Congreso exige liberación de monseñor Rolando Álvarez 

Régimen de Daniel Ortega listo para crucificar a Obispo Rolando Álvarez

*En la audiencia contra el obispo Rolando Álvarez se determinó enviar a juicio a monseñor Rolando Álvare, “ya sabemos qué es lo que va a pasar”, dijo a Expediente Público el padre nicaragüense, Edwin Román.

**A nivel de la región existe mucha “cautela” entre el obispado de la Iglesia católica para hablar de la persecución contra monseñor Rolando Álvarez.

***Sería la primera vez en la historia de Nicaragua que se condena a un alto representante de la Iglesia católica por persecución política.


Expediente Público

El calvario que sufre el obispo nicaragüense monseñor Rolando Álvarez quien lleva 144 días de estar detenido de forma arbitraria e ilegal por ser la voz más crítica de la Iglesia católica de Nicaragua contra el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo, continúo este 10 de enero con una audiencia inicial por los supuestos delitos de conspiración para cometer menoscabo a la integridad nacional y propagación de noticias falsas.

Según disposición del Código Procesal Penal de Nicaragua, la finalidad de la audiencia inicial es determinar principalmente si existe causa para proceder a juicio, iniciar el procedimiento para el intercambio de información sobre pruebas y revisar las medidas cautelares que se hayan aplicado.   

En la audiencia a cargo de la jueza Décimo Distrito Penal de Audiencia de Managua, Gloria María Saavedra Corrales, ordenó el juicio contra monseñor Rolando Álvarez para el mes de agosto, sin precisar fecha, y le mantiene en prisión preventiva.

Régimen monta teatro contra Rolando Álvarez

Para el padre Edwin Román, quien dejó su cargo como párroco de la iglesia San Miguel Arcángel, de Masaya para exiliarse en agosto de 2021 en Estados Unidos, no descarta que el juicio contra el obispo se desarrolle de la misma forma que se hicieron los otros juicios políticos contra opositores y tenga los mismos resultados.

“Ya sabemos qué es lo que va a pasar, pero no nos sintamos tampoco vencidos porque la última palabra la tiene Dios en todo. Ellos pueden juzgar, pueden condenar, pueden armar su trama como siempre lo hacen y no sabemos qué invento habrá en la audiencia”, dijo Román en entrevista con Expediente Público.

El 13 de diciembre de 2022, la judicial admitió la acusación que presentó el fiscal Manuel Rugama contra el obispo Álvarez, se le nombró un defensor de oficio, le decretó arresto domiciliario y programó audiencia inicial para el 10 de enero, según informó entonces la Dirección de Prensa y Relaciones Públicas del Complejo Judicial Central Managua.

Primer obispo arrestado por ser crítico

Álvarez, de 56 años, es el primer obispo encarcelado y acusado por el régimen de Ortega y Murillo. No hay evidencia de que algún otro sacerdote haya sido detenido por otras dictaduras incluso más feroces como las instaladas en Cuba o en Venezuela.

En sus sermones, el prelado de la iglesia católica criticaba las violaciones de derechos humanos, la persecución que vivía la Iglesia y los abusos de poder del régimen de Ortega y Murillo.

Según el régimen, las manifestaciones sociales ocurridas en 2018 fue un “fallido golpe de Estado” con apoyo de la Iglesia católica nicaragüense.

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Las revueltas populares que fueron reprimidas por la Policía y agente parapoliciales dejaron 355 personas asesinadas y más de 2 mil heridos en el país centroamericano. Las homilías de monseñor Álvarez tenían eco en la sociedad nicaragüense y siempre sostuvo que la Iglesia no está ligada a “ningún sistema político”.

Tras su detención han sido también encarcelados al menos seis scerdotes de la Diócesis de Matagalpa y también han detenido a varios periodistas que apoyaban en el manejo de las redes sociales de la iglesia. Las redes sociales en las que la iglesia colocaba las misas, han sido cerradas.

“Nosotros abrimos las puertas de nuestros templos, hicimos lo posible por ayudar a los heridos, levantar a los asesinados, ir a las cárceles y no es que nos inclinamos a un sector. En Masaya me tocó ir a defender policías o trabajadores del Estado”, mencionó Román.

Hostigamiento y detención

El 5 de agosto de 2022, la Policía Nacional que desde 2018 se constituyó el brazo represor del régimen, anunció una investigación contra el obispo Álvarez y lo acusó de “organizar grupos violentos”, además de “crear zozobra y desorden, alterando la paz y la armonía en la comunidad”.

Las imputaciones policiales se dieron un día después que el jerarca de la Iglesia católica salió de la Curia Arzobispal de Matagalpa con el Santísimo en sus manos para demandar a la Policía Nacional poner fin al hostigamiento y asedio policial que estaba sufriendo desde que denunció el cierre de ocho radioemisoras católicas.

El obispo de la diócesis de Matagalpa y también administrador apostólico de la diócesis de Estelí, ambas en el norte de Nicaragua, fue sustraído la madrugada del viernes 19 de agosto de 2022 por agentes durante un operativo en la Curia Arzobispal, donde permaneció 16 días de encierro y hostigamiento policial, para ser trasladado a Managua donde quedó bajo “resguardo domiciliar”.

Fue el 13 de diciembre de 2022, que el régimen a través de sus medios de comunicación presentó las primeras imágenes de Álvarez después de casi cuatro meses de estar secuestrado.

“Físicamente vimos que no está bien, se nota que no ha recibido sol, pero me llama la atención su postura, su mirada, su dignidad como obispo y como todos los presos políticos que vimos anterior a esto con una dignidad tremenda”, dijo el padre Edwin Román.

Condena internacional

El Consejo Episcopal Latinoamericano y Caribeño (Celam) fue una de las voces que condenó los ataques del régimen de Ortega y Murillo contra la iglesia católica de Nicaragua, incluyendo la detención del obispo católico.

“Nos duelen profundamente (…) Los últimos acontecimientos, como el asedio a sacerdotes y obispos, la expulsión de miembros de comunidades religiosas, la profanación de templos y el cierre de radios, nos duelen profundamente. Les manifestamos nuestra solidaridad y cercanía”, señalaron los obispos en un comunicado.

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“Se cumple la palabra de Dios (…) No buscamos ningún puesto político y tampoco andamos en busca de conspirar contra algún gobierno o derrocar algún gobierno, predicamos el reino de Dios, pero también denunciamos”, insistió Román.

Iglesia hondureña reclama justicia

Los obispos de Honduras también mostraron su cercanía con el obispo nicaragüense desde el momento que fue detenido. Además de mostrar solidaridad recordaron que la libertad de expresión es uno de los pilares básicos para la democracia.

“La libertad de expresión es un pilar fundamental, que garantiza la existencia de una democracia, que respeta los derechos y los promueve”, afirmaron en un comunicado emitido por la Conferencia Episcopal de Honduras.

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Honduras, desde el año pasado, sirvió como un país refugio de al menos 50 sacerdotes que huyeron de Nicaragua para salvaguardar su vida debido a la persecución religiosa.

Expediente Público habló con representantes de la Iglesia de Honduras y El Salvador, sin embargo, los jerarcas que hablaron bajo anonimato confirmaron que existe mucha “cautela” para referirse sobre el tema.

Un sacerdote jesuita salvadoreño al ser consultado sobre el caso del obispo se limitó a expresar su “solidaridad”.

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“Desde Nicaragua hemos recibido mensajes de que mejor bajemos el volumen de denuncia, solo te digo eso con tristeza. No solamente a Honduras, sino a otros países de América Central, desde Nicaragua hubo voces que nos quitaron el entusiasmo de seguir denunciando, pero yo confío que sea temporal y volvamos otra vez”, mencionó un representante de la Iglesia católica en Honduras.