* Identificaron que la dictadura Ortega-Murillo, a través del Ejército de Nicaragua, la Policía y el servicio exterior, tiene toda una compleja red de espionaje y de persecución más allá de las fronteras.
** El Grupo de Expertos en Derechos Humanos para Nicaragua presentó informe ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU.
*** En el informe “Nicaragua: Persecución Más Allá de las Fronteras. Exilio y Violaciones Transnacionales de los Derechos Humanos” alertó sobre la persecución transnacional que sufren los nicaragüenses.
Expediente Público
El Grupo de Expertos en Derechos Humanos para Nicaragua (GHREN) compareció ante el Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas para denunciar la persecución transnacional que ejecuta la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo, en complicidad con el Ejército de Nicaragua, la Policía Nacional, el servicio exterior, instituciones públicas y estructuras del Frente Sandinista.
Los expertos presentaron este martes, 22 de septiembre, una actualización de la situación del país centroamericano, a través del informe “Nicaragua: Persecución más allá de la frontera. Exilio y violaciones transnacionales de los derechos humanos”.
La investigación alerta que las autoridades nicaragüenses “han desplegado una estrategia sistemática de represión contra toda forma de oposición que se extiende más allá de las fronteras del país”.
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Ejército lidera espionaje digital
El GHREN, en el documento, asegura que la dictadura Ortega-Murillo, a través de esa arquitectura de inteligencia encabezada por el Ejército de Nicaragua, identifica y monitorea lo que considera “amenazas internas y externas” para su régimen y, a partir de ello, ordena vigilancia física y digital, hostigamientos, amenazas y, en algunos casos, incluso agresiones, desnacionalizaciones y confiscaciones.
“La amplia red de vigilancia e inteligencia identificada por el Grupo ha sido crucial para que el Estado nicaragüense pueda identificar, ubicar y vigilar a las personas en el exilio que podrían ser objeto de violaciones transnacionales”, señala parte del informe de actualización presentado por el GHREN.

Jean Michel Simón, del GHREN, en conferencia junto a víctimas de la represión del régimen Ortega-Murillo.
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Hostigamiento y vigilancia en países de acogida
El informe revela que dicha red “responde a las órdenes de los Copresidentes Ortega y Murillo” y que, en el centro de esta arquitectura, “se encuentra la Dirección de Información para la Defensa, la agencia de inteligencia militar del Ejército que juega un papel central en la recopilación, análisis y diseminación de información sobre opositores reales o percibidos, tanto dentro como fuera del país”.
Los expertos identificaron que los patrones de persecución transnacional, ordenados por la dictadura, incluyen actos de “hostigamiento, intimidación y vigilancia”, que se han ordenado contra personas nicaragüenses exiliadas en Costa Rica, Honduras, Guatemala, El Salvador, México y Estados Unidos”.

El opositor nicaragüense Joao Maldonado brindó en la ONU su testimonio sobre el atentado que sufrió de parte del régimen Ortega-Murillo.
Además, documentaron casos de amenazas y hostigamientos a personas que se encuentran refugiadas o asiladas en países de la Unión Europea.
Privación arbitraria de la nacionalidad
La investigación del GHREN determinó al menos 318 nicaragüenses no se les ha permitido regresar a su país, desde junio de 2018 hasta agosto de 2025.
También mencionan que, desde febrero de 2023, al menos 452 personas fueron despojadas “arbitrariamente de su nacionalidad o declarados traidores a la patria”.
El GHREN destaca que dichas cifras podrían ser mayores, ya que “muchas víctimas temen denunciar por miedo a represalias contra ellas mismas o sus familiares en Nicaragua”.
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Asesinatos de opositores exiliados
Los expertos también señalaron que la persecución transnacional, en los últimos años, ha escalado a niveles críticos, mencionando intentos de asesinatos contra opositores, como los atentados que sufrieron Joao Maldonado y su esposa Nadia Robleto en 2021 y 2024, cuando estaban refugiados en Costa Rica.
También denunciaron los asesinatos de Rodolfo Rojas, en Honduras, en 2022; y del militar en retiro Roberto Samcam, asesinado en junio pasado por sicarios que llegaron hasta su vivienda en Costa Rica.
Los expertos valoraron que el caso de Samcam, aunque sigue en investigación, ilustra la persecución transnacional que sufren quienes se han huido de la dictadura de Nicaragua.
Recordaron que Samcam, por haber denunciado desde el exilio todas las violaciones de derechos humanos, “fue objeto de campañas de difamación, amenazas en línea y hostigamiento hacia sus familiares en el país”.
Las investigaciones judiciales señalan que la orden de asesinar a habría salido de la Inteligencia del Ejército de Nicaragua y que el cerebro del asesinato habría sido Pablo Antonio Robles Murillo, un agente nicaragüense nacionalizado en Costa Rica, con entrenamiento en Rusia y Cuba.
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Los exiliados y refugiados, según el GHREN, además sufren vigilancia digital y campañas de desprestigio que incluyen amenazas en redes sociales, acoso digital y phishing.
Algunas víctimas entrevistadas por los expertos relataron que habían recibido amenazas en las que les decían que acabarían “muertas en una cuneta en España, porque ese es el destino de los traidores”.
Los familiares de las víctimas directas de la represión transnacional, agregaron los expertos, también sufren hostigamientos, despidos arbitrarios, confiscación de sus bienes, detenciones e incluso alteraciones ilegales de actas de nacimiento para borrar apellidos.
Ante esta grave situación de persecución transnacional que sufren quienes han huido de la dictadura Ortega-Murillo —y que incluso ya ha privado a varios del derecho a la vida—, el GHREN urgió a la comunidad internacional a fortalecer la cooperación para “proteger a las personas nicaragüenses en el exilio”.