Xiomara Castro Honduras toma de posesión Crisis en Honduras Congreso

Xiomara Castro asume presidencia en una Honduras pobre, corrupta y en crisis política

*En su primer discurso como mandataria, Xiomara Castro aseguró que recibe una «catástrofe económica» prometiendo que en los próximos cien días tomará las medidas urgentes para la «refundación» de Honduras.

**Expresidente Juan Orlando Hernández fue el gran ausente de la ceremonia de traspaso de gobierno. La congresista Norma Torres hizo un llamado al Departamento de Justicia de Estados Unidos para solicitar de inmediato la extradición de Hernández.


Expediente Público

Xiomara Castro, la primera mujer presidenta en la historia de Honduras, asumió este jueves 27 de enero el mandato para los próximos cuatro años en medio de una crisis sin resolver en el Congreso Nacional, la división a lo interno del partido que la llevó al poder y la promesa de concentrar los mayores esfuerzos de su gobierno en cuatro sectores: educación, salud, seguridad y empleo.

“Ellos serán las anclas reales al progreso y al desarrollo”, dijo la mandataria hondureña durante su discurso ante miles de hondureños que acudieron a la ceremonia de traspaso en el Estadio Nacional de Tegucigalpa, en la capital.

Castro fue juramentada en horas del mediodía por la jueza del Tribunal de Sentencia de Francisco Morazán, Karla Romero, y recibió la banda presidencial del titular de una de las facciones del Legislativo, Luis Redondo.

En su discurso de aproximadamente 45 minutos, Castro se refirió a la “catástrofe económica” en que recibe el país centroamericano y enumeró una veintena de temas que serán parte de la agenda de su gobierno.

100 días de prueba

“En los cien días siguientes tomaremos las medidas urgentes que prometí en mi campaña para la refundación de Honduras”, manifestó.

La presidenta hondureña se comprometió a iniciar mañana viernes las pláticas con los maestros para retornar a las clases presenciales, suspendidas desde marzo de 2020 debido a la pandemia, “asegurando la matrícula gratis, merienda escolar, vacunas y mascarillas”.

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Además, prometió “redefinir el sector de salud” con “preeminencia en el sector público” y transformar paulatinamente los cuerpos de seguridad.

Dijo que los adultos mayores, las personas con capacidades especiales, la niñez y juventud, los pueblos indígenas y afrodescendientes, así como la comunidad LGTBI, tendrán “un lugar y atención precisa dentro de mi gobierno”.

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Medidas de alivio

Anunció que enviará un proyecto de ley al Congreso Nacional para crear un subsidio para los combustibles y lograr una reducción de los precios actuales.

Así mismo, anunció que más de un millón de familias que viven en la pobreza y consumen menos de 150 kilowats al mes no pagarán más por ese servicio. “Los altos consumidores deberán asumir un precio en su factura para subsidiar la energía que daremos gratis a los pobres de Honduras”, indicó.

Castro ofreció disminuir los intereses bancarios para incentivar la producción y poner especial atención en el desarrollo agroforestal e industrial, la promoción del turismo “y una estricta política fiscal y monetaria”.

Expresó que todo su gobierno deberá concentrarse en el desarrollo agropecuario y la soberanía alimentaria, y en ese sentido anticipó que renegociará las cláusulas del Cafta.

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Aseguró que no habrán más permisos de minas abiertas ni de explotacion de minerales, ríos, cuencas hidrográficas, parques nacionales y bosque nublados, y que “con las Fuerzas Armadas trabajaremos conjuntamente en la protección del medio ambiente”.

También prometió sentar las bases para el “combate frontal” de la corrupción. “Debemos arrancar de raíz la corrupción de los doce años de dictadura”, señaló.

Reiteró que la instalación de una comisión internacional para el combate frontal a la corrupción y la impunidad con apoyo de las Naciones Unidas “son tareas inmediatas de ejecución” y que ya ordenó al canciller solicitar apoyo y asistencia en el tema.

“No más silencio ante los feminicidios, no más sicariato, no más narcotráfico ni crimen organizado”, expresó también la presidenta hondureña.

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JOH no asistió a toma de posesión

El gran ausente fue el expresidente Juan Orlando Hernández (2014-2022), cuya última aparición pública fue la noche del miércoles 26 de enero en una cadena nacional de radio y televisión, la última de muchas realizadas durante sus ocho años en el poder.

“¡Misión cumplida”, dijo durante la transmisión en la que resumió en diez minutos los «logros» de su último período.

En su cuenta de Twitter, Hernández se consignaba ese jueves como expresidente de Honduras y diputado al Parlacen, un cargo que le garantiza la misma inmunidad que tienen los parlamentarios del Congreso hondureño, pero que no está acreditado por el Departamento de Estado.

De allí que la congresista Norma Torres hizo a través de Twitter un llamado al Departamento de Justicia de Estados Unidos para que de inmediato solicitara su extradición “por su papel en la protección y ayuda a los narcotraficantes”.

La ceremonia de traspaso se realizó en el Estadio Nacional de Tegucigalpa, con capacidad para unas 35 mil personas, cuya remodelación se hizo con los donativos solicitados a la población por la comisión de traspaso presidencial, que logró recaudar alrededor de 36 millones de lempiras (1.5 millones de dólares).

La capital hondureña se encontraba prácticamente paralizada por el cierre de las principales calles y bulevares y el asueto otorgado a los empleados públicos con motivo del traspaso presidencial, y bajo fuertes medidas de seguridad con el desplazamiento de alrededor de diez mil efectivos policiales y militares.

Familia en el Gabinete

El anuncio del gabinete que acompañará a Castro fue revelado horas antes de la toma de posesión.

Su hijo Héctor Manuel Zelaya será su secretario privado y como secretario de Defensa nombró a su sobrino político José Manuel Zelaya Rosales, lo que significa la presencia de la familia Castro-Zelaya en el Poder Ejecutivo y en el Congreso, con las diputaciones de su hija Hortensia Zelaya y cuñado Carlos Zelaya.

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También fueron anunciados Tomás Vaquero como secretario de Gobernación, Justicia y Descentralización, Rixi Moncada en la secretaría de Finanzas, Rebeca Santos como presidenta del Banco Central de Honduras (BCH) y Edmundo Orellana como ministro asesor en materia de Transparencia y Combate a la Corrupción.

Los cuatro fueron parte también del gabinete en el gobierno de Manuel Zelaya (2006-2009), esposo de Xiomara Castro.

Moncada, quien se desempeñaba como comisionada del Consejo Nacional Electoral (CNE) presentó su renuncia en las últimas horas, la cual fue leída temprano este jueves en la sesión del Congreso Nacional que preside Luis Redondo, así como la del magistrado presidente del Tribunal de Justicia Electoral (TJE) Enrique Reina, quien será el nuevo canciller en el gobierno de Castro.

En la secretaría de Educación Castro designó a Daniel Sponda, en Salud a Manuel Matheu y en Seguridad a Ramón Sabillón.

Una votación histórica

Castro fue la vencedora en las elecciones generales del 28 de noviembre de 2021, las más concurridas en la historia democrática de Honduras, que la convirtieron en la presidenta más votada con 1.7 millones de marcas a su favor.

Con su elección puso final a doce años continuos de gobiernos del Partido Nacional, que hasta el golpe de Estado de 2009 se venía alternado en el poder con el Liberal desde 1982.

A la contienda acudió como candidata de la alianza entre los partidos Libre, Salvador de Honduras (PSH) y el Innovación y Unidad Social Demócrata (Pinu-SD), en una fórmula integrada por Salvador Nasralla, Doris Gutiérrez y Floretino Pineda para el cargo de designados presidenciales (vicepresidentes).

La primera vez que compitió a nivel presidencial fue en las elecciones de 2013, convirtiéndose en la segunda mujer en aspirar a ese cargo, después de la nacionalista Nora de Melgar, quien falleció en 2021. Perdió frente al candidato del Partido Nacional Juan Orlando Hernández.

En los comicios de 2017, cedió su candidatura presidencial a favor de la alianza entre Libre, el Partido Anticorrupción (Pac) y el Pinu, encabezada por Salvador Nasralla, quien fue derrotado en medio de denuncias de fraude contra el reelecto presidente Hernández.

Cisma en partido Libre

A la ceremonia de traspaso presidencial tampoco asistió la bancada del Partido Nacional ni los restantes diputados que conforman el otro Congreso presidido por el diputado Jorge Cálix, expulsado del ahora gobernante Libre.

En un intento por poner fin a la división que enfrenta el Legislativo desde que el pasado 23 de enero fueron juramentadas dos juntas directivas, Castro se reunió con Cálix y le ofreció el cargo de coordinador de Gabinete de Gobierno.

El parlamentario publicó en la red de Twitter que pronto daría una respuesta, aunque aparentemente el cargo ya no está disponible y habría sido asignado a Rodolfo Pastor, hijo del ministro de Cultura en el gobierno de Zelaya de nombre homónimo.

Cálix y otros 17 diputados de Libre fueron expulsados de Libre acusados de traidores por la propia presidenta Castro, lo que ha reducido la bancada que inicialmente tenía 50 curules.

Sin mayoría en el Congreso, Castro solicitó este jueves durante su discurso de toma de posesión aprobar una ley para la participación ciudadana para las consultas. “No podemos estar atados a que tengamos que obtener 86 votos que sustituyen las voz del pueblo”, en alusión al número de votos por mayoría calificada que se requiere para aprobar reformas constitucionales.