* El 90% de la cocaína que se transporta de Sudamérica a Estados Unidos pasa por Centroamérica, especialmente por Guatemala, según estudios.
** Las rutas que conducen de frontera a frontera son de las principales para transportar droga, armas y otros ilicitos.
*** Algunas rutas principales son evitadas por los narcotraficantes, no por miedo a los controles, sino porque se puede dañar la droga.
Expediente Público
La red vial de Guatemala está a merced del narcotráfico. Por ella, los carteles movilizan droga de sur a norte y armas de norte a sur. Expediente Público logró mapear 13 rutas, con base en testimonios de militares, estudios académicos, informes del gobierno estadounidense y fuentes oficiales que han determinado esos caminos.
El narcotráfico ha encontrado en la red vial un canal estratégico para movilizar drogas y otros ilícitos hacia México y Estados Unidos. A pesar de los esfuerzos de las autoridades por reforzar la seguridad fronteriza y los operativos de control, las organizaciones criminales aprovechan rutas alternas, caminos rurales y tramos carreteros poco vigilados para esquivar retenes y puestos de control.
Son usadas para transportar cocaína, armas, precursores químicos y dinero en efectivo hasta el norte del país, cruzando hacia México, según Ambrocio Contreras, experto en seguridad.
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La conexión El Salvador – México
Ruta 1: Un oficial del Ejército de Guatemala reveló a Expediente Público, bajo la condición del anonimato, que uno de los principales corredores del narcotráfico inicia en la frontera con Honduras, específicamente por El Florido en el departamento de Chiquimula. Avanza por uno de los departamentos más calientes de Guatemala, Zacapa. Luego toma la ruta a las Verapaces, que es un camino de dos carriles, uno de ida y uno de venida, por el cual se puede llegar a Quiche. Esta ruta requiere vehículos 4×4 por lo complicado del camino. El camino llega hasta Huehuetenango, departamento fronterizo con México. Este recorrido puede demorar 16 horas.
Ruta 2: Hay otro camino que inicia en la misma frontera. Atraviesa Chiquimula, Alta Verapaz y se adentra en una carretera antigua que llega hasta Petén. Esta ruta está pavimentada y el trato es de casi 14 horas, de frontera con frontera.
Ruta 3: Este recorrido inicia en Chiquimula y sigue por la carretera principal CA-9 Norte para dirigirse a Izabal, hasta llegar a Petén y posteriormente encontrarse con México. Este camino es más largo porque se tiene que transitar por todo el departamento de Petén. La duración del recorrido puede ser de hasta de 20 horas.
Ruta 4: Este trayecto atraviesa las carreteras antiguas del país. Inicia en la frontera de Aguas Calientes, en Chiquimula, y pasa por Jalapa para llegar al departamento de Guatemala. Los narcotraficantes procuran no ingresar al casco urbano para evitar los controles policíacos. Esta ruta se cruza al occidente del país, buscando atravesar Chimaltenango, Totonicapán y San Marcos hasta llegar a México. Esta ruta es de 22 horas. Los caminos son pavimentados.

La conexión Jutiapa – México
Las estructuras del narcotráfico evitan la Carretera Interamericana CA-1 que conecta el oriente con el centro del país, debido a los constantes operativos en puntos clave.
Ruta 5: Este trajín inicia en la frontera Valle Nuevo con El Salvador, en el departamento de Jutiapa. Atraviesa Santa Rosa, Escuintla, Suchitepéquez, y Retalhuleu hasta llegar a San Marcos, en la frontera con México. En este recorrido para por carreteras viejas, que en algunos casos son caminos de terracería. Esta ruta dura 16 horas, pero es una de las menos transitadas en época de lluvia.
Ruta 6: Este camino comienza en Jutiapa. Pasa por una de las carreteras antiguas del país, el cual comunica con Jalapa. Luego sigue a Baja Verapaz, a Alta Verapaz y llega a Petén. Este camino es de terracería en gran parte, por lo que se necesitan carros 4×4. El viaje tarda hasta 22 horas.
Ruta 7: Esta es una de las más largas. Inicia en Jutiapa y sigue por Chiquimula, Zacapa, Izabal y Petén. La mayor parte del itinerario se realiza por carretera principal, pero ingresando a Petén la ruta se vuelve de terracería. Esta ruta puede ser hasta de 26 horas.
Ruta 8: Este camino busca pasar por menos carreteras. Comienza en Jutiapa. Luego pasa por Santa Rosa usando uno de los ferris que llegan a Escuintla. Posteriormente, atraviesa Suchitepéquez y llega a San Marcos. Debido al desvío del ferri, el viaje tarda unas 14 horas.
Ruta 9: El camino inicia en Jutiapa, llegando a Santa Rosa, pero en lugar de seguir por tierra caliente, sube al departamento de Guatemala, pasando por Sacatepéquez y bajando de nuevo a la costa por Escuintla, llegando a Suchitepéquez para encontrar las rutas viejas a Retalhuleu y San Marcos, esta ruta recorre casi 500 kilómetros por las carreteras, con un tiempo de 20 horas de ruta.

La conexión Honduras – México
Ruta 10: Iniciando desde el punto fronterizo Corinto, este camino va desde la ruta CA-13 desde Puerto Barrios (Izabal) hacia el norte por Poptún y San Luis (Petén), donde enlazan con caminos rurales que conectan con La Libertad y Sayaxché, puntos cercanos a pistas clandestinas y cruces fluviales, pero llegando a México en un tiempo de 12 horas.
Ruta 11: Este camino comienza en Izabal, pasa por Alta Verapaz y se adentra en las rutas antiguas hacia Petén. Este camino está pavimentado, pero es poco transitado por comerciantes porque no tiene tanta señalización y la carretera no está alumbrada. La ruta puede ser transitada en un lapso de 18 horas.
Ruta 12: Este recorrido inicia en Izabal, pero en lugar de subir a Petén busca bajar a Baja Verapaz para encontrar un camino antiguo por Quiche y así llegar a Huehuetenangol Luego se dirige a la frontera con México. Este camino dura 18 horas.
Ruta 13: Este es el recorrido más largo. El viaje inicia en Morales (Izabal), pero en lugar de transitar por la ruta más corta, pasa por Zacapa, Jalapa y Santa Rosa. Luego toma rutas viejas para llegar a Escuintla. El último tramo a traviesa Suchitepéquez y Retalhuleu hasta llegar a San Marcos. Este camino es de casi 27 horas, debido a que los caminos de la costa están en malas condiciones.

Lo que permiten estas rutas
Estas rutas permiten a los narcotraficantes movilizar droga en vehículos camuflados, con apoyo de redes locales que alertan sobre retenes policiales, según Iván Peña, analista en seguridad y asesor del Ministerio de Gobernación, a Expediente Público.
“Muchos caminos de terracería en zonas remotas son reparados por las propias estructuras criminales, para mantenerlos transitables”, comentó, Peña.
El experto mencionó que detener el narcotráfico es de vitalidad para Guatemala, pero este es un desafío.
“Las redes viales del narcotráfico en Guatemala continúan siendo un reto para la seguridad nacional. Aunque el país no es un gran productor de droga, su ubicación geográfica lo convierte en un puente clave en el tránsito de cocaína sudamericana hacia Norteamérica”, enfatizó.
Los narcotraficantes también utilizan rutas aéreas. Para ello emplean jets privados y avionetas desde Sudamérica. Aterrizan en zonas como Petén y luego cruzan a México. Michael Mérida, exfuncionario del Mingob, señala a Expediente Público, que la vía aérea es más rentable y rápida, y evita controles más estrictos que en rutas marítimas.

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Punto estratégico contra los narcos
Guatemala se ha consolidado como un punto de tránsito clave en el corredor que conecta Sudamérica con Estados Unidos. Según Global Financial Integrity, al menos el 90 % de la cocaína que transita de Sudamérica a EE. UU. pasa por Centroamérica, especialmente Guatemala.
Insight Crime subraya que el país es escenario frecuente de narcotráfico de drogas y armas, en áreas como Petén, Izabal y Escuintla, donde las rutas coinciden con centros de movilidad criminal.
Entre 2007 hasta 2024, se decomisaron unas 247,340 armas. Esto es un promedio de una cada dos horas, según Álvaro Hernández, Comisario de la Policía Nacional Civil de Guatemala.
Un informe del Departamento de Justicia de EE. UU. reveló que aproximadamente el 74 % de las armas de los cárteles salen de EE. UU. hacia México, y muchas continúan su paso por Guatemala, destacando la interrelación entre tráfico de armas y narcotráfico.
Dificultades operativas: recursos limitados
Por medio del vocero, Gabriel Castillo, el Ministerio de Gobernación y la PNC han reconocido que Guatemala no cuenta con recursos adecuados para tener una lucha efectiva contra el narcotráfico.
El analista de seguridad Alan Ferrán aseguró a Expediente Público que no solo es escaso el presupuesto (apenas alrededor de US$1 millón asignado a SECCATID y PNC), sino que esos fondos se destinan principalmente a salarios y gastos operativos, no a equipamiento ni inteligencia.
En la misma línea, Carmen de León, ex miembro del Ejército Nacional, criticó que, en lugar de fortalecer el presupuesto destinado a la lucha contra el narcotráfico, este se haya reducido en un 45 %, por lo cual se fijó el monto de US$1 millón.

Aparte, la Embajada de EE. UU. en Guatemala añadió un aporte extra de US$12.5 millones en 2025 a través del programa INCLE, dedicado al combate al narcotráfico.
De acuerdo con el Ministerio de Gobernación, esos recursos se usan para realizar operativos que le ayuden a identificar cuáles son las rutas narco y, en especial, qué vehículos son usados para el contrabando.
Según datos oficiales, en 2024, se decomisaron 18.2 toneladas de cocaína, cifra histórica que las autoridades atribuyen a una respuesta eficaz y contundente. Sin embargo, en este 2025, solo se ha confiscado tres toneladas y media de droga.
“La Fuerza de Tarea Control Territorial y Fronteras, incluyendo a los Kaibiles, ha sido desplegada en fronteras norte (con México) y sur (Honduras y El Salvador) para frenar tráfico de drogas, nuestro deber es cuidar”, comentó Efraín Mendoza, Coronel del Ejército de Guatemala, destacado en Huehuetenango, departamento fronterizo con México.
La corrupción en gobiernos locales
Varios analistas coinciden en que el paso del narcotráfico por las carreteras de Guatemala se facilita debido a que las mafias han logrado cooptar a las autoridades locales que controlan estas vías.
Mayra López, analista de seguridad internacional, señala a Expediente Público que “el narcotráfico es un aliado de la corrupción y del debilitamiento institucional”; áreas como la Franja Transversal del Norte, costa sur y Petén son ejemplos de zonas donde la ausencia del Estado permite el avance criminal.

Insight Crime reporta que en departamentos como Izabal y Jutiapa —territorios estratégicos para el narcotráfico— hay estructuras mafiosas atomizadas, conformadas tanto por redes criminales como por agentes estatales y políticos que facilitan el tránsito ilícito.
“En Moyuta (Jutiapa), por ejemplo, se ha documentado cómo autoridades municipales funcionan como intermediarios del crimen organizado”, comentó de León.
Daniel Ramazzini, ex agente de la PNC, en calidad de retiro, también comentó a Expediente Público, que “esta colusión se manifiesta particularmente a nivel municipal: redes político-económicas ilícitas, financian campañas, controlan concesiones públicas y reciben comisiones a cambio de protección al narcotráfico”.
Las zonas más afectadas (Izabal, Petén, Escuintla y Jutiapa) coinciden con áreas de alta actividad criminal y baja presencia estatal, por la lejanía con la ciudad de Guatemala, a criterio de Ferrán.