* Un informe de Atlantic Council señala que Honduras celebrará elecciones en medio de la desconfianza de los votantes.
** El reporte resalta que unos comicios caóticos podrían afectar directamente los intereses de seguridad de EE. UU.
*** El centro de pensamiento sugiere a EE. UU. no dejar de tener sus ojos puestos en el proceso electoral hondureño.
Sharon Ardon / Expediente Público
El centro de pensamiento Atlantic Council, con sede en Washington (Estados Unidos), se suma a las voces de alerta de la comunidad internacional sobre el rumbo de las elecciones generales en Honduras.
En su informe, preparado a pocos días del proceso electoral hondureño, la organización advierte que, en las condiciones actuales, “no se garantiza ni la credibilidad del proceso ni un resultado indiscutible”. Por lo tanto, anticipa que cualquier resultado podría conducir en un “déjà vu de la crisis postelectoral de 2017”.
Frente a esto, la organización sugiere al gobierno estadounidense nombrar y enviar un embajador antes de la toma de posesión del próximo mandato en Honduras.
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Además, Atlantic Council advierte de los riesgos a Estados Unidos que entrañan estas elecciones hondureñas. Según el informe, el proceso puede deteriorar la cooperación en seguridad y dar un giro geopolítico dado el acercamiento de Honduras a China y a Rusia.
A esto se suma la preocupación por el impulso de la presidenta Xiomara Castro para ampliar el papel de las Fuerzas Armadas más allá de lo que permite la Constitución.
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Interés de Washington
Atlantic Council alerta que la crisis institucional en los órganos electorales y los presuntos problemas técnicos evidenciados en el proceso primario, así como las denuncias de un supuesto fraude impulsado desde el oficialista Partido Libertad y Refundación (Libre) “minan la confianza ciudadana en el proceso y resultado”.
Para la organización, lo anterior podría derivar en un “vacío de poder” que, para Washington, representa una cuerda floja en la continuidad de las operaciones conjuntas entre Honduras y Estados Unidos.
Uno de los temas principales que le preocupa a Estados Unidos es el tratado bilateral de extradición, el cual ya había sido denunciado por la presidenta Xiomara Castro.
«El tratado renovado se extiende ahora hasta el final del mandato de Castro, pero la inestabilidad postelectoral podría volver a ponerlo en riesgo si surge un vacío de poder en Tegucigalpa», advierte el informe.
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Influencia de autocracias
Además, el gobierno de Honduras ha mostrado señales de distanciamiento con Estados Unidos, y en su lugar ha dejado entrever una marcada inclinación hacia actores extrarregionales como China y Rusia.
El acercamiento con China ha sido más evidente. Tras romper relaciones con Taiwán, en marzo de 2023, Honduras comenzó las negociaciones de un Tratado de Libre Comercio (TLC) con Pekín, firmó un acuerdo preliminar e impulsó proyectos de inversión, especialmente en sector de energía.
Sin embargo, Expediente Público ya ha documentado cómo los beneficios económicos han sido limitados para Honduras, y más bien mantiene un enorme deficit comercial con China.
El informe de Atlantic Council resalta otro riesgo para Estados Unidos, pues los gobiernos de Rusia y Honduras anunciaron a principios de este año que se abrirá una oficina diplomática rusa en Tegucigalpa. Sin embargo, la idea aún no se ha concretado.
Al respecto, el exvicecanciller Antonio García dijo a Expediente Público que la Embajada Rusa en Nicaragua desplazó una persona a Tegucigalpa e instaló una oficina de enlace de Rusia. “No tiene carácter diplomático ni de Embajada, pero sí representa a la Federación Rusa”, detalló García.
Al respecto, Atlantic Council advierte en su informe: “Una mayor cercanía con estos actores se traduciría en un cambio de la toma de decisiones transparente y basada en normas a una negociación cada vez más opaca”.
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Prioridades económicas
El ámbito económico también es de crucial importancia para los Estados Unidos, que depende en gran medida de la estabilidad electoral en Honduras.
El informe detalla decisiones del actual gobierno hondureño que incrementan la incertidumbre económica y jurídica para Estados Unidos. Aunque más de 200 empresas estadounidenses operan en Honduras, los inversionistas han enfrentado constantes desafíos como incertidumbre regulatoria, fiscalización impredecible, deficiencias en infraestructura, entre otros problemas que se han intensificado bajo la actual administración de Castro, señala Atlantic Council.
Además, menciona que, en agosto del 2024, el gobierno hondureño decidió retirarse del CIADI, mecanismo del Banco Mundial que ofrece arbitraje internacional para resolver problemas de inversión.
El informe también enfatiza en que Honduras aún no ha iniciado negociaciones para un Acuerdo de Comercio Recíproco, que podría reducir los aranceles si se superan barreras no arancelarias como restricciones a productos agrícolas estadounidenses, protección de la propiedad intelectual y comercio digital.
Recomendaciones finales
El centro de pensamiento recomienda que Estados Unidos adopte una política proactiva de cara a las elecciones hondureñas.
Entre ellas, sugiere que el gobierno estadounidense emita declaraciones donde afirmen que están siguiendo de cerca el proceso electoral. «Refuerza los mensajes de acción rápida —incluidas sanciones y revocaciones de visados— contra quienes buscan socavar la integridad del proceso», señala el reporte.
El informe también aconseja mostrar una unidad bipartidista clara para apoyar la democracia y recordar a las Fuerzas Armadas hondureñas su papel constitucional, que es el de proteger el voto y permanecer neutrales, sin participar en votaciones paralelas o en arengas políticas.
Además, recomienda supervisar de cerca la logística electoral, incluyendo la divulgación de los resultados preliminares, así como nombrar y enviar un embajador antes de la toma de posesión del próximo gobierno.
Para demostrar un seguimiento cercano de Washington, el informe sugiere enviar una delegación de alto nivel a Tegucigalpa durante la inauguración, que podría incluir al secretario de Estado y al secretario de Guerra.