Verificamos: ¿La Policía de Honduras es la más corrupta del mundo?  

Verificamos: ¿La Policía de Honduras es la más corrupta del mundo?  

* El candidato presidencial por el Partido Liberal, Salvador Nasralla, declaró que, “según una encuesta mundial, Honduras tiene la Policía más corrupta”. 

** Expediente Público encontró la encuesta y verificamos que no tiene una metodología confiable. 

*** Un estudio nacional muestra que, para los hondureños, la Policía es la tercera institución más corrupta del país centroamericano. 


Sharon Ardon / Expediente Público 

El candidato presidencial por el Partido Liberal, Salvador Nasralla, se refirió a la corrupción de la Policía Nacional de Honduras, el pasado 5 de agosto, para criticar a la actual administración.  

“Un amigo, Álex Laínez, me acaba de mostrar una encuesta mundial donde aparece que Honduras tiene la policía más corrupta del mundo”, afirmó.  

Agregó que Paraguay aparece en segundo lugar y Venezuela, en tercero. Nasralla publicó video con estas aseveraciones en su cuenta de X. 

Expediente Público verificó estas afirmaciones y las catalogó como poco confiable.  

Si bien la encuesta que mencionó Nasralla existe y hay otras que muestran el rechazo a la Policía de Honduras por percibirla con alto nivel de corrupción, no hay evidencia sólida y confiable que coloque al país centroamericano con la policía más corrupta del mundo. Por lo que la afirmación del candidato presidencial proviene de un índice sin respaldo técnico ni institucional. 

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Especialistas consultados por Expediente Público coincidieron en que no hay suficiente evidencia técnica para afirmar que esa institución sea la más deshonesta del mundo. 

¿Cuál es la encuesta que citó Nasralla? 

Nasralla se refirió al Índice de Percepción de la Corrupción Policial 2024 elaborado por el portal Index Mundi y replicado por diversos medios internacionales.  

Index Mundi no es una encuestadora, sino un portal de datos que se especializa a la visualización de distintas estadísticas a nivel mundial.  

El sitio fue fundado por Miguel Barrientos, tecnólogo formado en el Instituto Tecnológico de Massachussets (MIT) con experiencia en inteligencia empresarial y almacenamiento de datos; y Claudia Soria, economista y emprendedora digital. 

El cuestionario al que se refirió Nasralla está alojado en la página web de Index Mundi en la que cualquier usuario puede votar en línea. La pregunta que se plantea es “¿Qué tan grave es el problema de la corrupción policial en el país donde vive?”.  

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El usuario debe escoger el país donde reside, sin que el sistema haga una verificación de esa respuesta, y luego debe escoger entre estas opciones: No es un problema, Problema menor, Problema promedio, Problema grave y Problema serio. 

Honduras y su policía 

En el caso de Honduras, 644 personas respondieron a esa interrogante, según el propio portal. En este, Honduras ocupa el primer lugar, entre 100 países, con una percepción de corrupción policial de 8.32 puntos.  

El portal de Index Mundi no explica cómo otorga ese puntaje, sobre cuánto es ni cómo interpretarlo. 

Lo cierto es que, en su índice de percepción de la corrupción policial, a Honduras le siguen Paraguay, Venezuela, Uganda, Guatemala, Ucrania y México. 

Honduras también aparece en primer lugar en otro cuestionario de Índex Mundi referente a la corrupción del gobierno, con 8.59 puntos, seguida de Ucrania, Venezuela, Guatemala, España, México y Brasil. Y en el de corrupción del sistema judicial esta segunda, con 8.24 puntos, por debajo de Ucrania. 

Para el experto en seguridad, Edgardo Mejía es pertinente indagar en las métricas que se tomaron en cuenta para posicionar al país como el más corrupto.  

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“Hay bastante aristas y escenarios que se deberían evaluar para saber tomar una determinación de esa magnitud”, sostuvo Mejía a Expediente Público.  

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Percepción de corrupción  

Nelson Castañeda, director de Seguridad y Justicia de la Asociación para una Sociedad más Justa (ASJ) explicó a Expediente Público que “no se sabe si es veraz y objetiva esa fuente que comparte Salvador (Nasralla), pero se adhiere mucho a la situación del país”, en alusión al contexto de corrupción que vive Honduras.  

Lo que tiene respaldo en mediciones internacionales más amplias es el Índice de Percepción de la Corrupción 2024 (IPC), elaborado por Transparencia Internacional que ubica a Honduras en el puesto 154 de 180 países. El país obtuvo una calificación de 22 puntos, un retroceso de un punto en comparación al año anterior. 

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Este estudio mide la percepción de la corrupción de forma global, en cada país, y no por instituciones. Combina valoraciones de expertos y encuestas de opinión para medir cómo se perciben los niveles de corrupción en los países. 

Desconfianza en la policía de Honduras

Esa percepción negativa de los hondureños hacia los entes policiales también se confirma en encuestas nacionales.  

El más reciente sondeo de opinión pública del Equipo de Reflexión, Investigación y Comunicación (ERIC-SJ), reveló que la corrupción, en general, es vista como el cuarto principal problema del país. 

Al preguntar por las instituciones más corruptas del país, el Congreso Nacional ocupa el primer lugar con el 80.6% de percepción negativa, seguido del Gobierno Central con el 76.2% y la Policía Nacional con el 75.6%.   

Victimización por soborno policial 

Además, datos del Barómetro de las Américas de 2023 reflejan que el 12% de hondureños declaró que un policía le pidió soborno.  

Un conductor de InDriver, que por motivos de seguridad pidió mantenerse en el anonimato, relató a Expediente Público haber sido víctima de un intento de soborno por parte de un agente policial en la Colonia Loaque de Tegucigalpa, capital de Honduras, mientras realizaba una carrera en horas de la noche.

Según su relato, fue detenido por oficiales que le atribuían varias faltas por su licencia y su vehículo que él asegura no cometía.  

“Me inventó farias faltas y me dijo ‘esto te va a salir caro’”, dijo. Al negarse el conductor, el policía insistió que era motivo de decomiso del vehículo.

El conductor pidió entonces que le multaran, y fue allí donde el policía le dijo “cáete con algo”, es decir, que le diera dinero para dejarlo ir. 

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Esa percepción data de hace décadas 

La desconfianza en la policía hondureña es un problema arraigado. En 2021, una encuesta de la Asociación para una Sociedad Más Justa y el World Justice Project (WJP), reveló que siete de cada diez hondureños desconfiaban de la Policía Nacional.

Esta percepción se ha mantenido en el tiempo y uno de los factores que contribuye es la supuesta vinculación de miembros de la Policía con el crimen organizado.  

Por ejemplo, el estudio del Centro de Estudios para la Democracia (Cespad), titulado ¿Fracaso o éxito? A 9 años, un análisis de la depuración policial en Honduras”, afirma que la corrupción policial y las violaciones flagrantes a los derechos humanos no son nuevos  

El análisis de CESPAD señala que desde 2011, la Policía ha estado envuelta en múltiples escándalos que revelaron la existencia de redes delictivas operando dentro de la institución, con participación desde altos mandos hasta agentes de base. 

Actos delictivos 

Según el estudio del Cespad, esos actos dirigidos desde la cúpula policial evolucionaron de delitos comunes a formas de criminalidad organizada con vínculos directos al narcotráfico, donde la policía llegó a desempeñar funciones como escoltas y sicarios de los carteles.   

Estos señalamientos llevaron, entre 2016 y 2018, a una separación del 35% de los uniformados, es decir 4,627 miembros.   

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Sin embargo, en 2023, bajo el actual gobierno de Xiomara Castro, se reincorporaron a sus labores cerca de 2,000 policías depurados. 

Y en agosto de 2025, se registraron dos hechos que reavivaron la desconfianza ciudadana ante la Policía. El 17 de agosto, en el municipio de Tela (Atlántida), un agente policial fue capturado mientras asaltaba a un poblador.  

Dos días después, en el municipio de San Juan Pueblo, del mismo departamento, la Agencia Técnica de Investigación Criminal (ATIC) detuvo a un policía, acusado de asesinar a Brayan Díaz (29 años), quien estaba bajo custodia policial.

Crisis institucional 

Para César Espinal, coordinador del Observatorio de Política Criminal Anticorrupción del Consejo Nacional Anticorrupción (CNA), existe una crisis institucional profunda marcada por impunidad, abuso de poder y vínculos de exjefes policiales con el narcotráfico.  

Espinal recordó a Expediente Público que varios exjefes policiales hondureños enfrentaron juicio y recibieron condenas en Estados Unidos por sus nexos con redes de narcotráfico.

Parte de esa larga lista de condenados por la Fiscalía del Distrito Sur de Nueva York incluye a Juan Carlos “El Tigre” Bonilla, exjefe de la Policía Nacional de Honduras, condenado el 1 de agosto de 2024 a 19 años de cárcel.

En ese sentido, para el investigador “cuando se captura el poder, la institucionalidad deja de funcionar y la corrupción se va entronizando más en el aparato estatal, dificultando recuperar la finalidad de la institucionalidad pública”.  

Captura del poder 

Esta captura institucional también se refleja en la política interna de la Policía. Nelson Castañeda, de la ASJ, coincidió en que la dependencia política es uno de los factores centrales de la crisis de credibilidad. 

“La Secretaría de Seguridad la dirige un político (Gustavo Sánchez) porque es elegido por la presidenta; él mismo ha manifestado que es político y se debe a las instrucciones de la presidenta”, dijo.  

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Certificación continúa 

Para Espinal, las encuestas sirven como radiografías de los problemas estructurales que se pueden aprovechar para impulsar mejor dentro de la misma.  

A su consideración, estas mediciones podrían “servir a las autoridades a dinamizar procesos depurativos y de certificaciones continuas” basadas en estándares internacionales y buenas prácticas de otras policías del mundo.