, Turquía, Burkina Faso, Costa de Marfil, Kuwait, Argelia y Belarús. 

Estructura de vigilancia de la dictadura  

El Grupo de Expertos en Derechos Humanos sobre Nicaragua (GHREN, por sus siglas en inglés) denunció en su informe de abril de 2025 que, desde abril de 2018, se ha documentado una vigilancia, intimidación y persecución sistemática por parte de actores estatales y no estatales contra personas opositoras —o percibidas como tales—, así como contra individuos con capacidad de movilización social y liderazgo. 

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Además, señaló que el régimen Ortega-Murillo consolidó una estructura de “vigilancia y obtención de información, aviso, detención y represión contra las personas opositoras o percibidas como tales y sus familiares”. 

Dicha estructura de control y vigilancia, según el GRHEN, incluye “instituciones estatales, miembros del Frente Sandinista de Liberación Nacional y grupos armados progubernamentales”.

Fidel Moreno (al centro), secretario general de la alcaldía capitalina lidera el espionaje ciudadano.

“El monitoreo, la vigilancia y el control de las actividades de la población se realizan de forma coordinada entre distintas entidades estatales”, de acuerdo con el grupo de Naciones Unidas.  

“A esto se suma que cada alcaldía cuenta ahora con centros de cómputo donde se procesa información sobre los ciudadanos, lo que facilita la vigilancia a nivel local”, revela una investigación del GHREN. 

El informe también destaca que, dentro del Frente Sandinista de Liberación Nacional, los secretarios políticos desempeñan un rol central en las amenazas, el control y la vigilancia de personas opositoras —o percibidas como tales— y sus familiares. Son ellos quienes identifican a funcionarios públicos y ciudadanos que deben ser investigados, lo que permite extender la vigilancia desde el Gobierno central hasta las alcaldías y otros sectores civiles y privados. 

Dictador Ortega contra Naciones Unidas

Ortega, acusado por organismos internacionales y organizaciones de derechos humanos de cometer crímenes de lesa humanidad contra la población nicaragüense, arremetió nuevamente contra la Organización de Naciones Unidas, a la que calificó otra vez como un “instrumento de los países imperialistas”. 

En uno de sus reiterados ataques contra Estados Unidos, Ortega acusó a ese país de cometer crímenes que —según él— no han sido denunciados por la ONU, entre ellos lo que calificó como “una guerra contra los migrantes”, a quienes, señaló, “se encarcela y se enjaula”. 

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En ese contexto, Ortega exclamó: “¡Que desaparezcan estas Naciones Unidas! Están unidos ahí los poderosos, están unidos ahí los que tienen poderío atómico, se unen, y no quieren que otros tengan poderío atómico”. 

Este virulento ataque contra la ONU no es nuevo. La dictadura de Ortega y Murillo ya había manifestado su rechazo al organismo y su interés en respaldar la creación de un nuevo instrumento internacional que lo sustituya. 

En el acuerdo titulado “Protección recíproca de los ciudadanos contra los abusos en el ámbito de la justicia internacional”, firmado entre Nicaragua y Rusia el pasado 20 de junio, el régimen acusó a la ONU de estar politizada. Además, y de ser “objeto de manipulación y utilización como instrumento de injerencia e intervención política contra países que luchan por el respeto a su soberanía y autodeterminación”.