¿Por qué cada año más de 100 mil salvadoreños abandonan el paraíso de Nayib Bukele?

¿Por qué cada año más de 100 mil salvadoreños abandonan el paraíso de Nayib Bukele?

*Un diagnóstico sobre las causas de la migración en este país centroamericano muestra que los salvadoreños siguen huyendo por las mismas razones estructurales de siempre: seguridad y crisis económica.

**Los salvadoreños ocupan el primer lugar entre los solicitantes de refugio en proporción al resto de Centroamérica.

***México recibió un total de 7,798 peticiones de asilo en 2022, que triplica la cantidad que hubo en 2021 cuando hubo casi dos mil solicitudes.


Eric Lemus / Expediente Público

Un estudio sobre migración comisionado por dos organizaciones humanitarias comprueba que los salvadoreños siguen saliendo del país por las mismas razones de siempre: o huyen de la violencia o buscan salir de la crisis económica.

La investigación muestra que, mientras el Gobierno de Nayib Bukele habla de migración inversa, es decir, de salvadoreños que regresan al país, anualmente salen de este país centroamericano un total de 100,000 ciudadanos en busca del sueño americano.

El Comité de Familiares de Migrantes Fallecidos y Desaparecidos de El Salvador (COFAMIDE), junto a la Asociación de Derechos Humanos “Tutela Legal Dra. María Julia Hernández”, destacan que los hallazgos ponen en la agenda un tema que los gobiernos traten de omitir como es el caso de los desaparecidos por la migración.

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Muchos quedan en el camino porque no completan una travesía insospechada y cada vez más peligrosa debido al crimen organizado en suelo mexicano. En agosto de este 2023, la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) remarcó que “los migrantes y refugiados están expuestos a muchos peligros”.

“Nunca conoció a su padre”

Hace 22 años el esposo de Telma Acevedo desapareció en algún lugar del sur de México camino hacia EE. UU. Atrás dejó a dos hijas: una de seis meses y otra de dos años y una madre angustiada a la espera de noticias.

Dos personas que iban en la travesía y fueron deportados le dijeron que lo vieron en Chiapas y luego en Oaxaca antes de tomar caminos distintos.

Dos décadas después, Telma, quien es una de las pioneras de COFAMIDE, sigue en busca de alguna señal del último rastro de su esposo, William Gustavo Pérez.

“Mi hija menor tiene la edad del tiempo que él lleva desaparecido. Nunca conoció a su padre”, relata a Expediente Público esta mujer que en 2006 fundó esta organización al lado de otras madres, esposas y parientes que no descansan en la tarea de encontrar a sus migrantes.

“No se habla de los que se quedaron en el camino, de los desaparecidos, solo se habla de las remesas, de los que sí llegaron y tuvieron éxito”, deplora. 

Salvadoreños en busca de refugio

Algunos de los hallazgos de la investigación, resaltan que la mayoría de los salvadoreños que emigra abandona el país predominantemente en enero, al mismo tiempo que sigue siendo la población con mayor solicitud de refugio.

“Está calificado como un país de tránsito de migración irregular y como un país cuya población emigra principalmente a EE. UU., pero también a Guatemala, México, Canadá, España, Italia, Costa Rica y Panamá”, dijo a la prensa Celia Medrano, la conductora del análisis.

¿Por qué cada año más de 100 mil salvadoreños abandonan el paraíso de Nayib Bukele?

“En México (en el año 2022) El Salvador terminó con 7,798 peticiones de asilo” cuando en 2021 las solicitudes registradas solo fueron casi dos mil, ejemplificó Medrano.

En noviembre de 2022, el presidente Nayib Bukele celebró que El Salvador no fue incluido en la lista de los primeros 10 países con mayor flujo migratorio irregular hacia EE. UU.

Pero la consultora explica que esto sucede como efecto del aumento del flujo migratorio de otras nacionalidades. “Se disparan los datos de otros países, entonces, por supuesto, porcentualmente baja el nivel de El Salvador”, advierte Medrano.

“Si salimos del top 10 de migrantes detenidos intentando cruzar la frontera tiene más que ver no porque han dejado de irse (…) sino porque ha crecido el número de migrantes, por ejemplo, de Nicaragua y Haití hacia EE.UU.”, añade.

Buscar sin descanso

Luis Alberto López, quien también es miembro fundador de COFAMIDE, recuerda que al inicio la organización nació motivada principalmente por el esfuerzo de las mujeres, pues quienes migraban generalmente eran los padres de familia.

Sin embargo, los patrones varían porque debido a la violencia estructural y la falta de empleo en El Salvador empezó a salir del país adolescentes, niños no acompañados y mujeres. 

“Ya llevo 22 años en la búsqueda de mi hermano y una de las dificultades a enfrentar es la indiferencia a la temática. O sea, el inmigrante desaparecido no genera dinero. Entonces, no importaba en ese momento”, observa López a Expediente Público.

El hermano de Luis partió el 26 de febrero de 2001 huyendo del desempleo. En aquel año, este país centroamericano sufrió dos terremotos, el 13 de enero y el 13 de febrero, que devastaron la economía.

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Recuerda que su hermano telefoneó el mismo día que salió de casa para avisar que estaba en la ciudad de Tecún Umán listo para cruzar hacia suelo mexicano.

Sin embargo, luego llegó la noticia de un naufragio en el que presuntamente iba el hermano de Luis Alberto junto a otros migrantes. Cuando una misión humanitaria viajó a Chiapas en busca de información, las autoridades locales desmintieron la existencia del siniestro.

Un banco de ADN

El Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) buscó en 2010 a COFAMIDE para crear un banco de ADN y mejorar la búsqueda con información científica y precisa.

El equipo de EAAF, que es reconocida por la identificación de desaparecidos de la dictadura en Argentina, contribuyó en la fundación de una base de datos genética con muestras recopiladas de familiares de Guatemala, Honduras, Costa Rica, El Salvador, Chiapas y el Estado de México.

Gracias a las gestiones realizadas por COFAMIDE, el año 2011 el Gobierno del expresidente Mauricio Funes aprobó una ley especial para enfrentar la problemática y también creó el Consejo Nacional para la Protección y Desarrollo de la Persona Migrante y su Familia (CONMIGRANTES).

“Ahí fue donde se trató de posicionar más el tema de los desaparecidos. Pero, en este transcurso ha habido cambios que lastimosamente han venido a botar todo lo que nosotros habíamos trabajado o a dificultar porque nos han puesto diferentes dificultades para seguir posicionando el tema”, explica López a Expediente Público.

Recientemente, el miércoles 27 de septiembre, la Asamblea Legislativa que es controlada por el partido de gobierno Nuevas Ideas (NI) disolvió CONMIGRANTES y pasó sus competencias al Ministerio de Relaciones Exteriores, concretamente al Viceministerio de Diáspora y Movilidad Humana.

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La diputada del partido Vamos, Claudia Ortíz, fustigó la medida porque el presupuesto del Consejo pasa al Presupuesto General de la Nación, además de que anula la presencia de la sociedad civil.

“La disolución de COMIGRANTES implica quitarle espacios de participación a las asociaciones de salvadoreños radicados en el exterior, y la posibilidad de participar en la revisión y en la propuesta de leyes y de políticas públicas para atender en tema de la migración”, declaró Ortiz en el pleno legislativo.

La otra cara de la migración

Omar Jarquín, el apoderado legal de COFAMIDE, insiste que el trabajo de esta organización es mostrar el otro lado de la migración.

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“Nos toca ver situaciones como la de jóvenes que salen con la ilusión de que van a sacar de la pobreza a su familia; pero, en realidad, regresan en un ataúd. Y eso pudo haberse evitado si hubiera tenido condiciones para forjar un futuro en el país”, dice Jarquín a Expediente Público.

Jarquín perdió a su hijo David Alexander hace más de nueve años cuando el joven llegó a Reynosa, en la frontera con EE. UU., y no hubo más comunicación.

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El activista, sin embargo, mantiene su esperanza de que al margen de los cambios “sigan trabajando con el Gobierno en turno porque Cancillería es parte del banco forense de migrantes no localizados”. Tras la presentación del estudio, la investigadora a cargo, Celia Medrano, dijo que una de las principales dificultades que hubo para desarrollar el diagnóstico fue la restricción a la información pública y estadísticas sobre la migración irregular.

“No puede abordarse la multicausalidad del fenómeno de la migración porque la gente nunca va a decir la razón de por qué sale del país si justamente se siente en riesgo en El Salvador”.

Por su lado, el coordinador de la Asociación de Derechos Humanos “Tutela Legal Dra. María Julia Hernández”, Ovidio Mauricio, opinó a Expediente Público que la utilidad de la información obtenida “permite entender la complejidad del fenómeno porque El Salvador sigue siendo un país expulsor de su propia población”.

Durante la semana del 16 al 20 de octubre de este 2023, la Red Jesuita con Migrantes organizó el coloquio académico “Libres de elegir si migrar o quedarse”, al que asistió Expediente Público.

El sacerdote jesuita Rafael García, que preside la parroquia Sagrado Corazón de Jesús en la ciudad El Paso, en Texas, manifestó que el flujo de migrantes aumenta los últimos años.

“El problema de la migración radica en los países de origen que no están generando mejores condiciones de vida en los pobladores”, opinó el religioso. “Refleja el fracaso de la humanidad de los sistemas políticos, económicos y sociales”.