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Puente aéreo de Nicaragua a Cuba esconde grandes intereses económicos y estrategias políticas contra E.E.U.U

*Gobierno nicaragüense autorizó el pasado 22 de noviembre libre visado para migrantes cubanos, que buscarían viajar a México y EE. UU.

**La aerolínea Conviasa reanudó sus vuelos directos desde La Habana hasta Managua el pasado 15 de noviembre, a un precio exorbitante de casi U$2,000 por persona, en un país sumido en la pobreza y la escasez cotidiana.

***Expediente Público te explica las razones por las que el gobierno cubano impulsa la migración, qué hay detrás del libre visado que declaró el régimen de Nicaragua, el posible panorama migratorio y sus eventuales consecuencias.

Expediente Público

La travesía que los cubanos deben atravesar en busca de libertad democrática, económica y de desarrollo es calificada por expertos como una crisis humanitaria, desprendida de la falta de garantías que tienen tanto dentro de la isla como fuera de ella: “Si un migrante cubano ingresa a territorio mexicano donde lo quieren deportar y Cuba dice ‘no, no lo acepto’, ese migrante se convierte en un desterrado, alguien sin patria y sin tierra”, explicó a Expediente Público el especialista en migración cubana, Leduan Ramírez.

La  llegada de cubanos a Nicaragua, a raíz del libre visado que otorgó el régimen Ortega-Murillo el pasado 22 de noviembre y la reapertura de vuelos directos de La Habana a Managua, es interpretada por analistas consultados como la construcción de un puente para que migrantes cubanos puedan llegar a México y a Estados Unidos, lo cual implica además de un negocio jugoso con la venta de pasajes aéreos, una táctica política de parte de Cuba para generar presión y liberar tensión dentro de la isla comunista.

La aerolínea Conviasa, empresa venezolana sancionada desde 2020 por EE. UU debido a lazos con el gobierno de Nicolás Maduro, está ofreciendo los vuelos directos La Habana-Managua desde el pasado 15 de diciembre de 2021 a un costo de casi U$2,000.

“La migración cubana ha sido utilizada recurrentemente e históricamente por el gobierno cubano como una válvula de escape. Es un mecanismo utilitarista que se emplea para expulsar del país cualquier fuerza de oposición o grupo que le pueda ser disidente en un determinado momento”, describió Ramírez.

La situación de tensión que se vive dentro de Cuba a raíz de las protestas que se llevaron a cabo el pasado 11 de julio, donde el régimen desencadenó una serie de estrategias represivas y violentas para «apaciguar” el ambiente y evitar otro levantamiento, acrecentó el descontento social.

El número de presos políticos aún no es preciso, pero según la Organización Cuban Prisioners Defenders, se registran más de 800 personas detenidas arbitrariamente y al menos 671 de estos casos son del 2021.

Migración: pieza clave en estrategias del régimen cubano

“El mensaje es claro: Cuba le dice a Estado Unidos facilítame y quítame las sanciones que tienen sobre mí, porque si no te voy a enviar a mis cubanos para allá”, enunció Ramírez.

La migración es considerada por el gobierno cubano como un objeto, un “peón sacrificable”, según lo describe Ramírez: “el régimen cubano lo utiliza como táctica de manipulación en un intento de “liberar la presión interna”, pues así es como el gobierno hace que su población ya no piense en un levantamiento, ni en el descontento social y político, sino que se enfoque en lograr «huir” de la isla.

En sentido contrario, las medidas de sanción y retención migratoria que Joe Biden está retomando del gobierno de Donald Trump, generan temor e incertidumbre por parte de los migrantes que desconocen cómo reaccionará el gobierno estadounidense: “creo que sí puede ser que Estados Unidos cierre aún más el control sobre la migración cubana”, advierte Ramírez.

Esto no es una maniobra política reciente: “Lo hicieron en los 60, también en 1980 con la embajada del Perú y la crisis del Mariel, lo hicieron en el año 94 con el Malecón Azul y en el 2015 con el restablecimiento de relaciones entre Estados Unidos y Cuba”, informó el especialista en migración.

Nicaragua como puente migratorio

“En Nicaragua solo hay unos 900 cubanos residiendo y trabajando, no es un destino turístico para los cubanos y no tiene una zona de libre comercio, ni un gobierno democrático. Sería salir de una dictadura para entrar a otra, entonces el único interés (de los cubanos) es utilizarlo como trampolín para llegar a Estado Unidos”, observó Ramírez.

Después de la crisis migratoria de 2015, cuando Nicaragua impidió con policías y soldados el desplazamiento de cubanos que iban en caravana a Estados Unidos, se registraba una gran afluencia de migrantes cubanos en los mercados más importantes de Nicaragua, haciendo compras al por mayor de productos escasos en la isla para posteriormente re venderlos. 

La expectativa ahora es distinta

Según la plataforma del Banco Mundial (BM), Datos Macro, uno de los mayores destinos que los migrantes latinoamericanos llevan en mente son Estados Unidos y Europa.

La apertura del puente aéreo Managua-La Habana, permite que los migrantes caribeños acorten su paso a Estados Unidos, al evitar emprender su viaje por la región del Darién, la selva que conecta a Panamá con Colombia. 

El régimen de la isla realizó una alianza con Nicaragua a través de la política del libre visado, que, según Ramírez, responde a diversos factores, entre ellos económicos: venta de boletos aéreos, recursos extra por permisos de ingreso a Nicaragua, transporte interno, compras de mercancías y algo de turismo.

El especialista considera que esta decisión usualmente se toma determinando “la importancia de que un grupo ingrese a territorio nacional y con qué objetivos”, es decir, “que en muchas ocasiones se otorga a aquellas naciones que se consideran que sus pobladores no son posibles migrantes”.

El negocio y las ganancias de Nicaragua 

El aviso del libre visado por parte del gobierno nicaragüense solo hace rememorar la crisis migratoria del 2015 donde al menos 8,000 cubanos estuvieron varados en la frontera de Costa Rica con Nicaragua, recordó Ramírez, cuando Nicaragua no permitió el paso de los migrantes al militarizar la frontera. 

El régimen de Ortega y Murillo había estado obedeciendo firmemente las cercas migratorias con Cuba, pues los migrantes debían tramitar una visa que tenía una duración de solo 30 días y máximo 90 ¿Qué hizo que el régimen cambiara de opinión y se prestara como trampolín migratorio para Cuba? Se pregunta Ramírez.

Leer más: Nicaragua: libre visado a Cuba agudizaría estado de la migración a EE.UU

La decisión fue dada a conocer el pasado 22 de noviembre mediante una nota de prensa que justifica la medida para “impulsar el comercio, el turismo y los lazos familiares”.

“El negocio redondo que hay detrás de esta migración solo el pasaje ida y vuelta de La Habana a Managua está costando alrededor de cuatro mil dólares que van a ser pagados por las familias que están en el exterior, porque en Cuba, desgraciadamente no hay las condiciones para tener esa suma de dinero”, expuso Ramírez.

El negocio involucra a los regímenes de Cuba, Nicaragua e incluso Venezuela, beneficiada a través de Conviasa, aerolíneas que cobrará los vuelos directos La Habana-Managua.

Adicional a esto implica un movimiento económico basado en gastos de hoteles, comida, trasiego, entre otras cosas, a las que se le incorpora el tráfico de personas, los “coyotes” y “polleros” que, acorde al especialista en migración, operan mientras “las autoridades se hacen de oídos sordos y de vista gorda para atender este problema”, denunció Ramírez.

Posible panorama y consecuencias 

Tras la apertura de vuelos expertos advierten que la afluencia de cubanos se irá dando de manera escalonada, pues es importante tomar en cuenta que no se conoce cuántos cubanos tienen el dinero para afrontar el gasto que implica la migración y sobre todo el miedo de no ser aceptados desde la frontera mexicana.

“Llegas a frontera norte y tienes que esperar en México que estás condicionado a que te acepten o no te acepten el asilo. Y que, si no te lo aceptan, te deporten a Cuba y por lo tanto todo lo que hiciste es en vano”, explicó Ramírez.

¿Cuáles son las posibles consecuencias o respuesta de parte de Estados Unidos? Armando Chaguaceda, politólogo e historiador cubano, explicó a Expediente Público que las repercusiones se pueden ver en tres dimensiones: geopolítica, económica y cívica.

Si el gobierno de Estados Unidos decide responder, según el especialista, puede traer impactos para Cuba y Nicaragua, al igual que para la ola de migrantes: “en el ámbito geopolítico y diplomático puede generar tensiones adicionales con Estados Unidos, pero también con otros países que van a tener que procesar el tránsito, que puede unirse al de otros centroamericanos migrantes guiados por la mafia, y la ola de cubanos a partir de Nicaragua”.

“No es igual la migración que se produce a través de poblaciones que escapan de países donde hay violencia criminal o pobreza, donde eso mismo es lo que los expulsa, a las migraciones donde los Estados no ofrecen oportunidades, pero si tiene un control de territorio. Tal es el caso de Cuba y Nicaragua que son Estados fuertes en el control de territorio y hay una responsabilidad en hacer esta jugada en este momento usando a migrantes como arma política para presionar a Estados Unidos”, expuso Chaguaceda.

Cubanos sin garantían dentro y fuera de la isla

«A un cubano le dicen mira, te voy a dar un boleto de avión, pero el avión cuando esté en el aire se va a caer y el cubano dice no importa dónde caiga. A ese nivel hemos llegado dentro de lo imaginario, no importa donde caigas ¿si caen en el Pacífico? Yo me las arreglo ¿si cae en el medio de la selva? Yo me las arreglo ¿y si muere? da igual. Pero a ese nivel hemos llegado”, compartió Ramírez.

La violencia, la represión, las detenciones arbitrarias y la instrumentalización de la justicia, el hostigamiento, amenazas constantes son algunas de las situaciones que la población cubana debe de soportar, así lo registra la Organización no gubernamental Cubalex

El autoritarismo cubano incentiva la migración para intentar desmovilizar las fuerzas opositoras en Cuba: “Esto ante un contexto agravado por la pandemia, por la mala gestión gubernamental frente a la inversión en sector salud, vivienda, infraestructura pública y por lo tanto tratar de cambiar un poco. Lo hacen para que los que los cubanos vean nuevamente la posibilidad de emigrar como la única salida que tienen a sus problemas”, manifestó Ramírez.

«La única salida para resolver sus problemas”, a los que el especialista hace referencia ante el precario escenario de protección y garantías de los derechos humanos dentro de Cuba, es la migración. Esto se deja en evidencia en múltiples ocasiones, pero una de las más recientes fue en las protestas masivas de este año, donde la violencia descomunal fue ejercida por el Estado, pues según Ramírez, los ciudadanos estaban manifestándose de manera pacífica. 

El imaginario del éxito es el incentivo de los migrantes, quienes salen de su país en busca de una vida plena: “bajo ese imaginario es como tú puedes explicar que los cubanos se lancen a la selva del Darién, recorran casi 11 países. Eso es lo que mueve la imaginación de voy a salir de aquella cosa. Donde no era nadie y voy a llegar a un lugar donde voy a poder comer. Tan básico como eso”, resaltó Ramírez.

Chaguaceda señala que la situación de estos migrantes es una emergencia humanitaria pues “son migrantes que están desprovistos de cualquier protección legal, humanitaria y que rebasan las capacidades de las agencias humanitarias a las naciones unidas”. 

“Las historias que yo escuchaba cuando yo hacía las entrevistas me decían nos tratan como a perros. Nosotros los cubanos no tenemos derecho. A nosotros nos morimos y no nos recogen. A nosotros nos comen los animales en la selva, nos ponen la punta de pistola, en la cabeza. Violan a las mujeres, los casos son horrorosos”, contó Ramírez.

Sostén económico de la isla

La FE o “Familia en el Extranjero”, es un acrónimo que utilizan lo cubano para un dicho local que alude que “la salvación de los cubanos está en la FE”, esto también teniendo en cuenta que según el experto en migración “por cada cuatro ciudadanos cubanos, uno está en el extranjero. En cada familia, en Cuba, al menos tienen a un familiar en el extranjero”. 

Ramírez continuó explicando: “cuando el cubano en la isla no tiene para comer y de pronto al gobierno se le ocurre poner una medida de ordenamiento monetario que produce una inflación del 6,000 %. Teniendo en cuenta que Cuba no tiene los recursos para que con tu trabajo y salario puedas hacer frente a esa inflación ¿Quién, quien suple esa inflación? Pues la migración, a través de las remesas”. 

Esto tiene que ver a su vez con las consecuencias que explicó Chaguaceda, pues a mediano o largo plazo visualiza un escenario similar para Nicaragua, mientras que en Cuba es una estrategia económica consolidada desde hace años: en los últimos tres años se está instaurando una situación similar en el país centroamericano, con el tema de la migración como una válvula de escape a la crisis económica y política a través del envío de remesas.