* En un video de un minuto ofreció mantener su estrategia de mano dura contra las pandillas.
** Para ganar las elecciones de este 4 de febrero necesita de obtener una mayoría absoluta del 50% de los votos.
*** La reelección presidencial en contra de la Constitución y deterioro institucional en El Salvador son síntomas de posible dictadura como Cuba y Nicaragua, señalan analistas.
Yarely Madrid / Expediente Público
Una cárcel para corruptos y continuar con su controvertida lucha contra las pandillas son las propuestas que hizo Nayib Bukele en la recta final de la campaña y a pocos días de las elecciones presidenciales de este 4 de febrero en El Salvador.
Frente a una oposición debilitada y en desventaja, Bukele advirtió a la población salvadoreña que, si no votan para que los diputados de su partido, Nuevas Ideas, obtengan mayoría calificada en la Asamblea Legislativa, no se daría continuidad al Estado de excepción y se pondría en “riesgo la guerra contra las pandillas”.
Actualmente, el partido oficialista tiene mayoría calificada con 56 votos de los 84 diputados. En los comicios de este fin de semana se votará únicamente por 60 diputados, tras una reducción aprobada por la actual legislatura, por lo que la mayoría calificada se alcanza con 40 legisladores.
“Este 4 de febrero debemos mantener los logros en seguridad. En este momento, Nuevas Ideas tiene la mayoría calificada, pero con tan solo un diputado menos perderíamos esa mayoría y pondríamos en riesgo la guerra contra las pandillas”, declaró en un video, de un minuto de duración, que circuló Bukele en sus redes sociales.
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¿Cuál es el escenario?
Los más de 6.2 millones de salvadoreños convocados a votar en El Salvador tienen la tarea de elegir a su próximo presidente, vicepresidente y los diputados que conformarán la Asamblea Legislativa para el período de 2024-2029.
Ante este escenario del país centroamericano y un eventual triunfo de Bukele, existe un temor muy grande de que las violaciones de derechos humanos en el marco del Estado de excepción y que la persecución política a miembros de la sociedad civil y periodistas vaya en escalada, afirmó a Expediente Público, Victoria Barrientos de la Fundación del Debido Proceso (DPLF).
Según Barrientos, en El Salvador se ha dado un “deterioro en la institucionalidad democrática”.
“Si Nayib Bukele se reelige esta situación de amenaza va a continuar, se puede agravar. Ya lo hemos visto en este tiempo sin necesidad de una reelección (…) Más adelante este escenario puede ser un poco más grave”, aseguró Barrientos.
Según Human Rights Watch, en el marco del régimen de excepción se detuvieron a más de 73,000 personas —presuntos pandilleros — incluidos 1,600 menores.
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Expediente Público documentó que unos 100,000 niños están en situación de desamparo sea porque el Gobierno capturó a su padre o madre, o ambos progenitores.
La advertencia de Bukele
Barrientos señala que la sociedad civil y las organizaciones internacionales han documentado las ejecuciones extrajudiciales a presos, las torturas en las cárceles, detenciones arbitrarias, persecución y acoso a medios de investigación en El Salvador.
Desde el 27 de marzo de 2022 está vigente un régimen de excepción que suspendió ciertos derechos en respuesta a una escalada de violencia perpetrada por las pandillas.
Con mayoría calificada en la Asamblea Legislativa se puede elegir al presidente y magistrados de la Corte Suprema de Justicia, fiscal general, procurador general de la República, procurador para la defensa de los derechos humanos y Consejo Nacional de la Judicatura.
Además, podría suspender y restablecer las garantías constitucionales según el artículo 29 de la Constitución de la República.
“No se podría aprobar el régimen de excepción, ni elegir magistrados de la Corte Suprema de Justicia, ni al fiscal general, ni profundizar la reforma judicial», advirtió Bukele.
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Nayib Bukele busca su reelección en 2024 sin importar las prohibiciones establecidas en la Constitución que, remarca en el artículo 88 que “la alternativa en el ejercicio de la Presidencia de la República es indispensable para el mantenimiento de la forma de gobierno y sistema político establecidos”.
“La violación de esta norma obliga a la insurrección”, señala la Constitución.
¿Cuál será el dilema con Bukele?
Las encuestas revelan que Bukele ganaría las elecciones presidenciales del 4 de febrero.
Que Bukele se haya saltado todas las legalidades en busca de su reelección habla mucho del tipo de mandatario que es, afirma el analista político guatemalteco, Roberto Wagner.
Según Wagner, las acciones de Bukele son muy propias de gobiernos “autoritarios y populistas” como el de Nicaragua y Cuba.
“Cumple un período, pero encuentra la forma de ser reelecto y seguramente buscará la forma de ser reelecto de nuevo y ese es problema. Lo que en los noventa se les llamaba dictadura, hoy le llaman reelección indefinida”, señaló Wagner.
De acuerdo con el analista político “Nayib Bukele es un caudillo que se quiere posicionar autoritariamente como Ortega y como los antiguos caudillos militares en la región”.
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“Hay ciertos sectores que puedan venir y decir, fíjense que al final del día, si la apuesta es sobre la seguridad, aquí nosotros nunca hemos tenido problemas de seguridad”, ejemplifica Wagner.
Además, hay algunos sectores que les importa más el tema económico y que “sienten que en ese sentido Bukele ha fallado”.
El Salvador sin proselitismo político
Aunque en El Salvador el silencio electoral comenzó oficialmente el 1 de febrero, la oposición enmudeció forzadamente y sus propuestas han sido ignoradas porque la ciudadanía centró su atención en Bukele.
En la contienda electoral no existieron debates, ni concentraciones masivas por parte de las contrapartes de Bukele.
Roberto Wagner explicó a Expediente Público que el rechazo de la oposición en El Salvador es un problema que se viene arrastrando desde antes de la llegada de Nayib Bukele a la presidencia en 2019.
El bipartidismo compuesto por la Alianza Republicana Nacionalista (Arena) y el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) nunca rompió con la corrupción, señaló Wagner.
“Estos partidos generaron más corrupción, entonces, la población llegó a la conclusión que la izquierda y la derecha son lo mismo, en cuanto al tema de no solucionar los problemas intrínsecos o los problemas primarios del país, prometían mucho y al final solo se enriquecían”, señaló.
Manuel Flores del FMLN y Joel Sánchez de Arena se perfilan en la competencia electoral de este año.
Otros candidatos como José Renderos del emergente partido Fuerza Solidaria; Luis Parada, de Nuestro Tiempo y Marina Murillo, de Fraternidad Patriota Salvadoreña también participan en la elección del fin de semana.
