Isis Cuéllar, de ‘indignada’ a ‘soldada leal’ de Libre en Honduras

Isis Cuéllar, de ‘indignada’ a ‘soldada leal’ de Libre en Honduras

* Su llegada a Libre contó con el respaldo de Elvia Argentina Valle, influyente lideresa de Copán, cercana a Manuel Zelaya Rosales.

** En el Congreso, Libre le otorgó un poder inusual para una diputada debutante. Es considerada la política más influente del oficialismo.

*** Pese al escándalo de Sedesol, Cuéllar continúa firme en campaña, mientras que el exministro José Carlos Cardona fue apartado de Libre.


Expediente Público

Antes de 2022, pocos conocían el nombre de Isis Cuéllar Erazo. Hoy, es una de las figuras más influyentes del Partido Libertad y Refundación (Libre). Su poder en el oficialismo parece tan firme que, pese a protagonizar el mayor escándalo de corrupción del gobierno de Xiomara Castro, busca la reelección en el Congreso.

Cuéllar, de 36 años, proviene de una familia de clase media de Santa Rosa de Copán, la ciudad comercial y política más importante del occidente de Honduras. Estudió en el instituto público Álvaro Contreras y posteriormente cursó Derecho en la Universidad Católica de Honduras. Aunque creció en un hogar nacionalista, inició su carrera política en Libre en 2012, como secretaria de la Juventud.

Su llegada a la estructura partidaria contó con el respaldo de Elvia Argentina Valle, influyente lideresa de Copán que abandonó el liberalismo tras el golpe de Estado de 2009 para sumarse al proyecto que daría origen a Libre.

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Tres años después, Cuéllar ingresó al partido. En 2014, ganó visibilidad como parte de los «Indignados», el movimiento que protestó contra la corrupción durante el primer mandato de Juan Orlando Hernández. Tres años después intentó por primera vez llegar al Congreso, sin éxito.

Con el respaldo de Elvia Argentina Valle, entonces coordinadora departamental de Libre, volvió a competir en 2021 bajo la bandera del M28, la corriente cercana a la familia presidencial. Con un discurso anticorrupción, se convirtió en la segunda candidata más votada de Libre en Copán.

Su llegada al hemiciclo legislativo en 2022 marcó el inicio de un meteórico ascenso político que, sin embargo, terminó por situarla en el centro del mayor escándalo de corrupción del gobierno de Castro.

Isis Cuéllar, de ‘indignada’ a ‘soldada leal’ de Libre en Honduras

Un ascenso inmediato y cercano a los Zelaya

En el Congreso, Libre le otorgó un poder inusual para una diputada debutante. Fue nombrada vicepresidenta del Congreso, presidió la Comisión de Defensa y Soberanía, asumió la secretaría de la Comisión de Presupuesto e integró las unidades de Relaciones Internacionales y de Equidad de Género del Congreso.

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En agosto de 2023 también integró la comisión encargada de evaluar las candidaturas para elegir al fiscal general y adjunto del Ministerio Público.

Esta influencia no solo la consolidó en Tegucigalpa. En Copán, su propio diputado suplente, Víctor Hugo Romero, señaló públicamente que Cuéllar controlaba las decisiones y los recursos del partido en el departamento. «Es la que maneja todo, la que pone y quita», mencionó a los medios en 2022.

Ese mismo año, un audio filtrado la exhibió como pieza clave del oficialismo en la repartición de cuotas de poder. En la grabación, Cuéllar negocia la presidencia del Instituto Hondureño del Café (IHCAFE), una entidad pública con peso económico y político que representa al sector exportador más rentable del país.

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En la grabación, Cuéllar ratifica su rol como operadora de la familia presidencial. «El que está metido en el tema es Héctor Manuel Zelaya (hijo y secretario privado de la presidenta Xiomara Castro). Por eso hay que poner una pieza nuestra. Nosotros somos soldados. Donde ellos nos dan instrucciones, ahí vamos. Hacemos lo que nos dicen», se la escucha decir.

La disputa por el IHCAFE coincidía con los negocios del entorno presidencial. Héctor Zelaya está casado con Marcela Kafati, heredera de una de las familias cafetaleras más poderosas del país, propietarias de las marcas Café El Indio y Espresso Americano.

En enero de 2024, Cuéllar fue nombrada subjefa de su bancada. Ese mismo año viajó junto con Xiomara Hortensia Zelaya, hija de la mandataria, para presenciar las elecciones presidenciales en Venezuela, reforzando su cercanía al círculo de poder.

De las primarias al escándalo

Convertida en una de las figuras más fuertes de Libre, Cuéllar llegó a las elecciones primarias de marzo de 2025 como favorita. Fue la precandidata más votada del partido en Copán, al obtener 24,800 votos (17,843 más que en 2017) y su corriente obtuvo todas las siete postulaciones para las elecciones generales.

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Tras ese triunfo, asumió la coordinación departamental de Libre. Sin embargo, el 23 de junio de 2025, su carrera dio un giro abrupto cuando se filtró una llamada entre ella y el entonces ministro de Desarrollo Social (Sedesol), José Carlos Cardona.

En la grabación, Cuéllar reconoce haber utilizado fondos públicos para favorecer a 15 de las 23 estructuras partidarias de Libre en Copán.

“¿Te acordás para que quería los cheques? A quince le entregué equipos de sonido, trescientas sillas, mesas, carpas, un kit de sublimado, alrededor como de 125 mil lempiras a cada uno. Yo te dije, voy a hacer cheques de cien mil, los va a cambiar gente de mi confianza y los entregamos al partido”, se le  escucha decir a Cuéllar en el audio filtrado.

En la llamada, Cardona respaldó su estrategia e incluso bromeó sobre el uso electoral de recursos estatales, desatando una crisis para el oficialismo.

Investigaciones periodísticas revelaron que Cuéllar habría recibido 37.5 millones de lempiras (US$ 1.5 millones) entre 2023 y 2025 desde la Sedesol, monto supuestamente usado para financiar operaciones políticas del partido.

Aunque la presidenta Castro y la candidata presidencial Rixi Moncada ordenaron una investigación, Cuéllar defendió su inocencia. «Quien nada debe, nada teme», declaró a los medios pocos días antes de que Cardona presentara su renuncia.

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Tres días después de la filtración, el 26 de junio, la misma Secretaría de Transparencia, parte del gobierno, reportó «deficiencias relevantes» en el manejo de fondos. El 4 de julio, Libre suspendió a Cuéllar de todos sus cargos internos en el partido, aunque mantuvo su curul parlamentaria.

Poco después, otro audio filtrado sugirió que Cuéllar contaba con respaldo político. En la grabación, la diputada cuenta a un interlocutor que el secretario de Transparencia, Sergio Coello, le había dicho: «Amiga, no se cague. Usted no está sola».

Pese al escándalo, Cuéllar retomó rápidamente su agenda pública bajo el lema #IsisGestiona, mostrando en las redes sociales obras y donaciones gestionadas por ella. En septiembre, después de tomarse una pausa de tres meses debido al escándalo, regresó al Congreso proclamándose de nuevo como una «soldada leal» del partido.

Un partido que la protege

El 22 de septiembre, el Tribunal Superior de Cuentas (TSC) remitió a la Fiscalía un informe que confirmaba el desvío de recursos de la Sedesol hacia estructuras partidarias vinculadas a Cuéllar.

«Se benefició a personas afines a la diputada, a candidatos a cargos de elección popular del partido de gobierno o que mantenían lazos de parentesco, afinidad o relaciones directas con Cuéllar», concluyó el informe.

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Sin embargo, el fiscal general Johel Zelaya, cercano al oficialismo, desestimó el documento como «superfluo» y «no vinculante», e insinuó que no impulsaría acciones penales sin antes recabar más pruebas.

Mientras que Cardona fue apartado por completo del panorama político del partido, Cuéllar continúa en campaña, ahora reforzando su imagen con tintes religiosos, difundiendo su participación en cultos evangélicos. Ninguno de los dos ha sido requerido por la Fiscalía.

No cabe duda de que su partido no la ha dejado caer. Pero otro veredicto llegará el 30 de noviembre, cuando las urnas determinen si el escándalo afectó las aspiraciones de la diputada o si su poder político permanece intacto.