*¿Quién es Samuel García, el diputado liberal que busca la reelección pese a las acusaciones de corrupción en su contra?
**Recibió una sentencia por parricidio, por el asesinato de su expareja en 2007, pero cumplió menos de un año de cárcel.
***Estados Unidos lo incluyó en la lista Engel, por presunta corrupción, en 2023.
Expediente Público
El diputado liberal Samuel García Salgado, una de las figuras más controvertidas de la política hondureña, busca reelegirse por el departamento de Olancho. Su nombre arrastra un historial cargado de sombras: desde una condena por el asesinato de su expareja hasta su inclusión en la lista Engel, donde aparece señalado como uno de los presuntos actores corruptos del Triángulo Norte.
Su carrera arrancó en 1994, cuando debutó como diputado del Partido Liberal. Cuatro años después, dio el salto al ámbito municipal y conquistó la alcaldía de su natal Juticalpa.
Sin embargo, la llegada del gobierno nacionalista de Ricardo Maduro (2002-2006) supuso una pausa en su ascenso político. Aun así, no fue un retiro absoluto. Durante la administración de Manuel Zelaya Rosales (2006-2009) consiguió que su hijo Héctor García Anchecta fuera nombrado cónsul en Estados Unidos.
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Su aparente alejamiento de la política no estuvo libre de escándalos. En mayo de 2007, el Ministerio Público lo acusó de parricidio por la muerte violenta de su expareja, asesinada durante la celebración del Día de la Madre. Pese a la gravedad del caso, un juez le otorgó arresto domiciliario, presentación periódica ante los tribunales y una fianza de dos millones de lempiras (US$91.000 al cambio de esa época).
Un año después, el exalcalde de Juticalpa fue condenado. El Código Penal establecía penas de entre 30 y 40 años de reclusión por parricidio, pero con su partido en el gobierno, García cumplió menos de uno en prisión. «Dios me liberó porque vio que fue un accidente», declaró a un periódico deportivo, ya como presidente del Olancho FC, un equipo de la primera división de fútbol en Honduras.
Además, de aquel violento episodio surgió la figura de Samuel García como pastor religioso. Desde ese entonces, sin dejar la política, combina su papel de dirigente deportivo y predicador evangélico. Pan, circo y religión, una «santísima trinidad» que hoy lo mantiene a las puertas de un nuevo periodo en el Congreso Nacional.
Del secuestro al nacionalismo
En 2013, Samuel García volvió a acaparar titulares cuando su nueva esposa fue secuestrada en el departamento de Olancho, una región oriental marcada por décadas de dominio de bandas criminales. «La tuvieron cuatro días en las montañas de Patuca y Dios me la liberó con la ayuda del presidente Pepe Lobo, quien me proporcionó todo el apoyo para liberarla sin pagar un centavo», relató García años más tarde a un medio de comunicación.
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Ese mismo año sorprendió al respaldar la candidatura presidencial del nacionalista Juan Orlando Hernández, pese a que su hijo Mario García Anchecta competía como candidato liberal a diputado. «Hemos concluido que las mejores propuestas de gobierno son las suyas», afirmó entonces.
Hernández no tardó en agradecerle públicamente en sus redes sociales. Una década más tarde, ese exmandatario sería condenado en Estados Unidos a 45 años de prisión por narcotráfico.
El transfuguismo de García es inusual en la política hondureña. No se registra a otro dirigente liberal que haya respaldado abiertamente a un candidato presidencial del Partido Nacional. Su cercanía con los gobiernos nacionalistas le permitió que su familia se afianzara en la diplomacia, con su hijo Héctor en funciones consulares en Estados Unidos.

Del fútbol a la lista Engel
El fútbol y la política en Honduras suelen entrelazarse. En enero de 2016, Samuel García adquirió la franquicia del equipo Olancho FC por unos US$10.000 e invirtió cerca de US$100.000 más, según reportes periodísticos. Como dirigente deportivo, el exdiputado construía una plataforma que lo mantendría vigente en la esfera pública.
El caso de García se suma al de Ricardo Elencoff, candidato a diputado liberal por el departamento de Colón y presidente de la Real Sociedad de Tocoa, a quien se le ha señalado por presuntos vínculos con el cartel de Los Cachiros, supuesto patrocinador de ese equipo de fútbol.
En paralelo, García consolidó influencia en la religión y los medios. Junto con su esposa dirige la iglesia Peña de Horeb y es propietario de Radios ECO, un consorcio que opera cuatro emisoras evangélicas en Olancho.
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En las elecciones de 2021 fue electo nuevamente diputado liberal, respaldando la candidatura presidencial de Yani Rosenthal, quien acababa de regresar al país tras cumplir en Estados Unidos una condena de tres años por delitos relacionados con el al narcotráfico.
Entre 2022 y 2025, García asistió a 10 de las 15 sesiones legislativas, con un 53% de presencia efectiva. Su gestión quedó marcada en julio 2023, cuando el Departamento de Estado de Estados Unidos lo incluyó en la lista Engel por «socavar las instituciones democráticas al manipular el resultado de las elecciones a la Corte Suprema de Justicia (CSJ) para su beneficio personal y político».
El Departamento de Estado se refería a la elección de los 15 magistrados de la CSJ, en febrero de 2023, cuando los tres partidos mayoritarios se repartieron su pleno, conformado por seis magistrados de Libre, cuatro del Partido Liberal y cinco del Nacional. El papel de García habría sido de operador político en las negociaciones de esta distribución partidaria del sistema judicial.
La lista Engel, también conocida como la Lista de Actores Corruptos y Antidemocráticos, es un listado de funcionarios y exfuncionarios de países centroamericanos que han sido sancionados por Estados Unidos debido a su presunta participación en actos de corrupción o acciones antidemocráticas.
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Tras el señalamiento internacional, el diputado reaccionó con calma. «Me causa impresión porque yo estaba predicando la palabra de Dios y le prometí a mi familia no involucrarme en actos de corrupción», declaró a los medios, destacando su orgullo por no haber sido vinculado con el narcotráfico.
Una familia en política
En noviembre de 2022, la presidenta Xiomara Castro nombró a otro hijo de Samuel García como diplomático. Samuel García Anchecta asumió como primer secretario de la embajada de Honduras en Canadá, un gesto interpretado como un guiño político que habría motivado al legislador a respaldar las propuestas del partido Libertad y Refundación (Libre) en el Congreso Nacional.
Para reelegirse, el legislador se alió con la corriente del precandidato presidencial liberal Jorge Cálix en las primarias de marzo de 2025. Su familia también tuvo un rol activo: su hija Noelia García Anchecta, regidora por Olancho, fue la designada presidencial en la fórmula de Cálix, un puesto similar al de un vicepresidente. Mientras que otra de sus hijas, Dariela García Anchecta, compitió como precandidata a vicealcaldesa de Tegucigalpa, también por el Partido Liberal.
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Tras la derrota de Cálix en las primarias, el presidenciable liberal Salvador Nasralla nombró a Samuel García coordinador de su campaña en Olancho en mayo de 2025. Sin embargo, este renunció apenas dos meses después, alegando discrepancias con el candidato presidencial.
Pese a su distanciamiento con Nasralla, Samuel García mantiene firme su aspiración de reelegirse en el Congreso Nacional. Junto al nacionalista Milton Puerto Oseguera y el diputado de Libre, Edgardo Casaña, es uno de los tres candidatos que han sido señalados por Estados Unidos por presunta corrupción.