*La pandemia de COVID-19 aumentó la influencia de China en la región andina y sus implicaciones en los ámbitos financiero, comercial y político, dice experto ecuatoriano Santiago Carraro.
** El financiamiento chino, su influencia económica creciente y los tratados de libre comercio son aspectos que deben considerarse al analizar la relación de China y Sudamérica.
Yarely Madrid / Expediente Público
La deuda con China influencia directamente no sólo aspectos comerciales, sino, políticos, al menos, en los países andinos, plantea a Expediente Público Santiago Carranco, coordinador del Laboratorio de Relaciones Internacionales de la Universidad Internacional del Ecuador.
El también coautor del libro “China en América Latina: la Otra Cara de la Moneda” apunta a que “existe una amalgama entre lo financiero y lo económico que tendrá una repetición política más variada” en los países de América del Sur.
Carranco es doctor en Estudios Internacionales por la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso) y profesor de Relaciones Internacionales en la Universidad Internacional del Ecuador y uno de los investigadores del seminario permanente Red Liberal de América Latina (Relial).
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Influencia
Carranco ejemplifica como Ecuador cambia las votaciones en organismos multilaterales frente a las posiciones más favorables para China.
“Esto es algo que nosotros no lo vemos en la política pública, pero en veinte o treinta años ya va a tener un posicionamiento directo de ciertos países andinos en (favor de) resoluciones chinas”, vaticina.
China brindó a Ecuador más de 8 mil millones de dólares en créditos bilaterales a través de su banca estatal, sólo durante el gobierno del presidente Rafael Correa (2007-2017).
Las cifras de The Dialogue muestran que del 2010 al 2018 Ecuador solicitó un total de 24 préstamos, provenientes en su mayoría de del Banco de Desarrollo de China (CDB), convirtiéndose en uno de los tres países de América Latina más endeudados con Pekín, después de Venezuela y Brasil.
El eje transversal: la pandemia
La pandemia por COVID-19, en 2020, fue el eje transversal para que China lograra un acercamiento importante con los países andinos.
Santiago Carranco cita el caso de Perú que no había recurrido a China para obtener financiamiento, pero durante esta crisis humanitaria tuvo que hacerlo para enfrentar las consecuencias económicas.
“En la región andina vemos dos cosas realmente importantes: en Ecuador se empieza a negociar un Tratado de Libre Comercio (TLC) y se firma en seis meses y Perú que nunca había pedido un préstamo a China lo pide para solventar la pandemia”, señala.
“China permaneció como el principal socio comercial de Perú durante la pandemia”, se cita en el libro China en América Latina: la Otra Cara de la Moneda.
Según los datos de The Dialogue la deuda de Perú con China asciende a unos 50 millones de dólares. Es importante mencionar que, actualmente el país sudamericano tiene un Tratado de Libre Comercio con China, vigente desde el 2010.
A criterio de Carranco mientras Estados Unidos solventaba problemas internos por el COVID-19, China comenzó a acaparar los espacios que dejó en la región andina.
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Tratados de Libre Comercio
El académico explica que, si bien es cierto, en la mayoría de los tratados de libre comercio se incluyen temas de propiedad intelectual y cuestiones medioambientales, no es el caso con China.
“Esto genera una distorsión en el comercio, porque, mientras nosotros (en Ecuador) mantenemos un tratado con Europa en el que, por ejemplo, los productores de cacao necesitan cumplir una serie de reglas medioambientales para poder ingresar a los mercados, con China no”.
“Esto puede recaer en que después tengamos una producción ociosa y que dependamos cada vez más al mercado chino”, manifiesta.
En el estudio del Centro de Investigación Expediente Abierto “China en Ecuador: recursos naturales, infraestructura y seguridad” se expone como este TLC con Pekín flexibiliza la responsabilidad social de las empresas chinas en la pesca y la explotación de especies amenazadas.
Relaciones exteriores ecuatorianas
“El Ecuador ha tratado de mantener un nuevo alineamiento activo… nosotros estamos tratando de negociar con Estados Unidos y (también) negociar con China, no tomar posesión de ninguna potencia”, evidencia Carranco.
El académico subraya que, aunque las relaciones exteriores en el gobierno de Rafael Correa se enfocaron en temas regionales para crear nuevos organismos, en el gobierno de Guillermo Lasso (2021-2023) se trató de dar un impulso al tema económico con la Alianza del Pacífico.
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Aunque en el gobierno del reciente presidente de Ecuador, Daniel Noboa, se retoma la línea de Guillermo Lasso, esta se rompe cuando la policía ecuatoriana irrumpió en la embajada de México en Quito y arrestó a Jorge Glas, exvicepresidente acusado de soborno y corrupción.
“Las relaciones exteriores de Ecuador quedaron muy mermadas y me parece que quedan mermadas frente a la historia y frente al futuros actos que podamos tener. Ahí va a ser muy importante, porque esta información no la tenemos, ver cómo actúa China y ver cómo actúan otras potencias”, finalizó Carranco.