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Los retos del Gabinete de Honduras: seguridad y sector social los más críticos

*Existe gran expectativa de los hondureños respecto a si los ministros del nuevo Gobierno de Xiomara Castro sabrán enfrentar los desafíos y atrasos que heredaron.

**En 2020, de 1,3 millones de estudiantes matriculados, solamente 600 mil concluyeron el año escolar. En 2021, el 68% de los estudiantes no recibieron clases por falta de una computadora o acceso a Internet.

***En Honduras la inversión en salud es de apenas 101 de dólares anuales por persona, cuando el promedio mundial es de 628 dólares. El último hospital público de gran escala se construyó en ese país en 1989.


Expediente Público

Con los ministros Daniel Esponda en la Secretaría de Educación y José Manuel Matheu en Salud, el Gobierno de Xiomara Castro en Honduras eligió dos funcionarios que conocen sus sectores, a diferencia del gabinete saliente, que tenía a un ingeniero forestal al frente de Educación y a una profesora en Salud. 

Conscientes que la Secretaría de Educación es una “papa caliente”, el nuevo Gobierno se decidió por un dirigente del gremio. Con Daniel Esponda, un activista formado en el Bloque Popular y líder del Colegio Profesional Unión Magisterial, el Gobierno apuesta por alguien que pueda negociar con su sector.

En Honduras apenas un 17% de su población cuenta con Internet en su casa, uno de los primeros retos de Esponda será generar las condiciones mínimas para retornar a las clases presenciales de la educación primaria y media, ya que desde marzo de 2020 se han mantenido en formato virtual. 

La pandemia del covid-19 ha sido un desastre también para el sistema educativo hondureño. En 2020, de 1,3 millones de estudiantes matriculados, solamente 600 mil concluyeron el año escolar, según datos oficiales. La situación empeoró en 2021, cuando 68% de los estudiantes no recibieron clases por falta de una computadora o acceso a Internet.

Pero la pandemia no es el origen de la crisis del sistema educativo. Con un gremio magisterial enfocado en sus derechos laborales, Esponda asume uno de los sistemas más rezagados de América Latina. Los siete años de escolaridad como promedio nacional resumen su situación.

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Salarios consumen presupuesto educativo

Al frente de la Secretaría de Educación, este historiador, quien también manejó un programa en UNE TV, tendrá el presupuesto más alto de todo el gabinete, el cual asciende a unos 32 mil millones de lempiras (unos 1,3 mil millones de dólares) . Sin embargo, de estos fondos, 72% se destina en salarios, dejando poco margen para la inversión pública.

En las elecciones generales de noviembre de 2021, Esponda fue uno de los candidatos a diputados menos votados por Libre en el departamento de Francisco Morazán. Como ministro, espera tener el apoyo de las seis organizaciones magisteriales de Honduras.

A diferencia de Esponda, el doctor José Manuel Matheu fue uno de los candidatos a diputado más votado en su partido, el PSH. Arrebatado del Congreso Nacional, este especialista en Rehabilitación fue puesto al frente de la Secretaría de Salud, uno de los sectores más cuestionados en el Gobierno del expresidente Hernández.

Criticado por los militantes de Libre, quienes exigían un ministro de su partido, Matheu asume un sistema de Salud prácticamente en ruinas, con una pandemia de la COVID-19 que le exige resultados a corto plazo.

Al igual que Esponda, el sistema que asume Matheu es uno de los más precarios en todo el continente. En Honduras la inversión en salud es mínima, apenas 101 de dólares anuales por persona, cuando el promedio mundial es de 628 dólares. Para el caso, el último hospital público de gran escala se construyó en el país en 1989.

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La expectativa de vida más baja de Centroamérica

Las situación que enfrenta Matheu es alarmante. Con 71,3 años, Honduras tiene la esperanza de expectativa de vida más baja de Centroamérica. Además, presenta el tercer peor promedio en América en cuanto a cantidad de médicos y camas hospitalarias por cada mil habitantes.

Matheu, quien fue exvicepresidente de la junta directiva del Instituto Hondureño de Seguridad Social (IHSS), conoce la politización y la corrupción en el sistema, donde según el Consejo Nacional Anticorrupción (CNA), de cada 100 lempiras (4 dólares) destinados para la salud pública, 49 lempiras (1,99 dólares) se pierden por corrupción.

Este exviceministro del gobierno de Carlos Flores Facussé (1998-2002), quien también es un sobreviviente del Covid-19, contará con unos 16 mil millones de lempiras anuales de presupuesto en su Secretaría, del cual 46% se destina en salarios, mientras 11% es utilizado en compras y suministros médicos.

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Sabillón al frente de Seguridad

En un país que presenta una tasa de cuarenta homicidios por cada cien mil habitantes, donde el crimen organizado ha infiltrado los más altos niveles del Estado, uno de los principales nombramientos del gabinete fue el de Ramón Sabillón al frente de la Secretaría de Educación.

Tras cinco años en el exilio en Estados Unidos, Sabillón regresó a Honduras trece días después de la declaratoria oficial del triunfo de Libre en las elecciones. En el aeropuerto lo recibió Héctor Zelaya, hijo y secretario privado de la presidenta, en su momento coordinador de la comisión del traspaso presidencial.

Este ministro por quienes apuestan los Zelaya Castro, fue el director de la Policía Nacional de Honduras en 2013, donde se dio a conocer al capturar a los líderes del poderoso clan de Los Valle, extraditados a Estados Unidos por tráfico de drogas, también señalados de trabajar con Tony Hernández, el hermano del expresidente Juan Orlando Hernández.

Sabillón adquirió más notoriedad cuando el exmandatario Hernández lo despidió unos meses después de capturar a Los Valle, quienes traficaban drogas para el Cártel de Sinaloa de México. Dos años después, en 2016, Sabillón fue señalado de encubrir el asesinato en 2009 del zar antidrogas, Arístides Gonzáles. Sabillón negó las acusaciones y se asiló en Estados Unidos.

El investigador Óscar Estrada, autor del libro Tierra de Narcos, un estudio de las mafias en Honduras, opina que la percepción de “buen policía” que se tiene sobre Sabillón se levantó desde los medios de comunicación adversos a Hernández.

“Hasta que agarra a Los Valle resulta que Sabillón era el hombre bueno de la Policía. Pero detrás hay demasiadas cosas qué explicar, por ejemplo, ¿por qué guardó silencio en el asesinato de Arístides Gonzáles?», cuestionó Estrada en su entrevista a Expediente Público.

De acuerdo al autor del primer libro sobre el narcotráfico en Honduras, el nombramiento de Sabillón, responde sobre todo a la mala imagen que tiene la Policía en Honduras, «buscan su popularidad para calmar cierta presión, porque esa es una de las instituciones más cuestionadas desde el golpe de Estado».

Otra fuente consultada, quien prefirió guardar su identidad, opinó que con el nombramiento de Sabillón se buscó quedar bien con la Policía y con la Embajada de Estados Unidos, «él es el primer policía de carrera al frente de la Secretaría de Seguridad, además se debía colocar a un funcionario que sabe moverse en los ambientes de la lucha de cárteles».

Estrada coincidió en que existe la venia estadounidense para este nombramiento. Aunque añade, que, según las fuentes consultadas para su libro, en las décadas anteriores, Sabillón supuestamente jugó un papel de doble agente, con la Administración de Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés) y con ciertos grupos de narcotraficantes.

«Es un tema difícil de comprobar, porque se queda más en un asunto de testimonios de personas que ya murieron que lo relacionaron con el narcotráfico, versus a un nombramiento que pareciera tener el visto bueno de la Embajada», opinó Estrada.

Por su parte, Migdonia Ayestas, directora del IUDPAS, reiteró a Expediente Público en los desafíos que debe enfrentar Sabillón, “en este país no solo se trafica drogas, también se está sembrando y procesando cocaína, además está el microtráfico. El combate al narcotráfico debe ser un tema esencial de la presidenta, a través de la Policía y de las Fuerzas Armadas, quienes deben resguardar el territorio y el espacio aéreo”.

Las fuentes consultadas por este medio se preguntan cómo funcionará la relación entre Sabillón y José Manuel Zelaya Rosales, el sobrino político de la presidenta, colocado a sus 34 años al frente de la Secretaría de Defensa, «porque Sabillón no es de los leales del gabinete, él no es partidario. No es ni miembro de Libre, ahí pusieron a alguien que sabe del tema», opina una fuente.

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Un sobrino al cargo de la Defensa

De todos los nombramientos, el que más comentarios generó fue el del ministro de Defensa, un cargo que recae en el joven José Manuel Zelaya Rosales, sobrino y homónimo del expresidente Mel Zelaya, esposo de la presidenta.

“Me sorprendió porque es un cuadro sin experiencia en esa área, ese un puesto sensible y complejo, sobre todo en la lucha contra el narcotráfico”, señaló Estrada. “A él no lo conocía”, respondió por su parte la designada presidencial Doris Gutiérrez. “¿Tiene alguna formación en Defensa?”, consultó otra fuente.

El nombramiento del ministro de Defensa se suma a otros cargos públicos de la familia Zelaya Castro, quienes tienen a Xiomara Castro como mandataria, a Manuel Zelaya como un protagonista primer caballero, a Carlos Zelaya y Hortencia Zelaya Castro en el Congreso Nacional, a Héctor Zelaya como secretario privado de su madre, y la última por confirmarse, a la prima de la presidenta, Doris García, al frente del Instituto Nacional de la Mujer (INAM).

“Estos nombramientos son políticos, que se nombre a la familia deja mucho pensamiento, que no tenga experiencia en materia de Defensa también deja mucho que pensar. Esperaría que repiensen estos nombramientos, que sepan que hay áreas que requieren de mucha experiencia. No lo conozco a él (al ministro de Defensa), no sé su experiencia ni dónde ha trabajado en los espacios públicos para tener un cargo así», comentó a Expediente Público Migdonia Ayestas, directora del Observatorio Nacional de la Violencia (ONV).

Frente a las críticas que hablan de nepotismo, el secretario de la Junta Directiva del Congreso Nacional presidida por Luis Redondo, el diputado Carlos Zelaya, hermano del exmandatario, afirmó en una radioemisora que la designación de su hijo al frente de la Defensa no es ilegal.

“José Manuel Zelaya Rosales está fuera del segundo grado de afinidad y del cuarto de consanguinidad con la presidenta Xiomara Castro, por tanto, no existe prohibición en el nombramiento de secretario de Defensa”, argumentó Carlos Zelaya, conocido popularmente como “Carlón”.

De acuerdo a la Constitución de Honduras, en su artículo 250, se prohíbe nombrar ministros que sean parientes del presidente dentro de su cuarto grado de consanguinidad y segundo de afinidad. Por lo tanto, el nombramiento del sobrino político no violenta las leyes. 

En cuando Héctor Zelaya Castro, hijo y secretario privado de la presidenta, su nombramiento tampoco es prohibido legalmente, porque según el artículo 29 de la Ley General de Administración Pública, su cargo no es una Secretaría de Estado.

Sin embargo, para algunos analistas, nombrar como ministro de Defensa a un familiar de los Zelaya Castro es un mensaje, sobre todo a un homónimo del exmandatario Manuel Zelaya Rosales, quien hace trece años fue sacado de su casa por los militares para enviarlo a Costa Rica durante el golpe de Estado de 2009. 

Carlos Zelaya comentó que la decisión de colocar a su hijo pasa por un tema de confianza y lealtad, “le han dado la responsabilidad de proteger a la Presidencia de la República, porque en el Ministerio de Defensa es donde a veces se planifican los golpes de Estado”, señaló el congresista.

Justamente la figura de Carlos Zelaya le llama la atención a Óscar Estrada, quien comentó que al momento de realizar la investigación para el libro Tierra de Narcos, el nombre de “Carlón” apareció en la boca de varios de sus entrevistados.

“Salía que era el enlace de los carteles durante el Gobierno de su hermano, varias fuentes lo mencionaron. Además, fue señalado por Fredy Nájera quien está preso en EEUU. Hay varios otros narcos de la zona de Olancho que lo vincularon como cercano del narcotráfico”, detalló Estrada. 

Otras fuentes también dudan sobre la hoja de vida del secretario de Defensa, “está su relación con la información, no sé cómo mirarán los militares compartir secretos de Estado con alguien que tiene un medio de comunicación”, comentó un entrevistado que prefirió guardar su anonimato, haciendo referencia al portal informativo Notibomba, supuestamente fundado por el ministro de Defensa.

En sus primeras semanas como funcionario, el sobrino político de la presidenta anunció que se desmilitarizaría el resguardo de los centros penales. Antes, el Gobierno había señalado que la Policía Militar del Orden Público (PMOP) y la Tasa de Seguridad, dos proyectos insignes del expresidente Hernández, seguirán en función.

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¿Operadores políticos?

De acuerdo a los politólogos, un operador político es un negociador con amplia experiencia política que establece acuerdos, cabildea intereses y participa como intermediario en las negociaciones entre diversos grupos de interés.

Los operadores políticos de Juan Orlando Hernández fueron Ebal Díaz, también su extinta hermana, Hilda Hernández. En el Gobierno de Porfirio Lobo Sosa (2010-2014) fueron Hernández Alcerro y María Antonieta de Bográn.

Para algunos analistas, el gobierno de Castro carece de operadores políticos, sobre todo después de la “traición” de Jorge Cálix. Durante el periodo de transición del Gobierno, la figura de Héctor Zelaya, ahora secretario privado de la mandataria, fue quien se encargó de estas funciones.

“Pretenden que sea Héctor Zelaya, su problema es que al negociar él seguirá siendo el hijo de la pareja presidencial. El control vertical de su padre hace que no haya otros operadores. Esa es la gran debilidad de Libre”, comentó una fuente a Expediente Público.

Mientras tanto, los funcionarios del gabinete se instalan en el Centro Cívico Gubernamental, en esos mismos edificios que criticaron cuando eran oposición. Pero ahora Libre y el PSH son el oficialismo. Sobre su accionar, los hechos hablarán por sí mismos.