* El partido de gobierno, Libre, encabeza la campaña contra el Consejo Nacional Electoral incrementando la incertidumbre en los comicios.
** A cinco meses de las elecciones generales, el órgano electoral de Honduras sufre ataques para erosionar su confianza en los resultados de las elecciones.
*** Tiziano Breda, analista internacional, advierte que amenazar la institucionalidad es peligroso en el contexto electoral.
Sharon Ardon / Expediente Público
En un escenario político cada vez más polarizado, la palabra «fraude» vuelve a dominar el discurso en Honduras. Esta vez, las acusaciones no vienen de la oposición, sino del propio partido de gobierno, Libertad y Refundación (Libre), que se juega su continuidad en el poder en las elecciones generales del 30 de noviembre de 2025.
El eje del conflicto es el modelo de Transmisión de Resultados Preliminares (TREP), aprobado por mayoría en el pleno del Consejo Nacional Electoral (CNE).
Sin embargo, el inconforme con la decisión es el consejero Marlon Ochoa, representante de Libre, al considerar que se retoman los esquemas cuestionados en las elecciones de 2017, operados entonces por Mapa Soluciones, empresa dirigida por Faustino Reyes.
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Acciones contra el Consejo Electoral de Honduras
En 2017, Libre acusó a esta compañía de facilitar el triunfo de Juan Orlando Hernández (Partido Nacional) mediante supuestas irregularidades en el sistema TREP.
El 29 de septiembre de 2021, el Ministerio Público inició una investigación sobre el contrato de Mapa Soluciones con el Tribunal Supremo Electoral (TSE) y exmagistrados por presunto fraude electoral en 2017. No obstante, la investigación no derivó en denuncias formales en los tribunales.
“Lo mismo intentaron en 2021, pero el fraude fue derrotado”, escribió Ochoa en su cuenta de Twitter, ahora X.
Gobierno y su candidata contra el Consejo Electoral
Inflamando la “guerra” interna en el CNE se sumó la candidata presidencial oficialista, Rixi Moncada, quien el 17 de junio sostuvo que existe una supuesta conspiración dentro del consejo electoral para manipular los comicios.
Moncada no presentó pruebas de sus acusaciones. Expediente Público buscó a la candidata para ahondar al respecto, pero no hubo respuesta.
Pero públicamente la candidata acusó a las consejeras Ana Paola Hall y Cosette López, de actuar a favor de los opositores Partido Nacional y Partido Liberal.
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¿Estrategia electoral de Libre?
Analistas y actores políticos interpretan la narrativa de fraude como una estrategia preventiva del partido Libre ante el riesgo real de perder las elecciones de noviembre en Honduras.
Para el analista senior para América Latina y el Caribe en ACLED, Tiziano Breda esas denuncias “afectan la legitimidad y la confianza de la población en la institucionalidad y el proceso mismo”.
Además, dice a Expediente Público, abren la posibilidad de que los mecanismos legales sean desplazados por movilizaciones sociales como vía para resolver disputas electorales.

Breda considera especialmente grave que estas acusaciones de fraude provengan del propio partido oficialista de Honduras, cuando las instituciones ya están bajo su control.
Tiziano Breda es coordinador asociado de análisis en el Proyecto de Datos sobre Ubicación y Eventos de Conflictos Armados, (ACLED, por sus siglas en inglés) y miembro del Instituto de Asuntos Internacionales.
¿Teme Libre perder las elecciones en Honduras?
Para el politólogo Edgardo Rodríguez, las acusaciones de Moncada son “falsas y demagógicas”, y reflejan más el temor de Libre ante su debilidad electoral que una amenaza real al proceso.
“Lo que está reflejando la candidata de Libre es un enorme temor, no a un fraude, sino que un temor a su debilidad, a su baja o pobre aceptación en la ciudadanía”, señaló Rodríguez a Expediente Público.
En términos similares, el analista Olban Valladares opinó que la candidata Rixi Moncada «se está curando en salud”, creando un clima de sospecha anticipada como mecanismo defensivo ante una posible derrota.
“Se está inventando un fraude, alimentando la idea, desplegando todos los mecanismos de publicidad, insistiendo en el tema para que la población vaya formándose una idea preconcebida de que habrá un fraude”, refirió a Expediente Público.
Mientras el diputado nacionalista Kilvett Bertrand advirtió que las declaraciones de la candidata Rixi Moncada «desconocen una decisión legal” del CNE, lo que interpreta como un ataque a la institucionalidad electoral por parte del oficialismo.
Bertrand dijo a Expediente Público que «movilizar a sus violentos colectivos” de Libre es muestra de que el oficialismo “insiste con un discurso de odio, de división y de ataque al órgano electoral”.
Convocan a los grupos de choque
La dirigencia del gobernante Libre convocó a los colectivos del partido a movilizarse el 26, 27 y 28 de junio.

En consecuencia, la presidente del CNE, Cossette López solicitó al jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas, Roosvelt Hernández como al ministro de Seguridad, Gustavo Sánchez reforzar la seguridad en las instalaciones del órgano electoral.
Los colectivos son grupos organizados por el Partido Libre que los usa en movilizaciones, protestas y son señalados como fuerzas de choque contra adversarios políticos.
Fractura interna en el CNE de Honduras.
Pero el conflicto expone las fisuras internas en el CNE a cinco meses de los comicios.
El 15 de junio, por mayoría de votos el CNE aprobó el mismo modelo de TREP usado en las elecciones de 2017, en las que Libre, con su candidato presidencial Salvador Nasralla perdió frente a Juan Orlando Hernández.
Hoy Hernández está condenado a 45 años de cárcel de por narcotráfico en Estados Unidos, luego de ser extraditado. En tanto Nasralla rompió la alianza con el oficialismo y nuevamente busca la presidencia de Honduras, pero con el Partido Liberal.
Según Ochoa, en el actual proceso se alteró el dictamen de la Asesoría Legal del CNE al añadirse cláusulas que permiten una supuesta “intromisión humana” en el proceso de conteo, y calificó esa decisión como un “acto de fraude tramposo”.
Por ello, solicitó una segunda opinión jurídica a través de la Secretaría General del órgano electoral, argumentando que el modelo aprobado es “inconstitucional e ilegal”.
Debate por la venezolana Smartmatic
Pero la presidenta del Consejo Electoral, Cosette López, defendió el modelo aprobado asegurando que busca “un equilibrio responsable entre tecnología y control ciudadano”. Afirmó que rechazar el nuevo mecanismo sería contra la transparencia misma del proceso electoral.
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Entre tanto, el candidato Nasralla —quien apoya a las consejeras Hall y López— también expresó reservas, pero centradas en la empresa Smartmatic, encargada de la transmisión preliminar de los resultados de las elecciones en Honduras.
Recordó los cuestionamientos hacia esta firma por su papel en elecciones en Venezuela.
“El sistema presenta mejores condiciones, pero habrá, como en las primarias, control venezolano de Smartmatic que trataremos de equilibrar”, declaró Nasralla a Expediente Público.

Smartmatic International Holding, una empresa de dueños venezolanos fundada en Estados Unidos en el 2000, ha ofrecido de seguridad electoral a varios países de la región. Sin embargo, la empresa enfrenta acusaciones por corrupción y lavado de dinero.
También es señalada por haber colaborado con el régimen de Nicolás Maduro para facilitar su permanencia en el poder mediante fraude en las elecciones de 2018.
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¿Qué se debate?
En el CNE se aprobó el cambio que obliga a verificar los datos transmitidos electrónicamente con las actas físicas originales de cada mesa electoral o Junta Receptora de Votos (JRV), antes de publicar los resultados preliminares.
Pero el consejero Ochoa votó en contra. Aseguró que la Asesoría Legal del CNE dictaminó el pliego de condiciones para contratar el TREP, pero sin los tres párrafos de intromisión humana que luego fue agregado. Esa decisión la respaldaron las consejeras que representan a los partidos Nacional y Liberal.
“El pretender aplicar el mismo dictamen legal, después de centralizar ilegalmente el conteo de las actas, es por sí mismo, un acto de fraude tramposo”, insistió el funcionario que defiende los intereses del oficialista Libre.
La candidata oficialista Moncada también señaló que los partidos opositores “saben cómo están las encuestas y saben que están derrumbados”.
¿Qué dicen las encuestas?
Sin embargo, los datos de opinión pública muestran un escenario reñido entre los candidatos presidenciales en Honduras.
El promedio nacional publicado por Dato World, en mayo ubica a Moncada con 29.9% de apoyo ciudadano, apenas detrás de Nasry “Tito” Asfura (31.1%) y casi empatada con Nasralla (29.8%). El Dato Word está basado en mediciones de Paradigma, Opinómetro y TResearch.
Por su parte, una encuesta del Equipo de Reflexión, Investigación y Comunicación (ERIC) muestra un debilitamiento del partido de gobierno, solo 15.9% expresó preferencia por Libre, por debajo del Partido Nacional (23.2%) y del Partido Liberal (17.1%).
Incluso en la percepción ciudadana de quién ganará las próximas elecciones, el Partido Liberal lidera con un 39.1%, mientras que Libre alcanza apenas el 25.6%.