* Una proyección de votos realizada por Expediente Público muestra que el voto de los migrantes en Estados Unidos podría ser el factor decisivo de los comicios en Honduras.
** Se estima que las actas con inconsistencias representarían más de cuatrocientos mil votos, los cuales podrían impugnarse.
*** Se proyecta que Nasry Asfura y Salvador Nasralla superen el 1.2 millón de votos cada uno, al finalizar el escrutinio.
Ariel Torres
Especial para Expediente Público
La estrecha diferencia entre los candidatos Nasry “Tito” Asfura y Salvador Nasralla para alcanzar la Presidencia de Honduras dejaría la definición en los votos de los migrantes, los cuales no han entrado en el conteo todavía. Las actas con inconsistencias, que pueden ser impugnadas por ambos candidatos, también jugarán un papel clave para establecer el desenlace.
El Consejo Nacional Electoral (CNE) habilitó urnas solamente en Estados Unidos. Según el censo del Registro Nacional de las Personas (RNP), alrededor de 400 mil hondureños estaban habilitados para votar en ese país.
Una proyección estadística realizada por Expediente Público indica que, al final del conteo, existirían alrededor de 2742 actas con inconsistencias, lo que representaría 457,914 votos en disputa, los cuales pueden ser impugnados.
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Esta proyección fue elaborada con base en los resultados transmitidos hasta el mediodía del miércoles 3 de diciembre, con el 77.6% de las actas transmitidas, equivalente a 2,539,520 votos, cuando Nasralla, el candidato liberal, superaba a Asfura, el aspirante nacionalista, por 16 mil votos.
El análisis mostró que, si las tendencias de las actas transmitidas se mantuvieran hasta el final del escrutinio, sin variación alguna en cada departamento de Honduras, Asfura terminaría aventajando a Nasralla por menos de 20 mil votos.
La proyección es un estimado basado en los avances del CNE y no debe interpretarse como una proclamación de resultados ni de triunfadores. Su precisión dependerá del comportamiento final de las tendencias en cada departamento y de la evolución de las variables aún inciertas.
Hoy, jueves, con el conteo superando el 84%, el candidato Nasry Asfura aventaja el escrutinio con unos 8,500 sufragios a su favor.
Las encuestas anticipaban unas elecciones cerradas, pero no con el nivel de estrechez mostrado hasta ahora, ni con el marcado declive del oficialismo, relegado a un distante tercer lugar. Al momento, Asfura acumula 1,084,393 votos; Nasralla, 1,075,524; y la candidata de Libertad y Refundación (Libre), Rixi Moncada, 519,111.
Resultados de la proyección
El 3 de diciembre, con el 77,6% de las actas registradas, el candidato nacionalista encabezaba la votación en 11 de los 18 departamentos, mientras que en los siete restantes Nasralla mantenía la ventaja. Sin embargo, el avance del conteo variaba ampliamente entre territorios.
Por ejemplo, Cortés, bastión del liberalismo y el departamento con mayor nivel de transmisión, había procesado ya el 87.45% de sus actas; mientras que Intibucá, uno de los principales centros de apoyo al nacionalismo, apenas alcanzaba el 69.53%.
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Para elaborar la proyección, Expediente Público estimó el porcentaje pendiente de transmisión reportado por CNE hasta el mediodía del miércoles, y tomó como referencia el porcentaje de votos que cada uno de los cinco candidatos presidenciales acumulaba en los departamentos.
Los resultados proyectados indican que, de mantenerse las tendencias actuales, el candidato liberal alcanzaría 1,268,691 votos, por debajo de los 1,281,357 estimados para su contendiente nacionalista. Más atrás, la candidata de Libre llegaría a 617,397 votos; Nelson Ávila, del Partido Innovación y Unidad (Pinu), sumaría 26,821; y Mario Rivera Callejas, de la Democracia Cristiana (DC), 5,364 votos.
De mantenerse las tendencias observadas en los tres primeros días del escrutinio, el nacionalista cerraría con 40.05% de los votos a nivel nacional, por encima del aspirante liberal, que llegaría a 39.65%. Más abajo aparecerían Moncada con 19.3%, Ávila con 0.84% y Rivera Callejas con 0.17%.
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El nacionalismo concentra sus esperanzas en el incremento de votos provenientes de los departamentos de Olancho, Lempira, Francisco Morazán y El Paraíso. Por su parte, los liberales observan con atención el comportamiento de Atlántida, Cortés y Yoro. En el resto del país, una mayoría dominada por el Partido Nacional, las diferencias entre ambos candidatos no son tan pronunciadas.
Un desenlace en manos de los migrantes
En una contienda tan reñida, cada detalle puede inclinar la balanza. Hasta el mediodía del miércoles, los votos blancos ascendían a 49,630 y los nulos a 93,221. Además, se habían reportado 2,177 actas con inconsistencias. Esas son tendencias que se espera que también se mantengan hasta el final del escrutinio.
Según las actas contabilizadas, el 1.94% de los votos son blancos y 3.65% nulos. Esto significa que, sobre los 3,199,630 votos proyectados para la contienda presidencial, podrían esperarse aproximadamente 62,073 votos blancos y 116,786 nulos. En unas elecciones así de cerradas, estos montos habrían sido suficientes para definir al ganador.
Por otra parte, según los datos del CNE, cada acta contiene en promedio 167 votos. En consecuencia, las 2,177 actas con inconsistencias, registradas hasta el miércoles, equivalían a unos 363,559 votos que podrían ser impugnados por cualquier candidato. Al finalizar el conteo, se proyecta que existirían alrededor de 2742 actas con inconsistencias, lo que representaría 457,914 votos en disputa tras el primer recuento.
A lo anterior se suma el voto en el extranjero. Aunque en España residen cerca de 171 mil hondureños, el CNE autorizó la votación únicamente en Estados Unidos, donde viven más de un millón. Según el censo del Registro Nacional de las Personas (RNP), alrededor de 400 mil personas estaban habilitadas para votar en ese país, lo que representa el 6.13% del padrón electoral (6,522,577 electores).
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En total, se instalaron 12 centros de votación con 15 Juntas Receptoras de Votos (JRV) en Estados Unidos. Aunque aún no se han divulgado los datos oficiales de participación del 30 de noviembre en ese país, se espera que el voto de los hondureños migrantes resulte decisivo en el conteo final.
Sin embargo, en un escenario donde la diferencia entre los dos principales candidatos sigue siendo mínima, tanto las actas por impugnar como el voto en Estados Unidos, definirían el resultado final.
Sería la primera ocasión en la historia electoral hondureña en que los migrantes se convierten en el factor decisivo de unos comicios. El llamado “departamento 19” podría dejar de ser solo el motor económico del país para convertirse también en el factor decisivo del futuro político de Honduras.
