*En una audiencia en el Congreso de Estados Unidos se desnuda las estrategias de la República Popular China en el continente y sus nexos con las dictaduras de Venezuela, Cuba y Nicaragua.
**Congresista republicana María Elvira Salazar denuncia que la maquinaria propagandística china está “lavando el cerebro” de la juventud latinoamericana.
Expediente Público
China es la mayor amenaza que Estados Unidos haya enfrentado jamás y está aumentando su influencia económica, militar e ideológica en América Latina, advirtió el 28 de septiembre de 2023 la congresista republicana, María Elvira Salazar, presidenta del Subcomité de las Américas en el Comité de Relaciones Exteriores de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, durante una audiencia ante el Congreso.
“China, a mi entender, es la mayor amenaza para Estados Unidos, o la mayor amenaza que Estados Unidos haya enfrentado jamás. Eso no es fantasía, es un hecho”, dijo.
Afirmó que Pekín es “la principal fuente de espionaje y ciberataques en el mundo”.
“Tienen el peor historial de derechos humanos en la historia moderna y han traído equipo militar e ideología marxista a nuestras costas”, dijo Salazar, al presidir la audiencia “El comunismo a nuestras puertas: la amenaza de la influencia maligna de China en América Latina”, en la que estuvieron presentes funcionarios del Departamento de Estado.
Salazar describió lo que llamó “una estrategia de Caballo de Troya” a través de la cual ha incrementado su influencia comercial, militar e ideológica en el hemisferio occidental.
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China como Caballo de Troya
Salazar explicó que, en el frente económico, en los últimos 20 años, “China se ha asegurado una presencia en América Latina a través de lo que podríamos llamar una estrategia de caballo de Troya, hasta convertirse en el socio comercial número uno de nuestra región”.
“Hemos visto sus tácticas, productos de baja calidad, trabajo esclavo, asegurar infraestructura crítica a cambio de acceso y destruir el medio ambiente en cada oportunidad sin remordimientos”, denunció Salazar.
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Como ejemplo, la congresista por la Florida dijo que hace 20 años, China comercializó con América Latina 12 mil millones, lo que pasó a 450.000 millones de dólares el año pasado, un aumento del 3.000%.
“Ahora mismo China tiene acuerdos de libre comercio con Chile, Costa Rica, Ecuador, Perú y está en camino otro con Uruguay. Específicamente en América del Sur, han superado a Estados Unidos como principal socio comercial”, dijo Salazar.
Además, la congresista mencionó que, en los últimos 20 años, China ha prestado casi 150 mil millones de dólares a la región y “está haciendo negocios con nuestros enemigos, Cuba, Venezuela y Nicaragua”.
“Hoy controlan puertos clave en Perú, ferrocarriles en Argentina, aeropuertos en Honduras, represas en Ecuador, fábricas en Brasil, minerales críticos en Bolivia, creando un importante riesgo de seguridad para nosotros, Estados Unidos”, señaló.
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Presencia militar
Salazar expresó también su preocupación por la presencia militar china en el continente, citando que Cuba, de acuerdo a investigaciones periodísticas, tendría cuatro bases de espionaje chinas para interceptar comunicaciones de Estados Unidos a sólo 90 millas de las costas de Florida.
“También están pensando en crear una base militar para albergar a las tropas chinas en Cuba”, dijo la representante republicana.
Mencionó el caso de Argentina donde Pekín gestiona una estación espacial satelital del tamaño de 400 campos de fútbol.
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De acuerdo a los datos brindados la congresista, China habría vendido a Venezuela 650 millones de dólares en armas en los últimos 10 años, incluidos tanques VN1 y sistemas de radar de última generación.
La amenaza más grave
Para Salazar, la amenaza más grave de China en el hemisferio occidental “es su ideología y control de la información”.
“Su maquinaria propagandística está lavando el cerebro de la juventud latinoamericana. Hay 40 Institutos Confucio en toda América Latina dedicados a difundir su ideología opresiva, el comunismo”, denunció.
Además, denunció a través de empresas como Huawei, quieren controlar las telecomunicaciones y los servicios de Internet.
Salazar mencionó que el presidente chino Xi Jinping ha realizado visitas oficiales a 11 países latinoamericanos en los últimos 10 años.
“Entonces, si nos quedamos quietos como la fuerza militar número uno del mundo, veremos en la próxima década cómo el mandarín reemplazará al inglés como segundo idioma en América Latina”, señaló.
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China, amiga de dictadores
Salazar concluyó su intervención con unas palabras en español para el público latinoamericano en las que advirtió que China “promete progreso, desarrollo y riqueza” pero sus amigos en el continente son Maduro, los Kirchner, los Castro y ahora Ortega:
“Estos son gobiernos que han llevado a sus países a la miseria”, señaló.
El congresista demócrata por Texas, Joaquín Castro, compartió las preocupaciones de Salazar durante la audiencia, pero advirtió que Estados Unidos no debería permitir golpes de estado militares ni escuadrones de la muerte en la región.
Castro señaló que “hacen falsas promesas de inversión que crean y arruinan las esperanzas de quienes buscan prosperidad”.
“En las flotas pesqueras chinas, cientos de barcos pescan ilegalmente en aguas de América Central y del Sur y perjudican los medios de vida de miles de personas”, dijo.
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El congresista exhortó a Estados Unidos a “defender nuestros valores cuando interactuemos con la región”.
Castro recordó que, en la última década, China ha ampliado significativamente su presencia diplomática en el hemisferio, incluso abriendo relaciones diplomáticas con Panamá, República Dominicana, El Salvador, Nicaragua y Honduras.
La estrategia para contener a China
En la audiencia participó la subsecretaria adjunta de Asuntos del Hemisferio Occidental del Departamento de Estado, Kerri S. Hannan, quien aseguró que las embajadas estadounidenses en el continente “han desarrollado estrategias específicas para cada país para contrarrestar la actividad problemática de la República Popular China” en la región.
Aseguró que trabajan con socios democráticos como la Unión Europea, Japón, la República de Corea y Taiwán en esa dirección.
“Seguimos concentrados en contrarrestar la campaña de la República Popular China para inducir a los países a cambiar su reconocimiento y excluir a Taiwán de las organizaciones multilaterales”, dijo Hannan.
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La funcionaria recordó que Estados Unidos sigue siendo, con diferencia, la mayor fuente de inversiones y remesas de la región.
“Ofrecemos alternativas de inversión en infraestructura de mayor nivel y adquiridas de forma transparente que respetan las salvaguardias laborales, ambientales y sociales”, señaló.
Hanan destacó que en materia de seguridad, la proliferación de enlaces de la República Popular China a equipos de vigilancia de telecomunicaciones resalta los riesgos para la seguridad nacional, los derechos humanos y la privacidad.
“El departamento también trabaja para contrarrestar las campañas de propaganda y desinformación de la República Popular China en la región”, aseguró.
Corrupción china
La Administradora adjunta de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (Usaid) para América Latina, Mileydi Guilarte, también presente en la audiencia, denunció que más del 35% de los proyectos de infraestructura china en la región “han estado vinculados a escándalos de corrupción, violaciones laborales, peligros ambientales y protestas públicas”.
Mencionó el ejemplo de “la presa de Coca-Cola Sinclair en Ecuador, que estuvo plagada de grietas” que causó una erosión significativa.
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“Eso requirió que Ecuador entregara hasta el 90% de su producción petrolera”, citó Guilarte.
La administradora adjunta de Usaid aseguró que “los gobiernos de la región son cada vez más conscientes de las desventajas de trabajar con la República Popular China”.
“Usaid rastrea la percepción de la República Popular China en todo el hemisferio y la confianza de la gente en la República Popular China ha caído casi un 20% en los últimos 10 años, mientras que la confianza en Estados Unidos ha aumentado aproximadamente la misma cantidad desde 2019”, aseguró Guilarte.
Ecosistemas digitales
La funcionaria explicó que Usaid busca fortalecer las instituciones democráticas y el estado de derecho en la región, invertir en programas que fortalecen los controles y equilibrios, y además, apoyan a actores como los periodistas de investigación que arrojan luz sobre las acciones y motivaciones de la República Popular China y sus propios gobiernos.
“En segundo lugar, nos centramos en aumentar la resiliencia económica de nuestros socios para que puedan rechazar la coerción externa”, explicó.
Usaid también está apoyando en crear ecosistemas digitales seguros como una alternativa segura a las inversiones digitales de la República Popular China en tecnología 5G y ciberseguridad.
“Y, por último, avanzamos en la gestión transparente de los recursos naturales apoyando asociaciones de financiación climática como el Banco Azul-Verde y Barbados, que apoyan proyectos de energía renovable y conservación del agua”, agregó.
