Sanciones contra el régimen de Ortega y Murillo deben ser más contundentes

Sanciones contra el régimen de Ortega y Murillo deben ser más contundentes

*Estudio de Expediente Abierto y tres expertos explican lo bueno, lo malo y lo posible con las sanciones, así como la ruta para lograr cambios democráticos en Nicaragua. 

**Analistas insisten en golpear los millonarios negocios de la familia Ortega y Murillo en las importaciones de arroz, las exportaciones de carne y detener financiamiento del BCIE al régimen.


Expediente Abierto

El 15 de agosto de 2023 la justicia del régimen de Nicaragua confiscó la Universidad Centroamericana (UCA). Cuatro días después la respuesta de Estados Unidos fue quitar las visas a cien funcionarios municipales. El 25 de septiembre le tocó al Instituto Centroamericano de Administración de Empresas (INCAE) la misma suerte, y la respuesta de Washington fue la misma, quitar otras cien visas el 29 de septiembre. 

El Departamento del Tesoro de Estados Unidos ha emitido, desde diciembre de 2017, sanciones económicas a 46 personas y 11 entidades públicas y empresas vinculadas a la familia Ortega. Del mismo modo le ha quitado las visas a más de mil funcionarios públicos de casi todos los poderes y aparatos estatales, pero el régimen nicaragüense parece cerrarse más. 

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“Tienen mucha razón las y los nicaragüenses al sentir frustración cuando vemos que después de ya varios años de aplicación de sanciones, el régimen de Daniel Ortega y de Rosario Murillo sigue atrincherado en el poder con una capacidad de represión mucho mayor”, manifestó a Expediente Público Carolina Jiménez Sandoval, presidenta de la Oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos (WOLA, por sus siglas en inglés), una organización de investigación y promoción de Derechos Humanos.

Régimen ilegítimo

Sin embargo, Jiménez explica que aunque las sanciones probablemente no han podido en su totalidad restringir las acciones represivas, su uso por parte de Estados Unidos, la Unión Europea, Canadá y otros países, “muestra que hay una opinión y una posición general de la comunidad internacional de ver al gobierno de Daniel Ortega y Rosario Murillo como represivo e ilegítimo”.

«No cumple no con las normas mínimas de convivencia democrática que la comunidad interna e internacional quisiera ver”, afirmó. 

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Análisis de sanciones 

Un amplio análisis de las sanciones elaborado por el centro de investigación Expediente Abierto titulado «Sanciones Internacionales: Experiencias, Mejores Prácticas y Recomendaciones para su Implementación«, aborda los alcances y desaciertos de esta política de la comunidad internacional. 

Los investigadores de Expediente Abierto concluyen que las sanciones “son una herramienta global esencial para lograr una transición a la democracia como parte de una estrategia mucho más amplia que incluye, de manera importante, las acciones de los nicaragüenses dentro y fuera del país, incluidos los aliados que puedan estar actualmente dentro del régimen”. 

“Los expertos en políticas no deberían esperar que las sanciones económicas provoquen cambios de gobierno o una transición a la democracia por sí solas. Por el contrario, experiencias internacionales anteriores señalan la necesidad de limitar sus objetivos”, detalla el estudio.  

Sanciones contra el régimen de Ortega y Murillo deben ser más contundentes

Críticas a estrategia de sanciones

Jiménez sostuvo que ha sido bastante criticado por muchos analistas que no hay suficientes acciones contra el aparato represivo en Nicaragua. “Sería muy importante que los gobiernos que sancionan a estas instituciones represivas pensaran en qué hace falta para enviar ese mensaje de que la represión es totalmente inaceptable”. 

“En segundo lugar, si bien hay una sanción contra la empresa minera, habría que ver cómo el Gobierno nicaragüense está navegando esas sanciones y sigue teniendo ingresos muy importantes”, argumentó Jiménez. 

Expediente Abierto también recomienda metas específicas y alcanzables que pueden esperarse de una estrategia de presión económica bien estructurada para Nicaragua sinterizados en dos vías principales. 

La primera coincide con la postura de Jiménez, como es restringir la capacidad del régimen para reprimir a sus ciudadanos, en mayor medida de lo que se ha hecho hasta ahora. Y la segunda, debilitar, en más las alianzas internas que apuntalan al régimen. 

¿Cómo las sanciones pueden ser más efectivas?

Entre las recomendaciones están definir objetivos claros y factibles, con medidas lo suficientemente potentes y creíbles para alcanzar el objetivo. La hoja de ruta para la eliminación de sanciones es fundamental, así como apuntar a los partidarios clave del régimen y sus aliados, idealmente aquellos que tienen más interés en cooperar. 

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El exdiputado Enrique Sáenz cree que estas sanciones son útiles, pero como un instrumento complementario a una estrategia definida en contra de un régimen, por otra parte, las sanciones aisladas, tienen impactos aislados. 

Por otra parte, no se les ha dado seguimiento a las medidas ya tomadas, criticó el exdiputado, como ocurrió en el caso del Banco Corporativo (Bancorp), entidad financiera dentro de la telaraña del negocio petrolero venezolano-nicaragüense. Sáenz indicó que en lugar de seguir la ruta del dinero, dejaron respirar a esta instancia y ahora no se sabe a dónde están millones de dólares. 

Efecto humanitario 

El efecto humanitario de las sanciones debe considerarse al planificar el arte de gobernar económicamente, así como garantizar que cualquier enfoque de presión económica se realice de forma multilateral, detalla el estudio de Expediente Abierto

Sin embargo, existe oposición entre actores económicos e incluso expertos y funcionarios en Washington sobre el impacto humanitario, como se vive en Cuba o Venezuela. 

Jiménez cree que debe asegurarse que las futuras sanciones, como suspensión de préstamos de los organismos financieros internacionales hacia Nicaragua, no afecte a la población, pero sí pueda ejercer presión de forma que Ortega se vaya debilitando y tengan que abrir canales de diálogo para que se pueda discutir una transición democrática. 

Sáenz no cree que las sanciones económicas tengan un efecto humanitario en la población nicaragüense, pero de todos modos, “¿cuál es la alternativa a no imponer sanciones? ¿La impunidad absoluta, que esta gente (el régimen) siga con sus desmanes y no sufra ni una sola consecuencia?”. 

«Sanciones contra la mafia Ortega Murillo»

Por otro lado, considera que también pueden ser sanciones a nivel personal, a nivel de las empresas ligadas al régimen, pero en cualquier caso que signifiquen “algún costo para la mafia en el poder”. 

La investigadora y defensora de derechos humanos Alexa Zamora coincide en que las sanciones “no van a sacar al régimen, pero han servido en tema de liberación de presos políticos y parar un poco, en algunos momentos, la escalada brutal de represión”, 

Zamora recordó también que “el carácter represivo del régimen no depende de la aplicación o no aplicación de sanciones, lo que ayuda precisamente las sanciones a debilitar el pilar económico del régimen, por ejemplo, con el acceso a diferentes mercados, porque no es un secreto para nadie, por ejemplo, que ellos controlan el mercado de las mineras”. 

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El tratado de libre comercio 

Una de las peticiones de opositores y exiliados es la expulsión de Nicaragua del Tratado de Libre Comercio que tiene Centroamérica con Estados Unidos (Cafta). Según Zamora esto no tendría un impacto económico fuerte a los Ortega-Murillo, “el impacto real sería atacar directamente a quienes financian al régimen”. 

La investigadora pone la mirada en los mercados de importaciones de arroz, las exportaciones de carne y de otros rubros controlados por la familia Ortega y sus aliados, pero además, “no podemos olvidar que quien realmente financia la caja chica del régimen es el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE), no el Cafta”. 

Las sanciones más fuertes tienen que ver con cuáles son las fuentes de financiamiento reales del Gobierno, que son las instituciones financieras internacionales como el BCIE, el Fondo Monetario Internacional, el Fondo Verde que son realmente quienes mantienen este flujo constante de dinero que el régimen utiliza con fines propagandísticos con fines de seguir pagando el aparato represor, dijo la experta. 

Jiménez, por su lado, recordó que la Ley de Fortalecimiento de la Adherencia de Nicaragua a las Condiciones para la Reforma Electoral de 2021 (Renacer) pide revisar el tratado de libre comercio y que evalúe su cumplimiento. 

“Existen reglas muy importantes sobre derecho laboral, entre otros, que están contenidas en el Cafta y que tienen que ser revisadas y que la verdad se ha tomado mucho tiempo para hacer esa revisión”, indicó Jiménez. 

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¿China como salvavidas de Ortega

Del mismo modo, es evidente la estrategia de los Ortega por sustituir cualquier corte económico a través de su alianza con China. Zamora es escéptica.

“Si vos haces un análisis de volumen de importaciones está muy bien decir que China va a ser el nuevo mercado de destino que va a suplir a Nicaragua, eso está bien en propaganda, pero cuando hacemos números, primero Nicaragua no produce suficiente volumen como para satisfacer el mercado chino y algo equiparable es la experiencia que ya tiene Costa Rica”. 

El volumen de exportaciones de Costa Rica no ha sido enorme y, por otro lado, los estándares que China requiere para aprobar las importaciones le impiden sacar más provecho al país centroamericano, analizó. 

Jiménez no descarta el rol de actores globales como Rusia y China, que probablemente ayuden a que el régimen nicaragüense navegue y pueda evadir el efecto de sanciones, por eso es importante analizar cuáles son los factores económicos que habría que poner en el blanco para que se rompan ciertas alianzas importantes con las que cuenta el régimen Ortega Murillo para seguir subsistiendo. 

Falta articulación 

Una de las principales críticas que hay contra las sanciones contra Nicaragua es que pareciera que carece de una estrategia de corto, mediano y largo plazo, pero es probable que la presión internacional ejercida por ciertas sanciones tuvo algo que ver en ese proceso de excarcelación de presos políticos en febrero de este año, sugirió Jiménez. 

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“La lucha de las y los nicaragüenses, tanto dentro como fuera de Nicaragua, apunta a eso, apunta a un cambio de gobierno, apunta a una transición democrática y esa lucha tiene que venir acompañada de varias acciones por parte de la comunidad internacional, incluyendo, hay que decirlo, sanciones que puedan llevar a que se movilicen más ciertos factores internos para que haya cambio”, dijo Jimenez.