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Honduras ciega y muda ante muertes y torturas en Rusia y Nicaragua

*Al quedarse callado, el Gobierno de Honduras está actuando en “contubernio con los violadores y por lo tanto es una aberración”, criticó el director del ERIC-SJ Ismael Moreno.

**“De donde venga, la violación de derechos humanos debe ser condenada”, declaró a Expediente Público Miriam Miranda, defensora galardonada internacionalmente.

***“Cuando un gobierno se declara de derecha o de izquierda defiende sus ideologías y no necesariamente la vida humana”, consideró Wilfredo Méndez, exdirector del Ciprodeh.


Expediente Público

Las violaciones a los derechos humanos se deben condenar independientemente del país donde se cometan, coincidieron defensores entrevistados por Expediente Público, quienes repudiaron el silencio de Honduras en foros internacionales ante los abusos cometidos por regímenes afines ideológicamente como el de Nicaragua, Venezuela y Rusia.

En el caso de Nicaragua, en la 52 Asamblea General de la Organización de Estados Americanos (OEA) que se realizó entre el 5 y el 7 de octubre en Lima, Perú, se aprobó una resolución en la que se exhorta al régimen de Daniel Ortega a poner fin a la crisis sociopolítica y de derechos humanos.

La representación hondureña solicitó antes de la aprobación poner un pie de página en el que se indica que “en estricto apego a los principios del derecho internacional y, en particular, al principio de no intervención en los asuntos internos de otros Estados, considera que esa situación debe resolverse entre los y las nicaragüenses a fin de propiciar la armonía y el entendimiento de esa nación hermana”.

Incluso, el vicecanciller Gerardo Torres adujo que Honduras y Nicaragua son “socios comerciales” y aunque “estamos preocupados por la situación de Nicaragua (…) no nos podemos meter en las decisiones de otro país”.

La postura del Gobierno hondureño generó reacciones en contra, como la de la diputada por el Partido Salvador de Honduras (PSH) Maribel Espinoza.

“Es una completa hipocresía condenar el ultraje a los DDHH en unos países, pero a la vez mantener un cómplice silencio respecto a otros. Especialmente cuando vemos claramente que en Nicaragua se ha instalado una feroz dictadura que persigue hasta religiosos”, publicó la parlamentaria en Twitter el 9 de octubre.

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Argumento sin sentido

El director del Equipo de Reflexión, Investigación y Comunicación (ERIC-SJ), centro de acción social jesuita, Ismael Moreno, dijo a Expediente Público que el argumento de la representación hondureña es “absurdo”, “ridículo” y “sin sentido”.

Para Moreno, “ante las violaciones a los derechos humanos no hay justificación, se toma postura a favor de las víctimas o se es cómplice de los victimarios” y “Honduras está claramente tomando una posición en favor del gobierno de Nicaragua, que es violador de los derechos humanos”.

En esa línea, Moreno consideró como “una auténtica atrocidad que se den respuestas calculadas por parte del gobierno de Honduras, violaciones a los derechos humanos son violaciones a los derechos humanos sea en esta concepción ideológica o sea en otras concepciones ideológicas”.

El sacerdote jesuita, quien también es el director de la emisora Radio Progreso, agregó también que en Nicaragua “lo que tenemos es una violación escandalosa de los derechos humanos, ya no solamente de la iglesia, sino también a todo tipo de oposición y a todo tipo de libertad de expresión”.

Quedarse callado “es un contubernio con los violadores y por lo tanto es una aberración de parte del gobierno de Honduras ponerse en una posición neutral”, continuó.

“Yo condeno al gobierno de Nicaragua, condeno a todas las violaciones a los derechos humanos y repudio la posición de abstención del gobierno de Honduras”, enfatizó.

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Deja mucho qué desear

Honduras, al igual que Cuba, Venezuela, China, Bolivia, Eritrea y Rusia, tampoco respaldaron en marzo pasado una resolución del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas para revisar la situación de derechos humanos en Nicaragua desde 2018.

En esa misma línea, la presidenta de Honduras Xiomara Castro se negó a asistir en junio a la Cumbre de las Américas porque el país anfitrión, Estados Unidos, no incluyó también a Cuba, Nicaragua y Venezuela.

“Sea de donde venga, de qué gobierno venga, la violación de derechos humanos debe ser condenada”, dijo a Expediente Público la coordinadora de la Organización Fraternal Negra Hondureña (Ofraneh), Miriam Miranda.

Para la defensora de derechos humanos galardonada internacionalmente, el silencio de Honduras “daña la imagen de este nuevo gobierno, porque es un gobierno que habla de ‘poder popular´, que habla de la construcción de la democracia, de que ya no sea lo mismo que estábamos viviendo…”.

Xiomara Castro olvida su promesa

Una de las promesas de campaña de Castro fue la de generar una cultura de respeto a los derechos humanos.

«Castro generó una gran expectativa de cambio al incluir en su plataforma electoral medidas orientadas a defender los derechos humanos y terminar con años de negligencia y abusos por parte de gobiernos anteriores», señaló en junio pasado la organización internacional Human Rights Watch.

Miranda reflexionó que “todo lo que ha sido la participación y las posiciones de este gobierno a nivel internacional respecto a este caso deja mucho qué desear”, particularmente para “lo que se aspira por parte de las defensoras y defensores, no solamente de Honduras, sino que a nivel internacional”.

Para Miranda, argumentos como el principio de no intervención es “muy débil” e “irreal” y “no hay ninguna justificación porque hay documentación”, información y testimonios de las violaciones que se cometen en Nicaragua.

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El caso de Rusia

En el 77 período de sesiones de la Organización de Naciones Unidas (ONU), que inició el 13 de septiembre, Honduras se abstuvo de votar por una resolución que rechaza “la agresión” de Rusia contra la soberanía, integridad territorial e independencia política de Ucrania, por la que Nicaragua votó en contra.

Mientras que en la 52 Asamblea General de la OEA, Honduras no apoyó una declaración contra la invasión a Rusia y se abstuvo también de votar a favor de la renovación de una comisión de Naciones Unidas que investiga crímenes de lesa humanidad en Venezuela, la que fue aprobada por dos años.

Para el padre Moreno, “la guerra no solamente es un fracaso de la humanidad, sino que es un factor de negociación perverso por parte de todas las potencias que están en medio”, que solo miran sus intereses, como la energía y el petróleo, pero no las víctimas.

“Creo que el único que está jugando un papel serio en nombre de las víctimas es el Papa Francisco”, pero de allí “ni la Unión Europea, ni China, ni Rusia, ni Estados Unidos están pensando en las víctimas sino en las ventajas que pueden sacar”, acotó.

En ese sentido, consideró que el deseo es que todos los países piensen en las víctimas.

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Silencio de Honduras cuestionable

“La postura del gobierno hondureño no es extraña a las posturas que tienen casi todos los países del mundo, son muy pocos los gobiernos que se atreven a señalar las violaciones de derechos humanos de sus aliados”, y por lo general “se quedan en silencio cuando se pide una sanción”, dijo a Expediente Público el defensor de derechos humanos Wilfredo Méndez.

No obstante, para el también exdirector del Centro de Investigación y Promoción de los Derechos Humanos (Ciprodeh) “lógicamente es cuestionable para cualquier gobierno que no condene la violación de derechos humanos en cualquier país del mundo donde se cometan porque debemos estar conscientes que la protección de la humanidad debería de ser el factor fundamental”.

Méndez planteó que un Gobierno que defiende los derechos humanos “lo primero que hace es protestar cuando hay una violación de los derechos humanos, pero cuando un Gobierno se declara de derecha o de izquierda en primer lugar, pues entonces defiende sus ideologías y no necesariamente la vida humana”.

Son “cálculos políticos” en los que primero está el beneficio que pueda tener el país aliado antes que la vida e integridad de la ciudadanía, expresó.

Derechos humanos ante todo

Agregó que “yo mismo lo he fue puesto en protesta en el Comité de Derechos Humanos de Naciones Unidas, también lo he dicho en la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y realmente es condenable, eso debería de llamar la atención y deberíamos de ponerlo en la palestra pública del mundo”.

Dijo también que en el caso de los países donde la guerra está presente o que tienen en la producción armamentista un modus vivendi, “se ataca al que no es aliado o se le señala de ser guerrerista, mientras que a los aliados que están promoviendo la guerra no se les dice nada, entonces yo creo que aquí hay una hipocresía mundial en el tratamiento público de los derechos humanos por parte de los gobiernos”.