* La contienda sigue abierta debido al alto número de actas electorales pendientes y a la estrecha diferencia entre Salvador Nasralla y Nasry Asfura por la Presidencia de Honduras.
** La lentitud en la transmisión y el peso de los departamentos rezagados mantienen la incertidumbre sobre el desenlace electoral.
Yarely Madrid / Expediente Público
El candidato liberal Salvador Nasralla encabeza los resultados preliminares de la elección presidencial en Honduras con una ventaja de alrededor de 15,000 votos sobre el nacionalista Nasry Asfura, en un proceso donde el escrutinio avanza lentamente y mantiene al país centroamericano en vilo.
Con el 79.60 % de las actas procesadas por el Consejo Nacional Electoral (CEN), la diferencia entre ambos candidatos es tan estrecha que cualquier movimiento en el flujo de actas podría cambiar el desenlace.
Los datos divulgados por el ente electoral muestran que Nasralla suma un poco más de 1,023,000 votos, lo que representa cerca del 40.27 % de la votación preliminar. Asfura, por su parte, alcanza aproximadamente 1,007,500 votos, equivalente a 39.64 %. Esta distancia de poco más de 15,000 sufragios marca el tono de una contienda ajustada, que podría definirse por la mínima.
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La candidata del partido oficialista Libre, Rixi Moncada, aparece en un tercer lugar distante, con aproximadamente 19% de los votos. Su posición confirma que la disputa real por la presidencia se concentra en los dos rivales tradicionales que dominan la escena electoral desde hace décadas.
Actas registradas
Hasta el momento, de las 19,152 actas habilitadas, solo 15,245 han sido transmitidas al sistema. Esto significa que alrededor de 3,900 actas están pendientes por ingresar o se encuentran bajo revisión por inconsistencias.
La lentitud en el ingreso de actas no afecta por igual a todos los departamentos. Algunos territorios presentan porcentajes significativamente más bajos de transmisión, lo que influye directamente en la claridad del panorama nacional.
Los departamentos presentan avances dispares. Algunos mantienen porcentajes altos de transmisión, mientras otros exhiben retrasos que llaman la atención por su impacto potencial. La lectura del mapa nacional revela que Francisco Morazán, Cortés, El Paraíso, Olancho y Choluteca concentran la mayor cantidad de actas pendientes, lo cual podría mover miles de votos al incorporarse.
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Rezago en el conteo en departamentos clave
El caso de Francisco Morazán es particularmente significativo, pues con 2,359 actas totalizadas, registra apenas un 69.34 % de avance y deja 445 actas pendientes, el rezago más voluminoso del país.
Al tratarse del departamento con mayor población electoral después de Cortés, el impacto de estas actas podría ser sustancial.
El comportamiento electoral de este territorio es complejo. Mientras las zonas urbanas suelen favorecer a Nasralla, los sectores periféricos acostumbran a inclinarse hacia Asfura, por lo que su incorporación podría modificar el estrecho margen actual.
Una situación similar se observa en Cortés, el departamento con mayor peso demográfico, que ha logrado totalizar 2,483 actas, pero mantiene 418 pendientes.
Su porcentaje de avance, del 74.52 %, supera al promedio nacional, aunque el volumen de documentos sin procesar continúa siendo significativo.
Cortés es un territorio altamente competitivo donde los patrones de votación suelen dividirse entre áreas urbanas liberales y regiones donde el nacionalismo conserva presencia. El retraso sostenido en este departamento explica parte de la incertidumbre nacional.
Departamentos con bajo avance porcentual
El caso más crítico en términos porcentuales es El Paraíso, donde solo se ha totalizado el 57.74 % de las actas.
En comicios anteriores, El Paraíso ha mostrado comportamientos electorales mixtos, alternando entre el voto liberal y nacionalista. Su rezago confirma que aún hay una franja importante del electorado cuyo recorrido podría alterar la tendencia preliminar.
En Choluteca, otro de los departamentos de mayor relevancia electoral, el avance alcanza apenas el 63.85%, mientras 309 actas permanecen sin procesar.
Aunque su rezago no es el más alto del país, su peso numérico lo convierte en un factor decisivo. Los datos preliminares muestran una inclinación marcada a favor de Nasralla en esta región, por lo que la incorporación de estas actas podría aumentar su ventaja, dependiendo del comportamiento de las urnas rurales pendientes.
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Impacto rural
Olancho presenta un rezago de 320 actas, con un avance del 65.65 %, lo que lo ubica entre los territorios que podrían aportar una cantidad considerable de votos aún no reflejados en el conteo preliminar.
Este departamento, caracterizado por una fuerte presencia rural, tradicionalmente ha mostrado afinidad hacia candidatos conservadores, lo que podría beneficiar a Asfura si la tendencia se mantiene en las actas faltantes.
Por su parte, Lempira mantiene pendientes 247 actas, lo que equivale al 31.03 % del total departamental. Este rezago es uno de los más altos porcentualmente y, al igual que en Olancho, refleja un contexto rural donde el voto nacionalista ha sido históricamente fuerte.
En Intibucá, donde persiste un 30.47 % de actas pendientes, el comportamiento electoral también suele favorecer a posiciones conservadoras. La suma de estas regiones podría reducir el margen que hoy sostiene Nasralla, aunque no de manera determinante por sí sola.
Otros departamentos
Departamentos como Yoro, Santa Bárbara, La Paz y Ocotepeque presentan rezagos significativos en términos porcentuales y absolutos, con cifras que oscilan entre el 20 % y el 25 % de actas pendientes.
Aunque no son los territorios más grandes, el comportamiento de estas zonas ha mostrado variaciones durante procesos anteriores, lo que hace difícil anticipar su efecto final. En algunos de ellos, especialmente Santa Bárbara y Yoro, la competencia suele ser estrecha entre fuerzas políticas.
En contraste, departamentos de menor peso electoral como Islas de la Bahía y Gracias a Dios muestran rezagos menores en volumen. A pesar de que algunos alcanzan porcentajes elevados de documentos pendientes, su impacto numérico es reducido y difícilmente modificaría el panorama nacional.
El voto en el exterior
A todos estos rezagos se suma un factor determinante, las actas provenientes del exterior aún no figuran en el sistema. La diáspora hondureña equivale a 399,537 personas habilitadas para votar.
Mientras la incertidumbre crece, los candidatos aprovechan las redes sociales para influir en la percepción pública y sostener sus narrativas de victoria.
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¿Qué sigue?
Una vez que el Consejo Nacional Electoral (CNE) termine de publicar los resultados preliminares, lo que sigue es el escrutinio definitivo, etapa en la que el CNE revisa acta por acta, resuelve inconsistencias y atiende impugnaciones.
Esta etapa puede tardar entre 4 y 5 días, dependiendo del nivel de actas observadas o impugnaciones. Igualmente, el pleno de consejeros tiene 30 días para dar los resultados finales a partir de las elecciones.
Solo después de este procedimiento se emite la declaratoria oficial, que confirma de manera legal a los ganadores de los comicios.
Con la publicación de las primeras cifras, los partidos políticos también iniciaron sus propios procesos de verificación interna, mientras que los observadores nacionales e internacionales evalúan la transparencia de la transmisión de datos.
Ambos candidatos, tanto Salvador Nasralla como Nasry Asfura, han ofrecido pronunciamientos públicos confiados en sus propias recolecciones de actas.
De cualquier forma, la ciudadanía sigue atenta. Con márgenes tan estrechos y miles de actas pendientes, Honduras se adentra en una etapa decisiva donde cualquier variación podría inclinar la balanza.
