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El golpe tributario a los nicaragüenses sostiene el aparato burocrático y represivo de Ortega

Desde abril de 2018 Nicaragua se encuentra en la peor crisis sociopolítica de los últimos 30 años, provocando una recesión económica en el país centroamericano. El régimen Ortega-Murillo implementó medidas fiscales que lejos de recuperar la economía, la ha hundido y ha impactado severamente a las empresas y negocios, provocando incluso despedidos o suspensión de planes de inversión o expansión.

A las reformas tributarias, se añadieron reformas al Instituto Nicaragüense de Seguridad Social (INSS), elevando las tasas de los empleadores y de los trabajadores, y reduciendo las pensiones. Ambas decisiones, adoptadas por el régimen para sostener el aparato burocrático y represivo, tuvieron un impacto positivo para las finanzas gubernamentales, pero afectó negativamente la capacidad de las empresas para salir de la crisis económica y los salarios de las y los nicaragüenses.

El arribo de la pandemia del COVID-19 vino a sepultar las esperanzas del gobierno de una recuperación económica, sin embargo, el gobierno sigue implementando medidas que solamente benefician a sus finanzas públicas.

Este reportaje investigativo de dos entregas detalla los efectos que ha tenido la crisis sociopolítica y la pandemia del COVID-19 en las finanzas del Gobierno central