* Expediente Público accedió a la guía que aplican doce agentes estadounidenses en Guatemala.
** Implementan herramientas para hacer espionaje digital y en territorio, geolocalizar a objetivos en tiempo real y hasta predecir delitos.
*** Los agentes usan tecnología de punta como drones de última generación, cámaras infrarrojas y rastreadores electrónicos.
Marysabel Aldana / Expediente Público
Doce agentes estadounidenses siguen un meticuloso plan en Guatemala para recapturar a 15 reos que se escaparon de la cárcel en octubre pasado. Expediente Público accedió al documento, que lleva por título “Guía para atrapar a pandilleros fugados de la cárcel Fraijanes, con técnicas especializadas del FBI y conducta criminal”.
El plan determina tres líneas principales de trabajo, en coordinación con los ministerios de Gobernación y de Defensa: vigilancia las 24 horas, perfilamiento criminal de cada pandillero y análisis de su conducta.
Para esto, los doce agentes del Buró Federal de Investigaciones (FBI, en inglés) llevaron a Guatemala tecnología de punta y métodos investigativos avanzados, que permiten realizar espionaje digital y en territorio, geolocalizar a objetivos en tiempo real y hasta predecir delitos.
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Los investigadores del FBI asignados a este operativo pertenecen a la Fuerza de Tarea Conjunta Vulcano, más conocida como Grupo Vulcano, una unidad élite creada en 2019 por orden del presidente Donald Trump para combatir organizaciones criminales transnacionales, entre ellas, la Mara Salvatrucha (MS-13).
Los investigadores arribaron a Guatemala el 18 de noviembre y se prevé que permanezcan hasta el 16 de diciembre. Al finalizar su estancia, entregarán una ruta para continuar la búsqueda en caso de que los prófugos no sean recapturados.

Tecnología de punta
De acuerdo con la guía, los equipos que están usando los agentes del Grupo Vulcano incluyen drones de largo alcance, cámaras térmicas capaces de detectar movimiento humano en zonas boscosas o de difícil acceso y dispositivos de interceptación de comunicaciones.
También usan rastreadores electrónicos. Un alto funcionario del Ministerio de Gobernación (Mingob) de Guatemala explicó a Expediente Público que esta tecnología sigue la huella digital que deja cada persona cuando usa Internet.
Agregó que, al mismo tiempo, esos equipos son capaces de realizar análisis de geolocalización en tiempo real, lo cual permite determinar la ubicación exacta de un objetivo.
Análisis predictivo
La guía también muestra que los agentes estadounidenses hacen un exhaustivo cruce de patrones criminales, que consiste en estudiar cómo han operado los delincuentes en el pasado con el fin de prevenir delitos futuros.
La identificación de estos patrones es clave para que los cuerpos de seguridad puedan anticiparse y actuar de manera efectiva, explicó la fuente del Mingob.
Para realizar este estudio, los agentes utilizan algoritmos de análisis conductual, que consiste en utilizar los principios y técnicas de la psicología para predecir cuál será el próximo hecho criminal de un pandillero.

Además, los investigadores implementan modelos de predicción, que es un análisis de datos para pronosticar resultados futuros. Para esto, estudian delitos previos para anticipar detalles de un crimen como rutas de escape o escondites.
La fuente añadió que los agentes también revisan, entre otras cosas, los movimientos financieros, el uso de vehículos, las compras inusuales y las conexiones entre grupos criminales.
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El trabajo de campo
La guía no solo determina análisis de información en oficina, sino también recopilación de información en el campo.
El documento señala que los agentes del FBI están incorporando información proveniente de informantes, colaboradores eficaces y grupos delincuenciales de menor escala, a quienes se podría ofrecer protección o acuerdos de cooperación a cambio de datos clave.
Además, los investigadores estadounidenses coordinan operativos encubiertos, infiltraciones en comunidades controladas por pandillas y evaluaciones de riesgo para cada uno de los fugitivos, con el objetivo de cerrar el cerco y acelerar su captura.
La fuente del Mingob afirmó que este operativo constituye “uno de los despliegues más agresivos de búsqueda” que Estados Unidos ha realizado en apoyo a Guatemala en los últimos años.
Agregó que muchas estrategias traídas por FBI, el gobierno ya lo había implementado. Por ello, enfatizó, pudieron capturar de manera independiente a cinco de los 20 reos que se fugaron.
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Los antecedentes de los fugitivos
El gobierno guatemalteco considera a los 15 fugitivos como terroristas, por su historial de violencia extrema.
Poseen extensos historiales criminales que incluyen asesinatos en serie, extorsiones sistemáticas y participación directa en masacres cometidas por células de la MS-13.
Varios estaban siendo investigados por operaciones de alcance transnacional, según confirmaron fuentes de Seguridad a Expediente Público.
Su nivel de peligrosidad motivó su traslado previo a cárceles con mayor control, lo cual hace aún más delicada su actual evasión a criterio de analistas.

¿Qué significa la llegada del FBI?
El analista en seguridad regional Edgar Ruano comentó a Expediente Público que la presencia del Grupo Vulcano “es un mensaje de cooperación extraordinaria” ante una amenaza que rebasa las fronteras nacionales.
“Estados Unidos no moviliza unidades de esta naturaleza si no percibe un riesgo elevado. La fuga puede alterar rutas criminales que operan a nivel regional”, explicó.
La politóloga y especialista en crimen organizado Lucía Bran comentó a Expediente Público que el despliegue confirma que Guatemala enfrenta un problema de seguridad que ya no puede manejar únicamente con recursos internos.
“Las pandillas han dejado de ser estructuras locales. La inteligencia estadounidense es clave para mapear redes y anticipar movimientos de estos grupos”, afirmó.
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Respuesta del Ministerio de Gobernación
El vocero del Mingob, Pablo Lima, manifestó a Expediente Público que la llegada del Grupo Vulcano forma parte de una “coordinación estratégica y de emergencia” con Estados Unidos.
Resaltó, además, que el apoyo del FBI no sustituye las funciones de la Policía Nacional Civil, sino que fortalece los operativos y amplía capacidades técnicas.
Y agregó: “El trabajo conjunto permitirá acelerar la ubicación de los fugitivos, mejorar las líneas investigativas y definir rutas de búsqueda que se mantendrán incluso después de la salida de los agentes estadounidenses”.