Expediente Público en alianza con La Sala, mujeres de la redacción y Radio Vos expone uno de los graves problemas que el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo pretende ocultar a punta de propaganda. Es la escasez de agua potable, que afecta a casi la mitad de la población, no solo en zonas rurales sino también en barrios populares de la capital.
La situación afecta sobre todo a los sectores más empobrecidos y a la salud de grupos vulnerables como recién nacidos, niños, mujeres embarazadas y personas de la tercera edad, que suelen desarrollar enfermedades gastrointestinales por el consumo de agua contaminada. Además, los médicos alertan que la escasez de agua potable sería la causa de cuadros más serios como la leptospirosis y la intoxicaciones con metales pesados.
Suscríbase al boletín de Expediente Público y reciba más información
Los testimonios de mujeres, que son las encargadas de abastecer de agua a los hogares, dejan ver la gravedad de la situación: los desvelos diarios y las largas caminatas a ríos para asegurar el suministro, así como el gasto, que puede carcomer la tercera parte de un sueldo básico, para adquirir agua purificada y cubrir las facturas por un mal servicio de agua entubada.
Esta investigación periodística revela que la dictadura no pudo resolver este problema pese haber recibido una millonaria ayuda del Banco Mundial y ahora busca un suntuoso crédito internacional. Mientras que especialistas consultados proponen un tratamiento técnico y no político. Lea el informe completo para entender todas las aristas de la escasez de agua potable en Nicaragua.