* Los niveles de aire contaminado que se respiran en Tegucigalpa, capital hondureña, exceden las directrices de la OMS.
** Médicos especialistas señalan un aumento de enfermedades respiratorias por contaminación atmosférica. Ambientalista pide declarar emergencia ambiental.
Sharon Ardon / Expediente Público
Una densa capa de humo cubre Tegucigalpa, capital de Honduras. Es una cuña de alta presión atmosférica en combinación con partículas contaminantes que al inhalarlas pueden ocasionar serios problemas respiratorios.
La contaminación es tan grave que diferentes organizaciones ambientales urgen al Gobierno de Xiomara Castro declare una emergencia. Sin embargo, la Presidencia no ha reaccionado.
Hasta el 6 de mayo el ejecutivo orientó a los empleados públicos que trabajen desde sus casas, se suspendieron las clases y el aeropuerto de la capital permanece cerrado.
El Índice de Calidad de Aire (IQAIR) registró 210 puntos en Tegucigalpa el lunes 6 de mayo del 2024, superando el nivel moderado de 50. La capital hondureña está en un rango de contaminación “muy perjudicial” por la mala calidad del aire, precisó el indicador.
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Calidad del aire no es respirable en Tegucigalpa
Una de las principales partículas contaminantes en el ambiente es la PM2.5, una condensación de polvo, polen y gases de emisiones, principalmente de vehículos, quemas agrícolas, industrias e incendios forestales.
“La concentración de PM2.5 en Tegucigalpa es actualmente 32 veces superior al valor guía anual de calidad del aire de la OMS (Organización Mundial de la Salud), destacó el IQAIR el 6 de mayo.
Alberto López, meteorólogo del Sistema de Gestión de Riesgos y Contingencias Nacionales (Copeco) pronosticó a Expediente Público que este humo prevalecerá en el territorio en el transcurso de la próxima semana. Aunque depende de la continuidad de los incendios forestales que se produzcan.
¿A qué se debe tanta contaminación?
El meteorólogo también explicó que lo que está ocurriendo es que todo el humo que se está generando en Nicaragua, “es arrastrado por el viento y acumulado en Honduras”.
La Fundación del Río de Nicaragua informó que en este país los incendios forestales acabaron en el mes de abril con más de 280 mil hectáreas.
Además, está la gran cantidad de quemas en todo el territorio hondureño que, según el Instituto de Conservación Forestal (ICF), en lo que va de 2024, se han reportado 2,317 incendios forestales provocados por manos pirómanas.
Sin embargo, el ICF aclaró que estos gases contaminantes no corresponden directamente a incendios forestales, sino, a la cuña de alta presión atmosférica.
Esta cuña se produce cuando el aire caliente y húmedo se enfría, provoca que el vapor de agua contenido en el aire se condense en pequeñas gotas; hasta el momento se tiene un registro del 67% en la humedad relativa, generando bruma.
Pero para la ambientalista, Lucía Vijil, sea cual fuere la causa, marca un precedente en el país que debería considerarse como emergencia ambiental.
Hay que comenzar a abordar con las alarmas que ameritan el tema de los incendios, además, la ambientalista sugiere a las autoridades mover la agenda nacional ahora y no cuando ya esté “la leche derramada” como ha sido en el caso de los huracanes.
Afecta la salud
Asimismo, especialistas en el área de la salud aseguraron a Expediente Público que esta contaminación atmosférica indudablemente tendrá consecuencias graves y perjudiciales en la salud de las personas.
“Esto puede traer como consecuencia riesgo en las personas de padecer infecciones respiratorias, también puede exacerbar enfermedades cardiovasculares, conjuntivitis y cáncer de pulmón” advirtió el epidemiólogo, Kenneth Rodríguez.
Según la Organización Panamericana de la Salud (OPS), la mayoría de las muertes atribuibles a la contaminación atmosférica en la población general están relacionadas con las enfermedades no transmisibles.
“En efecto, el 36% de las muertes por cáncer de pulmón, el 35% de la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (COPD), el 34% de los accidentes cerebrovasculares y el 27% de las cardiopatías isquémicas son atribuibles a la contaminación atmosférica”, detalla.
Índices de contaminación
Expediente Público monitoreó los índices de Calidad de Aire que provee resultados reales de la situación ambiental de cada país, y detectó que hay un sensor de alerta para Tegucigalpa con un nivel máximo de 210 calificado como “muy perjudicial”.
Las directrices de la OMS sobre la calidad del aire recomiendan una exposición máxima de 10 microgramos por metro cúbico (μg/m3) para las PM2.5, basado en las evidencias de los efectos sobre la salud de la exposición a la contaminación del aire ambiente.
Tegucigalpa reportó el lunes 6 de mayo una concentración de PM2.5 de 97.8 μg/m3.
Además, para las PM10, también conocidas como material particulado respirable, que son partículas contaminantes con un diámetro igual o inferior a 10 micrómetros, se exige una exposición máxima de 20 μg/m3.
La capital hondureña registró también el 6 de mayo un máximo de 86 μg/m3 de particulas PM10, según el sitio PlumeLab.
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¿Emergencia climática?
En una entrevista con Expediente Público, Lucía Vijil, asesora en justicia ambiental y ecológica, opinó que este tema debería ser considerado una emergencia nacional y tomarlo con las alarmas debidas, es decir, “ser considerado como una causa que debería estar moviendo la agenda nacional orientada a la reducción de contaminantes”.
La ecologista aseguró que lo que estamos presenciando en Tegucigalpa y que inevitablemente se está expandiendo también a otros departamentos como Choluteca, “es un reflejo de nuestro destino como especie humana”.
Indicó que Honduras no es el único experimentando esto, hay otras ciudades en el mundo que figuran en el índice de calidad de aire, como son Delhi, India con el nivel superior “Peligroso” (381), Yakarta, Indonesia (176) y Shanghái en la República Popular de China (164).
Lo anterior para Vijil deja claro que el debate y las acciones tomadas a nivel global sobre las medidas que se han tomado para reducir contaminantes “no tienen efectos”.
Gobierno debe actuar
“Esto sienta un precedente de cómo se deben reforzar estos mecanismos de procesamiento de personas que de forma intencionada queman los bosques”, subrayó Vijil.
Además, señaló que es necesario que se comience a regular a las empresas respecto a los contaminantes que emiten, e ir más allá, «hablar de regulación a nivel energético», lo que implicaría establecer políticas que promuevan la utilización de fuentes de energía más limpias y sostenibles.
“Esto nos invita a un debate nacional sobre como el tema del cambio climático, de la crisis de contaminación asociada al aire tiene repercusiones directas a la salud, y como esto implica una mayor inversión del Estado en los sistemas públicos”, refirió.
Es imperativo “aplicar una política en temas médicos que se relacionarán claramente con enfermedades que van a ser más comunes frente a una contaminación ambientan como esta”, sostuvo.
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Serios problemas de salud
Roxana Araujo, médica epidemióloga explicó a Expediente Público que este tipo de concentración de polución ocurre todos los años, especialmente en la temporada seca y que generalmente hay una combinación de la bruma por la quema de los bosques y por la alta densidad de polvo que se levanta. Además, llega el polvo proveniente del Sahara.
Señaló que la población enfrenta con esto un aumento en enfermedades respiratorias agudas, especialmente los que tienen predisposición alérgica con enfermedades de base como el asma bronquial y rinitis aguda, las cuales pueden evolucionar a problemas pulmonares más graves como la bronquitis aguda y la neumonía.
Se refirió también a la aparición de síndromes gastroentéricos agudos, asociados a la ingesta de alimentos vendidos al aire libre y que, por ende, podrían estar contaminados por partículas de polvo, arrastrando consigo bacterias que provocan daño a la salud.
La epidemióloga recomienda a la población, no automedicarse, especialmente en caso de enfermedades respiratorias agudas. Sugiere acudir al centro de salud más cercano para una evaluación médica adecuada que permita determinar si efectivamente se trata de un proceso viral u otro y, en consecuencia, recibir el tratamiento necesario.
En cuanto al incremento de conjuntivitis, recomienda no tocarse ni frotarse los ojos sin antes haberse lavado las manos y usar gafas de protección.
Volver a la mascarilla
Por su parte, el también médico epidemiólogo, Kenneth Rodríguez a través de Expediente Público, sugiere y solicita a los capitalinos regresar al uso de la mascarilla.
“Si se va a salir de su hogar por favor use la mascarilla cubre bocas, volvamos a usar este gran instrumento que nos va a ayudar y nos va a permitir protegernos precisamente de esta mala calidad de aire”, aconsejó.
Además de la mascarilla que debe ser un objeto imprescindible nuevamente en nuestro diario vivir, se recomienda también evitar hacer ejercicio al aire libre y mantener cerradas las puertas y ventanas.
