Así se arruinó en Honduras la posibilidad de tener una ley para proteger derechos de adolescentes

Así se arruinó en Honduras la posibilidad de tener una ley para proteger derechos de adolescentes

* La influencia religiosa choca con las demandas de una educación integral de prevención de embarazos por parte de las organizaciones civiles en Honduras. 

***Helmer Barahona, pastor evangélico de una iglesia en la capital hondureña percibe “un espíritu perverso” en el contenido de la Ley Integral de Prevención de Embarazos en Adolescentes.


Sharon Ardon / Expediente Público

En Honduras se había logrado un avance significativo en la protección de los derechos de las mujeres con la aprobación de la Ley Integral de Prevención de Embarazos en Adolescentes.  

Sin embargo, este avance se frenó por la controversia generada a raíz de argumentos planteados por movimientos conformados por grupos de padres de familia y sectores religiosos.  

Estos grupos alegaron que la ley tenía como objetivo implementar la «ideología de género» en los niños y niñas hondureñas, aunque en la legislatura no haya referencia a ese concepto. 

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El veto de Castro

Pero la presidenta Xiomara Castro cedió a las presiones religiosas y vetó la ley, a pesar de que Honduras es un estado laico.  

Edgardo Casaña, diputado por el Partido Libertad y Refundación (Libre) criticó porque se retrocediera en uno de los logros más significativos en la lucha porque en las escuelas se enseñe sobre la importancia de la sexualidad responsable. 

(El veto) “fue producto de haber polarizado a la sociedad con argumentos falaces, mintiendo, usando la fe, usando posturas extremistas y radicales ultraconservadoras en este país”, afirmó a Expediente Público el también presidente de la Comisión de Educación del Congreso Nacional.

Se tergiversó la ley

Casaña afirmó que “quienes han traído el tema sobre ideología de género a la discusión pública son los que han venido a cuestionar la ley”, sin que tengan sustento en las críticas.  

Como comisión dictaminadora, hemos garantizado que la Ley de Educación Integral de Prevención al Embarazo Adolescente en Honduras, no promueva la ideología de género”, sostuvo Casaña. 

La diputada por el Partido Salvador de Honduras, Ligia Ramos manifestó a Expediente Público que no solo había votado a favor de la ley, sino que también luchó por su aprobación, pero esta ley “fue tergiversada totalmente porque las iglesias, los fundamentalistas religiosos siempre están evitando de que las personas entiendan o que se toquen los temas de educación sexual”. 

A raíz de esas interpretaciones a la ley, se conformaron plataformas como “Por nuestros hijos” llevando como slogan “Con mis hijos no te metas” con el objetivo de frenar lo que para ellos significaba “el intento de introducir la ideología de género en los textos educativos”.

¿Con qué están en desacuerdo?

Los grupos religiosos en Honduras han expresado preocupación y oposición hacia dos conceptos clave: inclusión y género puesto que consideran que estos términos no deben formar parte de la educación sexual integral porque temen que se enseñe a los niños a adoptar identidades diferentes. 

Además, han hecho hincapié en el concepto de «ideología de género,» que, aunque no existe como término formal, ha sido utilizado por grupos conservadores en la región a nivel latinoamericano para oponerse a estas ideas.  

Esta idea se ha vinculado directamente con la inclusión de género reforzada cuando el ministro de educación, Daniel Esponda, rompió públicamente una Guía de Inclusión de Género en el Aula durante una entrevista transmitida a nivel nacional aludiendo que “nosotros no vamos a venir a promover valores que están en contra de nuestra Constitución”.  

Sin embargo, la guía que fue elaborada y aprobada por la Secretaría de Educación durante el Gobierno de Juan Orlando Hernández en 2018 y que fue diseñada principalmente para orientar a los docentes en la tarea de educar desde una perspectiva de género, no promueve en su contenido, ideología de ningún tipo.  

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“Espíritu perverso”

Helmer Barahona, pastor evangélico del ministerio cristiano Filadelfia brindó una entrevista a Expediente Público en la que declaró que está en contra de esta ley que “vulnera el derecho de los padres de familia de escoger la educación de sus hijos” y de todas aquellas “que vulneren la moralidad, los valores y la familia”.  

El pastor analizó que “el espíritu de la ley no está solo hablando de sexualidad, tiene un trasfondo mucho más allá de eso”, y que a su percepción la ideología de género está implícita precisamente en el contenido de la misma.

Aunque explícitamente la ley no hace mención de ideología o identidad de género, Barahona relató que el punto que no les pareció es donde dice que toda la acción va a ser integrada, “esa palabra integral ya la hemos escuchado en otros lados”, y que por lo mismo si la vuelven a ratificar en el Congreso “volverían a las calles”, a excepción de que se cree un nuevo proyecto y se cambie la integralidad de la ley.  

A Barahona, el término “integral” le hace ruido porque supone que se van a abordar todos los temas integrales y abiertos, en el que le darán a conocer al niño que tiene derecho a escoger su género, y eso, a su criterio, “no es cierto”.   

Otros argumentos del movimiento “Por nuestros hijos” 

Asimismo, la plataforma “Por nuestros hijos” presentó una serie de argumentos contra la Ley de Educación Integral en Honduras, principalmente cuestionando su enfoque de género, la supuesta injerencia internacional y la efectividad de la ley en la prevención del embarazo adolescente y el abuso infantil.

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Cecil Flores, madre de familia y miembro del movimiento «Por nuestros hijos,» explicó a Expediente Público que el movimiento «Por nuestros hijos» surgió en respuesta a la preocupación por las implicaciones ideológicas y de género de la nueva malla curricular propuesta por la Secretaría de Educación, que finalmente se tradujo en la aprobación de esta ley.  

También resaltó que una de principales razones por las que se manifestaron en contra de la que la ley fue porque excluyeron de la discusión a los padres de familia, violando el artículo 152 de la Constitución que establece que los padres tienen el derecho preferente para escoger la educación de sus hijos. 

El gerente de la Federación Nacional de Instituciones Educativas Privadas de Honduras, Carlos Sabillón agradeció el que se vetara esta ley ya que, de esa manera, se obliga al Congreso a elaborar una nueva ley que sea consensuada con los principales sectores “como centros educativos privados, organizaciones magisteriales, padres de familia, las iglesias también porque tienen mucho que decir en esto y solamente lo habían hecho con grupos interesados”.

Responsabilidad de los padres

En entrevista con Expediente Público, la madre de familia, Kenia Escoto mostró su apoyo a la implementación de la educación sexual en las escuelas, pero con un enfoque general y adecuado para la edad.  

Escoto considera que la profundidad del tema es responsabilidad esencialmente de los padres debido a “que no todos los niños tienen la madurez emocional, unos pueden ser más ingenuos que otros dependiendo de la crianza, valores que le han dado y hasta incluso la capacidad intelectual que tengan”.   

Agregó que, “si un niño es demasiado inocente, hasta le puede despertar esa curiosidad que tal vez no era su momento de hacerlo” por lo que reitera en que las instituciones no deberían de profundizar en el tema, pero sí enfocarse más en la “prevención a que un niño a futuro sea violentado sexualmente”. 

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Separación entre religión y Gobierno

La influencia de la religión en un estado laico como Honduras es un asunto complejo. Si bien la libertad religiosa es fundamental en toda nación, los expertos subrayan que las políticas deben centrarse en la justicia y el bienestar social, no basadas en creencias religiosas de los tomadores de decisiones.  

Grecia O’Hara, activista trans, expresó a Expediente Público la contradicción que percibe entre el principio de laicidad del estado hondureño y la influencia del fundamentalismo religioso en las decisiones y en diversos aspectos de la sociedad hondureña. 

En esencia, lo que Grecia considera es que, aunque Honduras se define como un estado laico en su Constitución, está el tema de la percepción religiosa “muy marcado en la toma de decisiones de nuestro país, en la educación, laboral, médico en todos los espacios”.  

“Lo que sí sentimos es que no debería ser de esa forma, que la religión de las personas tenga influencia en las decisiones que se toman a favor de los derechos humanos”, externó.  

¿Qué procederá con la ley?

El futuro de la Ley de Educación Integral para prevenir el embarazo adolescente en Honduras se encuentra en una encrucijada, ya que diferentes sectores mantienen opiniones divergentes sobre su contenido.   

La feminista Ligia Destephen sostuvo que, aunque la aprobación de una nueva ley o la modificación de la actual requeriría un proceso largo y complicado, desde la sociedad civil y diversas organizaciones, incluyendo grupos de mujeres feministas y la coalición en defensa de la educación integral de sexualidad, seguirán presionando para lograr la implementación de una educación sexual integral en el país.   

“Todavía no está claro cuál va a ser la ruta que va a tomar el gobierno va a ser una nueva ley, va a modificar esta, creo que es una gran pregunta que tenemos que hacerles a ellos, pero nosotros sí vamos a seguir”, expresó Destephen.   

Por su parte, Cecil Flores del movimiento “Por nuestros hijos”, dejó entrever que su posición siempre ha sido a favor de una educación sexual, pero con un enfoque que involucre a las familias y sin incluir la perspectiva de género en la enseñanza. 

De igual manera, el pastor evangélico Helmer Barahona reafirmó su oposición a la ley actual y declaró que, si se ratifica en el Congreso, estarían dispuestos a llevar a cabo protestas nuevamente. Argumentó que se necesita un nuevo proyecto que elimine ciertas palabras y cambie la integralidad de la ley y “dejarles a los padres de familia el derecho referente a los padres de escoger la educación de sus hijos, eso es innegociable”.