Expresas políticas

Excarceladas políticas de Nicaragua aún no deciden aceptar nacionalidades ofrecidas por siete países

*Decenas de mujeres nicaragüenses estuvieron hasta tres años detenidas ilegalmente en cárceles del régimen de Daniel Ortega sufriendo abusos y torturas.

**El pasado 9 de febrero fueron expulsados de Nicaragua 222 personas a quienes también se les quitó la nacionalidad.


Josué Garay / Expediente Público

Entre las excarceladas políticas que hace un mes fueron desterradas a Estados Unidos y que este 9 de marzo recibieron un prestigioso premio internacional en Washington, aún corre la duda de aceptar o no alguna de las nacionalidades que les han ofrecido al menos siete países.

De las 33 expresas políticas, según un sondeo realizado por Expediente Público, la mayoría tiene pensado quedarse en Estados Unidos bajo el parole humanitario vigente en ese país.

Por ejemplo, las excarceladas políticas Karla Escobar Maldonado y María Esperanza Sánchez agradecen a los países que les han ofrecido la nacionalidad, pero ya decidieron que se quedarán en Estados Unidos. Mientras, la exrea Carla Vega Canales todavía no tiene una decisión tomada.

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Premiación por la defensa de derechos

Karla Escobar Maldonado, originaria de Masaya, llegó temprano este jueves a uno de los auditorios de la universidad George Washington, en la capital estadounidense. Iba a reunirse con otras excarceladas políticas para recibir el premio Defensoras de la Justicia, otorgado por el Instituto Global de las Mujeres (GWI, por sus siglas en inglés).

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Aunque no todas pudieron asistir a la actividad, 12 sí lograron hacerlo. Fueron recibidas en medio de aplausos, abrazos y felicitaciones por su reciente libertad. «Es un homenaje muy grandioso, muy significativo para nosotras, que hemos sido defensoras de los derechos de las mujeres y de los derechos del pueblo de Nicaragua», dice Escobar.

Ella reconoce que, pese a que ya tiene un mes de haber sido liberada el pasado 9 de febrero junto a otras 221 personas, ha estado triste por «haber dejado a la familia en Nicaragua». «Pero por otra parte alegres porque ya no estamos sufriendo en ese lugar en donde estábamos», dice.

«La verdad de las cosas es que nos quedamos aquí en Estados Unidos, en mi caso, me quedo aquí con el parole, pero yo les agradezco la intención a varios países», sostiene la excarcelada política, quien estuvo detenida en dos ocasiones. La primera vez fue del 3 de enero de 2019 al 16 de marzo de ese mismo año. La segunda detención fue del 30 de abril de 2020 al 9 de febrero de 2023.

Al ser preguntada por su participación política tras su excarcelación, dice que tomará su tiempo para organizarse y establecerse en Estados Unidos porque quiere traer a su familia y para ello necesita trabajar para recoger dinero. «Yo quiero seguir (en el activismo) porque no solo nosotros estuvimos presos, está preso todo el pueblo de Nicaragua», comenta.

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El deseo de reunificación

La excarcelada política de Matagalpa, María Esperanza Sánchez, dice que el recibimiento en Estados Unidos ha sido emotivo. «Yo me quedaré aquí en Estados Unidos. Solo que necesito traerme a mi familia, porque mis hijos corren peligro, necesito agilizar eso», cuenta.

Asegura que este mes ha sido muy feliz por estar en libertad pero es un proceso duro que todavía les cuesta asimilar. «En mi caso tengo pesadillas, no puedo dormir, pero estoy libre gracias a Dios. Puedo ver por videollamada a mis nietas, a mis hijos, pero es un proceso muy duro», relata.

La desterrada, también declarada por la dictadura como «traidora a la patria», comenta que sin duda seguirá en la lucha. «Yo sé que Dios está con nosotros y que vamos a llegar hasta el fin», cuenta Sánchez. Agrega que la liberación de las personas presas políticas demuestra la debilidad del régimen y están buscando que les quiten las sanciones.

«Yo sigo en la lucha, no tenemos que darle respiro a la dictadura. Sigo en la lucha hasta que veamos a Nicaragua libre. Y si tengo que dar mi vida, la voy a dar con todo gusto, por la libertad. Para que mis hijos, mis nietas, mis sobrinos, toda mi gente de Matagalpa sea libre y vivamos en un país mejor», cuenta con evidente emoción.

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El perdón a sus torturadores

Por su parte, la excarcelada política Carla Vega Canales, originaria de Carazo, sostiene que aunque les dijeron que ya no tenían nacionalidad nicaragüense, lo mejor que pueden hacer es seguir «en la lucha siempre». «No vamos a claudicar. Aunque pasé (en la cárcel) humillación, tortura y silencio», señala.

Vega sostiene que le da gracias a Dios porque respira libertad. «Respiro oxígeno, oigo el cantar de los pájaros. Esos meses en la cárcel fueron muy tristes. Este ha sido un mes de procesos muy difíciles. Me mandaron a un mundo muy diferente, un mundo que yo no había escogido. Mi mundo está en Nicaragua, mi corazón está en Nicaragua y siempre va a estar en Nicaragua», comenta, con evidente nostalgia.

Asimismo, dice que perdona a sus torturadores pero nunca los va a olvidar. «Lo que me hicieron marcó a mi madre, a mi hija, a mi hermana, a mi sobrina y a mi familia entera, porque sufrieron. Yo perdono a los torturadores, pero nunca los voy a olvidar».

Con respecto a su futura nacionalidad, comenta que «este mes he analizado mucho la situación, es muy difícil para mí tomar una decisión. Todavía no la he tomado porque hemos pasado solo un mes, es un mes de proceso, un mes de oración, de entregarme más a Dios. Pero quizás sí me quede acá en los Estados Unidos, y en un futuro traiga a mi familia. Pero si hoy se va Daniel, yo mañana me voy a Nicaragua».

Vega está clara que seguirá presionando por la democracia en Nicaragua, «más fuerte que nunca porque los golpes lo hacen a uno reconocer y analizar la clase de ser humano que es. Solo Dios conoce mi corazón, mis sentimientos, mis emociones. Él sabe por qué estoy luchando por una justicia y por una libertad de mi Nicaragua».