Vladimir Rouvinski: “A Vladimir Putin le conviene que Ortega se mantenga en el poder”

Vladimir Rouvinski: “A Putin le conviene que Ortega se mantenga en el poder”

*Ningún país en el nuevo continente está tan dispuesto a convertirse en el centro operaciones regional de la Rusia de Vladimir Putin como lo está la Nicaragua de Daniel Ortega, afirma autor de investigación de Expediente Abierto, Vladimir Rouvinski.


Expediente Público

Si se examinan las relaciones que Rusia está construyendo con los gobiernos latinoamericanos, Nicaragua destaca en primer lugar por tener un nivel de confianza sin precedente, tanto que para los rusos es mucho más fácil hacer lo que quieren en esta nación que con sus otros socios Cuba o Venezuela, afirma Vladimir Rouvinski, director del Laboratorio de Política y Relaciones Internacionales de la Instituto Colombiano de Estudios Superiores de Incolda (Icesi). 

“Daniel Ortega está dispuesto a hacer cosas que muchos otros no están haciendo”. Y si fuera necesario fortalecer más esta cooperación y eventualmente expandirla en los temas de seguridad militar, de inteligencia, de las operaciones de influencia en la región, las condiciones y costos son más aceptables para Rusia en Nicaragua que en otros países, reiteró el autor del estudio para Expediente Abierto “Rusia y Nicaragua: una relación peculiar que amenaza la seguridad y la democracia en el hemisferio occidental”. 

Venezuela es un país mucho más grande, hay inversiones que los rusos ya hicieron allá en el sector petrolero y de gas, pero por sus reservas tiene un valor también para muchos otros países, mientras que Cuba no permitiría hacer las cosas tan fáciles, no solo por la sombra de la crisis de los misiles de 1962, sino, porque no podrían salvar su economía como lo hicieron los soviéticos, indicó el experto.

Rouvinski tiene un máster y doctorado con énfasis en Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales de la Universidad de Hiroshima, así como estudios de licenciatura en la Universidad Estatal de Irkutsk, Rusia. 

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¿Se convirtió Nicaragua en un centro de operaciones ruso? 

Para Rouvinski, a pesar de la notable presencia rusa, Nicaragua no es un centro de operaciones ruso “todavía”, pero Moscú “tiene una carta blanca de Daniel Ortega”, quien se presta para respaldar todas las cosas que están haciendo los rusos, aunque a ellos no les interesa para nada lo que necesita Nicaragua o contribuir a a mejorar las condiciones de la gente. 

“Nicaragua se preste de manera muy cínica a los intereses de esta Rusia de Vladimir Putin que busca tener en América Central condiciones para transformar si así lo quieren a Nicaragua, en un centro de operaciones de sus actividades aquí en América Latina”, remarcó el entrevistado. 

“En Nicaragua básicamente tienen manos libres para poder hacer muchas cosas y lo está efectivamente haciendo con el centro de entrenamiento, con una estación del sistema satelital, etcétera, que por la ubicación geográfica de Nicaragua es tan importante, porque esto sirve, obviamente, para guiar no solamente los carros, sino también las armas de alta precisión, los barcos militares, los aviones, etcétera”, indicó.  

Aparte de la cooperación, la mayor parte de las armas que tiene Nicaragua fueron producidos en la Unión Soviética o por Rusia, y esto significa que hay dependencia de Rusia a largo plazo, en cuanto al entrenamiento y mantenimiento de estas armas.  

Rouvinski enfatiza que la mayoría de naciones diversifica su arsenal para no depender de un solo país, pero el caso de Nicaragua es lo contrario y esto se debe a la confianza mutua que han logrado los regímenes de Ortega y Putin. 

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¿Por qué existe este nivel de “confianza sin precedente”?  

El régimen que existe en este momento en Nicaragua busca cimentar el poder sin una restauración democrática, mientras los rusos pueden desarrollar su estrategia geopolítica. “América Latina y el Caribe están en los puntos centrales de la nueva doctrina de la política exterior rusa, que fue publicada en este año 2023, donde se acusa al Occidente, a los países democráticos de todos los males de que supuestamente sufre Nicaragua y Rusia”, consideró el entrevistado. 

“Estas relaciones entre Rusia y Nicaragua están desarrollados en términos de la cooperación en temas muy sensibles, como el militar, de seguridad y de la información de las operaciones de influencia, y están ahora actuando juntos para poder mover estas narrativas antidemocráticas en las Américas”, agregó.

¿Por qué esta relación Managua-Moscú es una amenaza a la seguridad y democracia regional? 

La cooperación con Rusia puede expandirse, sobre todo, porque se crearon las condiciones si Moscú decide ampliar su presencia militar en la región, determinó el especialista. 

Una ampliación de la presencia militar rusa sería probable si pierden la guerra en Ucrania, por la lógica de la “reciprocidad simbólica”. Los rusos consideran las exrepublicas soviéticas como su exterior cercano, el equivalente de América Central para los Estados Unidos.

«El apoyo que Putin está dando a Ortega en términos de policía, en términos de la información, y sabemos desde el año pasado que ya existe una alianza entre los medios de comunicación controlados por el Gobierno ruso y los medios de comunicación controlados por Nicaragua, entonces esto también ayuda mucho para poder socializar esta narrativa de Rusia. Una narrativa antidemocrática que también es la misma narrativa de Ortega”, detalló Rouvinski. 

¿No estamos sobredimensionando la presencia rusa y a Ortega? 

“Una de las tendencias nuevas de la política de Moscú en la región, es el aumento tremendo del interés en América Central. Más allá de la relación ideal con Nicaragua, no es coincidencia que el pretexto para entrar fue por medio del centro de operaciones contra el narcotráfico en Managua”, sostuvo la fuente. 

“Los rusos entendieron que el problema de la droga molesta a los Estados Unidos. Claramente ese es un tema político muy importante en el ámbito de la política interna en Washington, entonces obviamente tiene ahora el conocimiento, porque los rusos tenían montón de problemas con el tema del tráfico de la droga”, añadió. 

«Lo que nosotros observamos ahora es el aumento del interés ruso hacia América Central por la importancia de los temas que están pasando ahí, como el tráfico de la droga, como la migración hacia las fronteras de los Estados Unidos”, precisó.

¿Por qué enfatiza el tema de los observadores electorales? 

A pesar de que las normas democráticas de una un proceso electoral justo, donde hay posibilidad para la oposición y competencia, son irrelevantes para ambos regímenes, “los observadores sirven para legitimar lo que no es legítimo”, responde Rouvinski. 

El académico agrega que estos observadores han participado en otras contiendas electorales en el continente, donde hay imparcialidad electoral y otros fiscalizadores internacionales, pero tienen el propósito de confundir a la opinión pública y también a servir en las narrativas de desinformación que proviene de Nicaragua y Rusia. 

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¿Cómo se interpreta el interés de Rusia por el SICA y la CELAC? 

Rusia también hace esfuerzos para integrarse como observador en instancias regionales como el Sistema de la Integración Centroamericana (SICA) y La Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC). 

Rouvinski asegura que para eso Rusia es un actor muy débil económicamente, porque estos organismos aspiran a tener un observador internacional que de contribuciones específicas, es decir, recursos para llevar a cabo misiones como es el caso de los países europeos o la misma China en la Organización de Estados Americanos (OEA). 

Por el contrario, una invitación a Rusia en estos momentos podría causar problemas con otras relaciones que cultiva América Latina, por lo cual, no puede demostrar Moscú el valor dentro del esquema de integración de las Américas. 

«Debemos que recordar lo que pasó con la apuesta rusa para ser observador de la Alba. En su momento existía un señor que se llamaba Hugo con el apellido Chávez allá en Venezuela, que se volvió en el mejor amigo de Vladimir Putin y de las élites rusas. Yo creo que era el primer líder de esa naturaleza que demostró su amor por Putín y él en su momento prometió abiertamente que Rusia iba a ser parte del Alba y básicamente eso no ocurrió”, dijo el entrevistado. 

«En otros esquemas de integración hay otros procesos e intereses, muchos de los países latinoamericanos que hacen parte de estos proyectos de integración hacen cuestionamientos, más allá de apoyar o rechazarlo que Rusia está haciendo en Ucrania”, sostuvo. 

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¿Está más presente Rusia en América de lo que estuvo la URSS? 

Los países latinoamericanos están con mucha incertidumbre por la guerra en Ucrania y esta incertidumbre tiene que ver con claramente la percepción que muchos comparten, tomando incluso en cuenta los colores políticos: “una buena parte de los líderes de los países latinoamericanos mira que los Estados Unidos no ha logrado cambiar las dinámicas allá en Europa”. 

Según Rouvinski “ni Estados Unidos ni la Unión Europea, con todo el apoyo necesario que están dando a Ucrania” han logrado un cambio, los rusos siguen y bombardeando y hay cuestionamientos de qué pasa con el liderazgo de Washington. 

«Hay una percepción y evidencias que los Estados Unidos están desapareciendo de muchos de los temas importantes en nuestra región. Aquí en América Latina y el Caribe, donde estuvieron muy presentes, eso también está contribuyendo en este sentimiento del declive del poder estadounidense, y yo creo que muchos de los líderes de los países latinoamericanos básicamente lo que hacen de verdad es tomar una posición de espera”, dijo. 

«Los países latinoamericanos no están en una alianza con la Rusia de Vladimir Putín, sino obviamente miran hacia la superpotencia china. La China de Xi Jinping tiene mucha ambigüedad, tampoco apoya 100% a Putin. A China no le conviene a mediano o largo plazo lo que está haciendo Putin, pero también está mirando cómo va a terminar todo eso”, concluyó.