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Blas Ramos, un empresario del transporte con aspiraciones legislativas

Expediente Público

Blas Ramos es un político campechano, de los que se ufanan por su forma llana de hablar. Empresario y dirigente del transporte, este es su tercer intento para llegar al Congreso Nacional de Honduras, donde promete introducir propuestas particulares, como ordenar a las empresas telefónicas para que regalen dos horas de conectividad gratis (entre las cinco y las siete de la mañana), con el objetivo que la población aprenda los idiomas inglés y mandarín.

Proveniente de una familia de transportistas, Blas Ramos egresó de una universidad de San Diego, California, Estados Unidos, como mecánico industrial. Su padre fue un dirigente del Partido Nacional, coordinador del transporte para las campañas presidenciales del exmandatario Rafael Leonardo Callejas (1990-1994) y de Oswaldo Ramos Soto (un controversial diputado, señalado por su supuesta complicidad en la desaparición de universitarios en la década de los ochenta), a quien Blas considera un «gran hombre del partido, con quien tiene una afinidad de ideas».

Bajo la tutela de su padre, Blas Ramos inició su carrera política como activista, pegando stickers y manejando buses para las campañas presidenciales de Oswaldo Ramos Soto, de Nora de Melgar y de Ricardo Maduro, «durante esos procesos me tocó ser un soldado más», recuerda.

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Su trayectoria política

Posteriormente, Ramos se lanzó como candidato a diputado con el Movimiento Nacional Rafael Callejas (Monarca), liderado por el expresidente Rafael Leonardo Callejas (declarado culpable en Nueva York por conspiración, crimen organizado y fraude en el escándalo conocido como «Fifagate»). «Durante esa campaña me faltó trabajar a nivel de municipios de Francisco Morazán», argumenta Ramos cuando explica su pérdida electoral.

Blas Ramos aduce que es nacionalista pero no miembro del gobierno, por lo que acepta dos desaciertos del mandato de Juan Orlando Hernández, «con los hospitales móviles pudimos haber evitado muchísimo de la pandemia, todavía esperamos verdaderas acciones en contra de los responsables (…) Tampoco me gustan los cobros del peaje en la red nacional, no puede ser que se cobre por una carretera que se hizo con dinero de Estados Unidos».

Afiliado activo del Movimiento Scout, Ramos promete legislar para construir una bodega y un comedor público en el Hospital Escuela, para que la gente que tiene parientes enfermos pueda dormir y comer gratis. También ofrece promover la educación trilingüe en las escuelas públicas, con el fin de egresar perfiles orientados a los Call Centers.

Su fórmula política la completa con Karen Cerrato, su diputada suplente. Cerrato es una activista que ha trabajado para las dos campañas de Juan Orlando Hernández, a quien en reiteradas ocasiones le ha manifestado su «convicción y lealtad». Ella fue precandidata a diputada en los comicios anteriores, en un proceso donde fue víctima de una extorsión misógina y de violencia política, cuando de forma anónima se publicaron fotos íntimas suyas a través de las redes sociales. 

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Regala gallinas en la campaña

Fiel a su estilo campechano, previo a las elecciones internas y primarias del pasado 14 de marzo del 2021, Blas Ramos regaló miles de gallinas en las zonas pobres del departamento de Francisco Morazán; también es conocido por entregar tamales durante las navidades en los hospitales públicos. Seguramente, para los comicios generales del próximo 28 de noviembre, este empresario del transporte no tendrá problemas en proveerles comida a sus activistas y en movilizar a sus votantes a las urnas.