La institucionalidad democrática debe predominar al negociar con China

Osvaldo Rosales: la institucionalidad democrática debe predominar al negociar con China

*Osvaldo Rosales, exdirector de la Cepal, sugiere implementar políticas industriales para diversificar la canasta de exportaciones a China y “servicios sofisticados de ingeniería”. 

*** “Si fortalecemos esa institucionalidad democrática podemos negociar mucho más confiados y seguros no sólo con China, también con Estados Unidos y Europa”, aseguró Rosales. 


Sharon Ardon / Expediente Público

Desde que China incrementó su presencia en América Latina en la primera década del siglo XXI, se comenzó a asociar con prácticas de corrupción y ausencia de transparencia en la forma en la que hacía negocios.  

Pero el experto economista chileno, Osvaldo Rosales, desafía esta percepción al plantearse la pregunta: «¿Acaso la corrupción en América Latina sería inexistente si no fuera por la presencia de China?». 

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En una entrevista con Expediente Público, el exdirector de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe de las Naciones Unidas (Cepal) señaló que el problema es propio de la región, y “cómo llevamos a cabo políticas internas que refuercen la institucionalidad y la vigilancia”.  

Rosales brindó estas declaraciones durante un encuentro internacional sobre los desafíos que representa China para Centroamérica, organizado por el Instituto Jack D. Gordon de Políticas Públicas de la Universidad Internacional de Florida (FIU).  

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Reforzar la institucionalidad 

Rosales, autor del libro “El sueño chino”, sostuvo que la corrupción y otras irregularidades que derivan de las negociaciones con países, en este caso con China, no son exclusivas, “si no estuviera vinculada a China (la corrupción), estaría vinculada a otro país o a otra cultura”.  

Agregó que en los ámbitos como la institucionalidad, transparencia y vigilancia democrática en los que la región tiene déficit, “tiene que ver más nuestra propia historia, nuestra insuficiente evolución en ese plano”. 

Por lo que aseguró que, si se eliminan esas debilidades, en un futuro se podrá negociar de forma más segura y confiada y no sólo con China sino con países como Estados Unidos y del continente europeo.  

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Diversificar exportaciones 

El economista chileno reconoció que para que la relación entre China y los países del cono sur no gane sólo el país asiático, sino que sea “ganar, ganar”, se debe diversificar la canasta exportadora.  

El experto se refiere a ampliar la variedad de productos y servicios de exportación. En lugar de depender de pocos productos, expandir la gama de bienes.

Asimismo, considera que como países “debemos ser capaces de desarrollar políticas domésticas que estimulen la innovación, la productividad y que den apoyo de gestación de cadenas de valor entre dos o tres países de la región”.  

Aconseja actuar juntos para detectar y llevar a cabo iniciativas de interés mutuo. Esto para que luego entre ellos puedan dialogar mejor con China.  

Enfoque multilateral 

El economista lamentó que en la región de América Latina predomine “el enfoque bilateral, es decir que un país se relaciona directamente con China” y no en conjunto.  

A su criterio, sería preferible que “dos o tres países detecten un proyecto conjunto y esos tres países conversan y posteriormente dialogan con China”. 

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En este sentido, abogó por una mayor colaboración regional, donde varios países de Latinoamérica trabajen de forma conjunta para negociar “tanto acuerdos comerciales como inversiones con China”.  

Obstáculos 

El gran desafío que el experto economista observa entre las relaciones comerciales de China y Latinoamérica es “cómo diversificar lo que estamos vendiendo a China”, considerando que Pekín “sin ninguna duda va a seguir siendo un actor relevante en la economía mundial”.

Cómo la región se vinculará con este nuevo centro que va a continuar dominante en las próximas décadas, es todo un reto, sobre todo porque “va a ser muy difícil hacerlo si seguimos anclados a una canasta exportadora con poca intensidad tecnológica con poco vínculo con el resto de las tecnologías interesantes”, sostuvo.  

“Ese es el principal desafío y no tiene que ver tanto con China, insisto, sino con nuestra propia capacidad de llevar a cabo esas políticas”, subrayó. 

China y América del Sur  

Rosales expresó a Expediente Público que efectivamente, China es el primer socio comercial de América de Sur y concretamente es el primer socio comercial de Brasil, Chile, Perú, Venezuela y Uruguay.

El experto aclaró que ese creciente comercio que se rige entre América del Sur y China en los últimos 20 años se debe a que la región exporta básicamente recursos naturales e importa manufacturas, a lo que se le conoce como “comercio intraindustrial”. 

Sin embargo, el riesgo es que la mayoría de estos países tiene déficit comercial con China. 

Conforme a los datos más recientes del Centro de Comercio Internacional, los países de América Latina que muestran un déficit en la balanza comercial con el país asiático son México, Colombia, Argentina, Guatemala y Panamá.

Es pertinente señalar que un país con déficit comercial es aquel cuyas importaciones superan el valor de sus exportaciones lo que implica que el país está gastando más en bienes y servicios extranjeros de lo que está ganando a través de sus exportaciones.  

De acuerdo al análisis de Rosales, este déficit se debe a que en los tres países se sustenta en dos tres a cuatro productos. Además, Chile, Perú, Brasil y Argentina concentran el 70% del comercio regional. 

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Sostuvo que el desafío es elevar las exportaciones sin dar la espalda a los recursos naturales, pero incorporándoles cadenas de valor con servicios más sofisticados de ingeniería o nuevas tecnologías.

No es un tema de China, es un tema nuestro de cómo llegamos a cabo políticas industriales que permitan diversificar esa canasta exportadora de manera de aprovechar los recursos naturales de que se dispone y hacerlo incorporando tecnología conocimiento”, enfatizó.  

Comercio de Centroamérica es irrelevante 

Rosales explicó que la situación en Centroamérica es distinta debido a que no tiene ese estado de recursos naturales que sí tiene América del Sur.  

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Además, agregó que, el istmo enfrenta competencias con productos chinos en el mercado norteamericano, lo que hace que el comercio de exportaciones con China sea mucho más limitado y, por lo tanto, “el comercio sea de menor relevancia”.