B2-1

Ausencia de Honduras en Alianza para la Prosperidad de las Américas la aleja más de Estados Unidos

*Analistas coinciden en que la Alianza es un proyecto de contención ante la presencia china en la región.

**Xiomara Castro “atrapada como nunca antes” entre su relación con Nicaragua y los Estados Unidos.


Expediente Público

La ausencia de Honduras en la Alianza para la Prosperidad de las Américas es un mensaje político que los Estados Unidos lanzan al gobierno de la presidenta Xiomara Castro, dijeron analistas consultados por Expediente Público debido a los acercamientos que el gobierno de Castro ha tenido con China y Nicaragua y por los enfrentamientos diplomáticos con la embajada estadounidense.

Los analistas coinciden en su visión de que la Alianza es un proyecto de contención ante la presencia china en la región y que no se trata de un tema de ideologías de “derecha” o “izquierda”, sino que surge en el contexto de una reconfiguración del orden internacional.

Plan de recuperación económica

El plan Alianza para la Prosperidad Económica en las Américas fue anunciado por el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, en la apertura de la Cumbre de las Américas, celebrada en junio de 2022, a la cual no asistió la presidenta Castro. Tampoco los presidentes Nayib Bukele, de El Salvador ni Alejandro Giammattei, de Guatemala.

El plan “está dirigido a impulsar la recuperación económica equitativa e invertir en las familias trabajadoras de todo el hemisferio”, dijo Biden.

El 27 de enero, la Casa Blanca difundió una declaración conjunta sobre la Alianza, integrada por doce países, entre los que no figuran Honduras, Guatemala y El Salvador.

Para el analista internacional Carlos Cascante Segura, que los países del Triángulo Norte hayan quedado fuera de la Alianza no quiere decir que los Estados Unidos les vayan a quitar cooperación o que la promesa que hizo la vicepresidenta Kamala Harris de llevar inversión quede eliminada.

Dijo a Expediente Público que la iniciativa tiene un foco político y que los tres gobiernos han tenido enfrentamientos muy fuertes con los Estados Unidos, “y me parece que por ahí anda la razón de que no entraran en esta declaración”, la cual ha sido planteada por el país norteamericano “como un lanzamiento de reconstitución” de sus relaciones con América Latina.

“También es importante establecer los esfuerzos, y esto lo desconozco, que hicieron los tres países para ingresar, o lo vieron desde un punto de vista de visión de soberanía nacional como una intromisión de Washington en sus asuntos internos”, apuntó Cascante.

El investigador y analista Carlos Murillo Zelaya dijo a Expediente Público que Estados Unidos solo se preocupa de América Latina cuando las cosas se comienzan a complicar, lo que llamó “la política del bombero”, que solo sale cuando hay un incendio.

Y ahora está preocupado, por eso se está viendo en Honduras, El Salvador y Costa Rica a los embajadores estadounidenses dando declaraciones sobre asuntos domésticos, lo que ha derivado en conflictos diplomáticos, afirmó.

Lea también: Esto es lo bueno, lo malo y lo feo del primer año de gobierno de Xiomara Castro en Honduras

Visiones particulares más que ideologías

Una de las reacciones que generó la ausencia de Honduras en la Alianza fue la de la diputada por el Partido Salvador de Honduras (PSH), Maribel Espinoza, quien pidió en su cuenta de Twitter una explicación, “¿o quienes suscribieron son imperialistas”, remató con ironía.

Y es que México (cuyo presidente, Manuel López Obrador, tampoco asistió a la Cumbre de las Américas) aunque Chile y Colombia, que tienen gobiernos de izquierda, integran la Alianza.

Cascante Segura, quien es catedrático de la escuela de Ciencias Políticas de la Universidad de Costa Rica, señaló además que “pesos pesados” como Brasil y Argentina también quedaron fuera de la declaración y habrá que ver si realmente la iniciativa tiene éxito cuando no cuenta con la participación de socios grandes.

Murillo Zamora por su parte explicó que Honduras, como el resto de América Latina, atraviesa una coyuntura muy particular en donde hay una lucha de distintos frentes.

“Aunque hablan de una marea rosa en América Latina, eso no es cierto”, dijo el también  investigador y catedrático de Relaciones Internacionales de la Universidad Nacional de Costa Rica, para quien los conceptos de “izquierda” y “derecha” son un error, ya que son propios del siglo XX.

Lo que pasa es que todavía no se han generado nuevos conceptos para explicar las diferencias de criterios ideológicos en este momento, “por eso hablo yo a veces de ‘izquierda’, pero con esa advertencia de que no tiene sentido”, agregó.

Coyuntura internacional

La gestión de la presidenta Castro “no es la misma” de Gustavo Petro en Colombia o de Gabriel Borik en Chile, ni de Alberto Fernández en Argentina o de Luiz Inácio Lula en Brasil, porque “son enfoques muy diferentes y ahí hay una lucha de poder más entre visiones particulares”.

Además: Estado de excepción en Honduras todavía no reduce la extorsión

La Alianza para la Prosperidad de las Américas surge en el contexto de una coyuntura mundial “que no podemos perder de vista, que es Ucrania, no por la guerra en sí, sino por toda la reconfiguración del orden internacional”, dijo Murillo Zamora.

Organismos internacionales como la Organización de Estados Americanos (OEA) o la Organización de Naciones Unidas (ONU) ya no tienen mucha capacidad de acción ni de gestión, entonces aparecen foros como CELAC (Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños), la Alianza para la Prosperidad y una serie de iniciativas que “al fin y al cabo son impulsadas por algunos gobiernos para contrarrestar la acción de otros”.

En ese sentido, Honduras queda atrapada “como nunca antes lo había estado”, entre los compromisos que tiene la presidenta Castro con la pareja presidencial en Nicaragua, pero también con la relación con los Estados Unidos.

El mensaje de Estados Unidos con la Alianza es “primero, que no se comprometa tanto con Nicaragua, y es que desde mi perspectiva la presidenta Castro está atrapada en los compromisos que tiene su esposo con la gente que está refugiada en Managua”, dijo Murillo.

“El asunto es quiénes presionan dentro de Honduras y fuera de Honduras a la Presidenta para que asista o no asista a algo, diga o no diga algo, en ese sentido, la situación es compleja”, indicó el investigador costarricense.

Acercamientos con China

Otro elemento relevante de la Alianza es que es un proyecto de contención ante un aumento de la presencia china en la región, “y ahí puede ser una clave, cuán cercanos se han mostrado ciertos gobiernos a China”, dijo Cascante Segura.

Los Estados Unidos dejan a ciertos actores fuera de la Alianza, “porque es una forma de contrarrestar la presencia de China, no solo en términos de relaciones diplomáticas, sino en términos de proyectos de inversión”, dijo también Murillo Zamora.

“Si vos ves la lista de los que están incluidos, y por eso te decía antes que no tiene nada que ver con izquierda o derecha, es porque está lanzándole un mensaje”, continuó el investigador.

A su criterio la lista de la Alianza no tiene que ver tanto con la situación política interna, porque entonces deberían haber dejado fuera a Perú, “si no es viendo desde Washington la posición que hay” en América Latina en el contexto global.

Honduras, próximo aliado de China

Entonces, el otro mensaje que Estados Unidos envía a Honduras tiene que ver “con los acercamientos con China, porque se dice que el próximo país en América Latina que pasará a ser aliado de China es Honduras, no Paraguay, que era el que se suponía que iba a ocurrir”, amplió Murillo Zamora.

Cada uno de los países que están incluidos en la Alianza tiene situaciones particulares y todos tienen relaciones con China, pero Honduras está en una posición muy débil, añadió.

Comparó la decisión de dejar fuera a unos e incluir a otros con un juego de ajedrez, en el que hay un montón de piezas, pero el movimiento de cada una de ellas se debe hacer sin perder de vista la perspectiva de todo el tablero.

“Es lo que en este momento está haciendo Estados Unidos, o sea, ve que comienza un incendio en América Latina, ve que ahí hay un actor, que es China, también Rusia, pero Rusia es en otros términos”.

Y China está muy interesado en inversiones, Estados Unidos “entonces dice: ‘bueno, tengo que darles una especie de elección, unámonos todos en un esquema de prosperidad económica porque el 2023 no va a ser un año muy fácil en economía para ningún país en el mundo y así apago la posibilidad de un gigantesco incendio en la región’”.

La decisión de dejar fuera a Honduras tendría que ver también en lo poco que podría aportar en este momento a la iniciativa.

Es de mencionar que la declaración de la Alianza deja abierta la puerta para integrar “en el futuro a otros socios del hemisferio”.

Murillo dijo que “no vería a Honduras entre los primeros que logren integrar, porque ahí faltan nombres de más peso” que los países del Triángulo Norte, con los cuales Estados Unidos tiene un enfoque muy diferente, además de una situación muy compleja.

“Cada uno de los mandatarios de esos tres países tienen proyectos muy diferentes, estilos muy diferentes”, dijo el analista, quien recordó que en el reciente Índice de Percepción de la Corrupción los países centroamericanos, incluida Costa Rica, no salen muy bien evaluados.

Reacción del gobierno

El canciller Enrique Reina declaró el 2 de febrero a un canal de televisión que la Cancillería recibió una nota del secretario de la Presidencia, Rodolfo Pastor, “para que oficialicemos el interés de Honduras de formar parte de esta iniciativa”.

A fondo: El Presupuesto General de la República de Honduras ahora usado como arma política

Dos días antes, el vicecanciller Tony García restó importancia a la ausencia de Honduras en la Alianza.

“Es que no estamos todos y no pasa nada”, dijo el funcionario, quien también apuntó al hecho de que el anuncio de la Alianza ocurrió siete días después de la cumbre de la CELAC a la que asistió la presidenta Castro.

“No sabemos si esto es una respuesta de ellos por lo del CELAC, no lo sabemos, pero no pasa nada, no pasa absolutamente nada”, insistió.

Pero para Murillo Zamora es una respuesta enmarcada dentro de la diplomacia, “pero en el fondo claro que es una exclusión” y “a lo interno del gobierno de Castro debe haber un resentimiento” porque los dejaron fuera.