Las estrategias de Rusia para interferir elecciones extranjeras 

Las estrategias de Rusia para interferir elecciones extranjeras

* Personajes prorrusos difunden información electoral en Honduras. Dos especialistas explican las estrategias del Kremlin.

** El Kremlin impulsa operaciones de desinformación que podrían alterar los resultados electorales

*** Estados Unidos, Reino Unido, España y Rumania son algunos de los países que han enfrentado estrategias de desinformación por parte de Rusia.


Yarely Madrid / Expediente Público

El historial de la intromisión del Kremlin en elecciones se amplía. Ya lo ha hecho en Europa y en América, impulsando operaciones de desinformación que infiltran la opinión pública, afectan los resultados electorales y crean una ilusión de consenso.

Usa sus canales estatales, como Russia Today (RT) y Sputnik. También, redes de cuentas falsas en plataformas digitales. Su narrativa penetra con el apoyo de aliados como Nicaragua, Venezuela y Cuba.

Ahora, sus estrategias se dejan ver en Honduras, que celebrará elecciones generales el próximo mes. 

Una investigación de Expediente Público reveló la interferencia en las elecciones hondureñas de ocho personajes extranjeros que mantienen lazos ideológicos y mediáticos con Rusia y su aliado, el régimen venezolano.

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Son el español Pablo Iglesias, la rusa Inna Afinogenova, el expresidente ecuatoriano Rafael Correa, el consultor venezolano Jorge Ladera y cuatro asesores del dictador venezolano, Nicolás Maduro (Luis Salas Rodríguez, Francisco Ameliach, Jorge Rodríguez Gómez y Rander Peña).

Dos especialistas en intervencionismo ruso —Sebastián Grundberger y Marc Marginedas— explican los métodos y las técnicas del Kremlin para entrometerse en las democracias extranjeras.

Una estrategia de desestabilización global

El politólogo e historiador alemán Sebástian Grundberger dijo a Expediente Público que “Rusia tiene un interés al desestabilizar democracias”. Para ello, apoya a todo tipo de candidaturas antisistémicas, ya sean de izquierda o de derecha, a través de operativos virtuales: fábricas de bots, noticias falsas y campañas en redes sociales.

El punto común, explicó el analista, es que “desprestigian la democracia liberal” y promueven una agenda “antioccidental”.

No se trata de ideologías convencionales, sino de modelos afines al autoritarismo. “Prefieren a candidaturas que son antioccidentales, que son anti-Estados Unidos, que son en el fondo antidemocráticos. Eso es lo que les une con esa gente”, subrayó Grundberger.

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Financiamiento opaco: el caso Brexit

Un caso de intromisión rusa fue el Brexit, el proceso electoral por el cual el Reino Unido decidió salir de la Unión Europea (UE), en junio de 2016.

De acuerdo con el excorresponsal español en Moscú Marc Marginedas, dicho referéndum exhibió tácticas de manipulación rusa.

“La campaña que defendía la salida de Gran Bretaña […] recibió donaciones de un empresario que se llama Arron Banks. Este empresario, en realidad, donó una cifra de 9 millones de libras, pero él no tenía recursos para donar esas cifras”, afirmó.

Las investigaciones de The Guardian y BBC Panorama mostraron los vínculos de Banks con empresarios rusos.

Además, el informe del Comité de Inteligencia del Parlamento Británico reconoció en 2020 la interferencia rusa y criticó la inacción del gobierno británico frente al riesgo.

Cambridge Analytica

Otro episodio fue el de Cambridge Analytica, una empresa que ofrecía servicios de campañas políticas basadas en datos.

El problema surgió cuando la compañía utilizó una herramienta de Facebook para realizar investigaciones sobre el comportamiento de los usuarios.

Cambridge Analityca usó esta información para ayudar a la primera campaña presidencial de Donald Trump, 2016, a redirigir sus discursos políticos hacia personas que podían ser influenciadas, en supuesta coordinación con agentes rusos.

El escándalo explotó en marzo de 2018. Medios como The New York Times y The Guardian revelaron que la empresa había utilizado 50 millones de cuentas de Facebook para realizar su modelo de influencia.

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Intercambio de narrativas con regímenes aliados

Según Grundberger, existe una red transnacional que opera a través de medios, figuras públicas y plataformas digitales que repiten las narrativas rusas.

“Tratan de soportar a regímenes autocráticos —Cuba, Venezuela, Nicaragua— que se ayudan mutuamente. Claramente la señora Xiomara Castro está absolutamente un actor clave en esta red”, afirmó.

La presidenta hondureña condecoró a Pablo Iglesias e Inna Afinogenova, antiguas figuras de la propaganda rusa en el canal RT, en mayo del 2025.

Marginedas destacó que, aunque regímenes autoritarios, como Cuba y Venezuela, son socios incómodos porque piden cosas, siguen siendo aliados clave del Kremlin.

Un monitoreo digital de Probox, en alianza con Expediente Público, reveló que los canales estatales y medios afines en Cuba y Nicaragua replicaron un mensaje que solicitaba a la población venezolana a prepararse en armas, luego del fraude electoral de Nicolás Maduro en Venezuela, el año pasado.

Según el artículo, la narrativa bélica promovida por el régimen venezolano se alimentó también de estrategias similares a las empleadas por Rusia, como el uso coordinado de bots, troles y campañas de desinformación en redes sociales.

El rol de las televisoras RT y Sputnik

Uno de los instrumentos clave del Kremlin en América Latina es el canal estatal ruso RT. Grundberger señaló que la estación tiene una basta cobertura a nivel mundial y que muchos países no la regulan como lo hace la UE, que tiene prohibida su transmisión.

Citó la influencia que RT tuvo en las elecciones mexicanas de 2024, apoyando a la candidata electa. “Eso era una tendencia muy clara pro-Claudia Sheinbaum. […] Claramente eso no es una información que aspira a la neutralidad”, enfatizó Grundberger.

También mencionó los casos de Ecuador con Luisa González y Rafael Correa, de Colombia con Gustavo Petro y de Venezuela con Nicolás Maduro, a quienes RT y Sputnik ofrecen cobertura favorable.

RT adapta su propaganda al mercado local

Una diferencia fundamental con respecto a Europa, explicó Grundberger, es que RT sabe adaptar su contenido.

“Usan periodistas de los mismos países […] hacen una programación que es atractiva para el televidente latinoamericano. En Latinoamérica tiene más farándula, reportes sobre crímenes […] mezclan sus mensajes con un producto interesante y atractivo”, manifestó.

De su parte, Marginedas sostuvo: “RT no es un punto de control […] es un instrumento del Estado ruso para usar sus objetivos políticos al exterior”.

Puso como ejemplo la información que RT emitió durante el referéndum de 2017 con el que Cataluña buscó la independencia de España, un objetivo apoyado por Rusia. “Durante el referéndum catalán, RT difundió noticias falsas como disparos en Barcelona, lo que nunca ocurrió”, manifestó.

Marginedas afirmó que, en 2014, RT también desinformó sobre el accidente aéreo de Malaysia Airlines, que explotó cerca de la guerra de Dombás, en la cual separatistas prorusos se enfrentaron al ejército ucraniano.

Según Marginedas, RT emitió una entrevista con un supuesto controlador aéreo que aseguraba que la aeronave estaba rodeada de varios aviones ucranianos, pero el controlador nunca existió.  “Le iban a ofrecer 40,000 dólares por decir esas barbaridades”, dijo Marginedas.

El sitio Bellingcat verificó que ese supuesto testigo era un estafador.

Granjas de bots y hackeo

Marginedas también explicó cómo funcionan las fábricas de bots para manipular elecciones. “Hay una parte que no es muy visible, que es todo lo que tiene que ver con […] el amplio mundo de los bots y del hackeo”, afirmó.

Recordó que, en Rumanía, “la Corte Suprema anuló una elección por la interferencia rusa, porque consideraron que ya no estaban dadas las condiciones a causa de esa interferencia”.

El caso al que se refiere Marginedas es al conflicto electoral en Rumanía de 2024 que se desató tras un resultado sorpresivo en la primera vuelta de las elecciones presidenciales, que más tarde condujo a una anulación histórica por parte del Tribunal Constitucional (CCR).

El 24 de noviembre de 2024, el candidato ultraderechista e independiente Călin Georgescu, conocido por su postura prorruso, euroescéptica y crítica con la OTAN, ganó inesperadamente con el 22.94% de los votos.

Este resultado fue un shock total para la clase política, ya que las encuestas lo situaban con estimaciones de un solo dígito.

El CCR investigó que se habían articulado sofisticadas campañas digitales y uso de algoritmos para aumentar la popularidad de Călin Georgescu.

Dichas campañas se basaban en plataformas como Tik Tok donde el discurso de Georgescu se viralizó rápidamente.

Los informes de inteligencia detallaron que dos semanas antes de la primera vuelta, se activaron 25,000 cuentas en TikTok, supuestamente con una misma dirección IP, dedicadas a promover su contenido.

Los influencers eran contactados y pagados a través de plataformas o directamente por una firma sudafricana, para compartir videos de Georgescu sin marcarlos como publicidad electoral, tal como lo exige la ley, sumando en total más de 8 millones de seguidores.

Complementariamente, los servicios de inteligencia reportaron que Rumanía fue objeto de «acciones híbridas rusas, incluyendo ciberataques» contra los sistemas electorales.

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Misión de Observación

Estos antecedentes de operadores rusos ponen en alerta a Honduras, pues Rusia solicitó participar como observador en las elecciones generales programadas para el próximo 30 de noviembre de 2025.

El canciller hondureño, Javier Bu, envió una carta al Consejo Nacional Electoral (CNE), el 16 de septiembre pasado, en la cual notificó la petición de la Comisión Electoral Central de la Federación de Rusia.

El organismo electoral aún no ha contestado la solicitud.

El oficialismo ha sido cercano al Kremlin. En 2021, Rasel Tomé solicitó públicamente una misión de observación electoral de Rusia para los comicios presidenciales de 2022. Aunque no se concretó, fue el primer gesto formal que reveló el interés del Kremlin en la política hondureña.

En 2023, diputados de Libre visitaron Moscú con todos los gastos cubiertos. Poco después, se abrió una oficina diplomática rusa en Tegucigalpa.

En abril de 2024, Xiomara Castro felicitó personalmente a Vladimir Putin por su reelección, un gesto criticado por países miembros de la CELAC.