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Abstención inédita en Nicaragua: Urnas Abiertas estima que apenas 18.2% votó

*Desde 1984, durante la primera elección de Daniel Ortega, ningún proceso electoral ha marcado tanto rechazo en Nicaragua y abstención como este de 2021 con el cuarto régimen consecutivo de Ortega y Murillo

**Sin datos oficiales del CSE, sandinistas celebraron «victoria electoral» en pequeños grupos en diferentes municipios y barrios de la capital,


Expediente Público

El observatorio de la sociedad civil Urnas Abiertas concluyó que la jornada electoral del 7 de noviembre estuvo marcada por un alto nivel de abstención del 81.5%. A pesar de eso, grupos de simpatizantes del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) salieron en diferentes puntos de la capital y algunos municipios a celebrar, pese a que el Consejo Supremo Electoral (CSE), dominado por el mismo partido gobernante, no había brindado ningún informe preliminar a casi siete horas de concluir el proceso de votación.

Ligia Gómez, investigadora de Urnas Abiertas, explicó que el porcentaje de participación electoral se obtuvo a partir de un análisis estadístico de una muestra representativa nacional.

«Con mucha confianza se puede asegurar que este porcentaje cumple con los parámetros de error y los niveles de confianza estadísticos necesarios para decir el nivel de participación y de abstencionismo», explicó Gómez.

Según Urnas Abiertas el nivel de participación ciudadana en los cuestionados comicios que han sido considerados como una farsa electoral por sectores de la oposición y la comunidad internacional fue del 18.2%.

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«Naturalmente de estas elecciones no puede resultar nada positivo para ninguna de las partes, al contrario, se evidencia la actitud desesperada del régimen por lograr cierto grado de legitimidad, sin embargo, la ciudadanía ha sido clara con su abstencionismo», señaló el politólogo Pedro Fonseca, investigador de Urnas Abiertas.

La desarticulación de la institucionalidad electoral en el país centroamericano generó «desconfianza ciudadana», que se refleja en la abstención electoral, explicó Urnas Abiertas.

En las pasadas elecciones generales de 2011 y 2016 el nivel de abstencionismo fue de entre un 45% y un 72%, recordó el observatorio electoral.

Autoridades electorales generan desconfianza

Los magistrados del CSE no habían presentado ningún informe en las primeras horas de la madrugada del 8 de noviembre, pero decenas de simpatizantes del gobierno celebraban en las calles horas después del cierre de urnas.

En Nicaragua, desde octubre de 2018, están prohibidas las manifestaciones públicas, a no ser que se solicite permiso policial con antelación y se pertenezca al propio partido de gobierno u organizaciones afines.

En mayo pasado la Asamblea Nacional realizó reformas electorales a la medida del régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo y eligió autoridades del CSE que simpatizan con el partido FSLN, lo que genera desconfianza debido a que son «magistrados electorales controlados por el partido de gobierno, composición que parcializa la administración electoral».

Con las reformas electorales el régimen eliminó la observación electoral calificada y la sustituyó por «acompañantes electorales», que llegaron al país de diferentes partes del mundo, pero ninguno de ellos representa a partidos u organizaciones con representatividad en sus respectivos países y se declaran abiertamente simpatizantes de los sandinistas en sus redes sociales.

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El régimen además suspendió las libertades ciudadanas; aprobó de leyes represivas que violentan el derecho de participación, el derecho constitucional de elegir y ser electo; canceló la personería jurídica a partidos políticos de oposición y mantuvo la escalada de asedio, represión, persecución, encarcelamiento de aspirantes presidenciales y liderazgo de la oposición, situaciones que empañan todavía más los comicios que son rechazados por la comunidad internacional.

Anomalías en el proceso

El observatorio electoral de la sociedad civil recibió reportes de anomalías y violencia política desde todos los departamentos y las regiones autónomas del país y de por lo menos 119 de los 153 municipios, explicó Olga Valle, investigadora de Urnas Abiertas.

Durante la jornada de votación Urnas Abiertas recibió reportes de actos intimidatorios consistentes en patrullaje policial, parapolicial y activistas del partido de gobierno en sus vecindarios, así como la presencia y control del partido sandinista en los Centros de Votación.

En por lo menos 203 Centros de Votación, según Valle, se reportó el uso de vehículos del Estado para trasladar votantes, particularmente transporte que son parte de las alcaldías.

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Delitos electorales por todos lados

Además se constató que en 71 Centros de Votación hubo propaganda en su interior como afiches, banderas y votantes y fiscales con ropa que tenían simbología de su partido.

En su primer corte informativo Urnas Abiertas destacó al menos 200 hechos de violencia política en los diferentes departamentos del país.

Urnas Abiertas contó una red ciudadana de 1,450 personas en todo el territorio para registrar el comportamiento de participación ciudadana en el ejercicio de su derecho a votar.

«Estas personas trabajaron de manera anónima por así decirlo, porque el Consejo Supremo Electoral no permitió la acreditación de personas que no estén alineados a ellos así como lo hemos visto con el acompañamiento electoral», agregó Valle.