signal-2024-05-09-103438_002

Brian Fonseca: China y Rusia contribuyen al “retroceso democrático” del hemisferio  

*Para el director del Instituto Jack D. Gordon de Políticas Públicas, Brian Fonseca, China y Rusia sólo están interesados en lo que «pueden extraer en términos de política e inversión económica para sí mismos”.  

**En la 9ª Conferencia de Seguridad Hemisférica, en Miami, se analizan los desafíos en materia económica y de seguridad que enfrenta el hemisferio occidental.


Expediente Público

Los grandes desafíos en materia económica y de seguridad que enfrenta el hemisferio occidental, claramente interconectados, pone retos a la democracia, sobre todo en aquellos países que se acercan cada vez más a los regímenes autoritarios como Rusia y la República Popular China, explicó a Expediente Público el director del Instituto Jack D. Gordon de Políticas Públicas, Brian Fonseca.  

Para Fonseca, es “difícil tener seguridad si no se tiene una especie de economía próspera” en los países del hemisferio. 

“Uno de los grandes riesgos es que estos países se conviertan en modelos aparentemente aceptables de gobernanza que, como sabemos, tienden a conducir a violaciones de derechos humanos y otros desafíos drásticos en términos de libertades civiles y derechos individuales», agregó.

Suscríbase al boletín de Expediente Público y reciba más información

«Sin duda, Estados Unidos no quiere que esto suceda en la región”, dijo Fonseca a Expediente Público durante la cobertura a la 9ª Conferencia de Seguridad Hemisférica que se desarrolla en Miami. 

La conferencia la organiza el Instituto Jack D. Gordon de Políticas Públicas de la Universidad de Florida y cuenta con la presencia de expertos académico, altos funcionarios militares, del sector privado y organizaciones gubernamentales y no gubernamentales para explorar los desafíos en materia de seguridad. 

El director del Instituto Jack D. Gordon de Políticas Públicas explicó que, en materia económica, Estados Unidos quiere que los “países de la región sean prósperos por sí solos”, pero no con el “apoyo invasivo” como el que prestan China y Rusia.  

“Cuanto más se acercan estos países a países autocráticos como China, más se presentan como formas alternativas de gobierno, y creo que eso sigue contribuyendo a lo que llamamos retroceso democrático”, enfatizó Fonseca.

Apuntalan a gobiernos “corruptos” 

En ese contexto, según Fonseca, “comienzan a cuestionar la utilidad de la democracia occidental, comienzan a emular países como China y Rusia que son ciertamente autocráticos, con sistemas ejecutivos muy centralizados que tienden a entrometerse con sus poblaciones y no ofrecen una distribución equitativa de lo que el Estado tiene para dar en términos de seguridad y condiciones económicas”. 

De acuerdo con el experto, se tiene la sensación de que estos regímenes autoritarios extrarregionales apuntalan particularmente a “gobiernos corruptos”.  

Puedes leer: General Richardson: actividades de China en América Latina desafían seguridad nacional de EE. UU. 

“Tienden a reforzar y, en cierto modo, fortalecer sus propias posiciones políticas siendo coercitivos y participando en formas muy coercitivas y corrosivas que socavan la eficacia, socavan la capacidad del Estado para actuar de manera objetiva, honesta y amable, de manera óptima”, añadió.  

En la región países como Nicaragua, que vive una crisis sociopolítica desde 2018 y reprime sistemáticamente los derechos humanos de sus ciudadanos, el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo es un claro ejemplo de esa cercanía y el empeño que ponen en fortalecer sus relaciones con Rusia y China. 

Relaciones que socavan seguridad  

Desde la perspectiva de Fonseca, Rusia y China son dos países que están “menos preocupadas por la estabilidad de Centroamérica y la estabilidad de la región y mucho más por lo que pueden extraer en términos de política e inversión económica para sí mismos”.  

“Ese tipo de entorno coercitivo conduce a relaciones muy transaccionales en la región, relaciones transaccionales que a menudo inducen a la corrupción».

«Pasan por alto las cuestiones de política ambiental y laboral» y «luego encuentran nuevamente la solvencia democrática de estos países y creo que, en sí mismo, esto es algo drástico, «socavan drásticamente la seguridad y la estabilidad del Estado”, manifestó.  

Durante la 9ª Conferencia de Seguridad Hemisférica se plantean desafíos de la “gobernabilidad democrática” de los países. A criterio de Fonseca, las democracias de la región no están “generando beneficios para el ciudadano promedio de las Américas”, lo que tienden a debilitar la gobernanza y, en última instancia, la seguridad. 

“No están viendo cambios importantes en su estatus social y económico a pesar de pasar por esta transición a la democracia, y creo que eso plantea desafíos. Y luego, por supuesto, el producto de eso es la inseguridad, la proliferación del crimen organizado transnacional, el deslizamiento hacia la autocracia y la corrupción generalizada”, manifestó.

La inmigración, una consecuencia 

Los problemas económicos y de inseguridad, sobre todo en países centroamericanos, conducen fácilmente a la inmigración, situación que se convirtió en un “tema político de máxima prioridad para el gobierno de los Estados Unidos”, reafirma Fonseca.  

“Creo que, desde una perspectiva política, es ciertamente uno de los principales temas que vemos y, uno de nuestros oradores que representan a la Casa Blanca mencionó que, la inmigración es un tema político de máxima prioridad para el Gobierno de los Estados Unidos. Entonces, ¿cómo llegar a las causas fundamentales de la migración? Eso se remonta a la economía y a la seguridad”, enfatizó. 

También: Embargo de armas a Nicaragua, ¿cómo se beneficia Rusia?

El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, en su reciente visita en Guatemala, donde se reunió con representantes de 22 países del hemisferio que renovaron su compromiso de ofrecer vías legales de entrada a sus países y coordinar acciones en respuesta a los grandes flujos migratorios, insistió que se “deben aprovechar las vías legales en lugar de hacer el peligroso camino al norte”.  

Fonseca insistió en que parte de la respuesta de Estados Unidos debe enfocarse en «continuar brindando apoyo” y «movilizar a la sociedad civil, las organizaciones del sector privado y las instituciones académicas”. 

“Tratar de seguir produciendo conocimientos, construyendo tejido conectivo y ayudando a informar a las instituciones de manera significativa para que esas instituciones puedan hacer aquello para lo que fueron diseñadas, que es proporcionar gobernanza y ayudar a garantizar una especie de prosperidad y una vida mejor para sus ciudadanos”, puntualizó Fonseca.