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Abdul Montoya Vivas, el juez botó las pruebas

Al excarcelado Abdul Montoya Vivas de 60 años, le hubiera llegado la muerte encarcelado de no haber sido liberado este 11 de junio bajo la recién aprobada Ley de Amnistía, impulsada por el mismo gobierno de Ortega, que 10 meses antes lo habían acusado a 60 años de prisión por asesinato, terrorismo y crimen organizado.  

A Montoya el Gobierno de Ortega lo condenó  por supuestamente disparar y asesinar a Lenin Díaz Mendiola, durante una marcha de protesta realizada el 11 de agosto del año pasado en Matagalpa.

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Casi había perdido las esperanzas de salir de la cárcel debido a que el Juez Edgar Altamirano había dicho que las pruebas a su favor “estaban viciadas y no tenían validez… pero yo decía que con los videos que se iban a presentar, existía la posibilidad de demostrar mi inocencia, pero botaron esas pruebas.” comentó

“Nosotros hablamos con la doctora Leyla Prado (abogada defensora) para que  dijeran la verdad sobre nuestro caso y entonces ella dijo: la orden que hay del Carmen (Casa de habitación y de Gobierno de Daniel Ortega y Rosario Murillo) es que los condenen”, expresó Montoya.

A Abdul Montoya, lo estaban juzgando junto a Rogelio Gámez, John Amort, Noel Valdez y Omar Avilés Rocha por los mismos delitos, como si hubieran sido una banda delincuencial que se había organizado para atacar la marcha contra gobierno.

“Pero en marzo, se arreció la lucha por la liberación de los presos políticos, empezamos a animarnos de que íbamos a salir, vimos que había más presión de la ciudadanía, organismos internacionales y los Movimientos Cívicos”, expresó.

Militante sandinista

Abdul Montoya es hijo del fallecido Erasmo Montoya Leyva, un reconocido sandinista de Matagalpa que en 2002 recibió la orden de ciudadano dilecto de esa ciudad norteña.

Su padre, se había destacado años anteriores como funcionario del gobierno, en los inicios del primer periodo presidencial de Ortega (2007-2011). Una fuente cercana indicó que hasta había participado en las Juntas receptora de votos de Matagalpa.

Montoya participaba en las marchas contra el gobierno de Ortega, junto a un grupo de hombres mayores como Eddy Montes (54), asesinado este 16 de mayo mientras estaba encarcelado.

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Por su parte, Lenin Díaz Mendiola, el asesinado, era hijo de la señora Benigna Mendiola, dirigente sindical campesina que se había unido a la lucha anti-somocista en los 70.

Mendiola era su cliente

Abdul Montoya conocía a Lenin Díaz Mendiola ya que era cliente de su tienda, le compraba recargas para el celular e insumos para su finca, hasta estaban haciendo negocios para la venta de una propiedad.

El día que lo llevaron preso, le dijo a los oficiales que como era posible la acusación de ese asesinato si Mendiola era conocido suyo y el día del asesinato ni siquiera estaba armado, pues tenía más de diez de años de no portar ningun arma.

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“Cuando se dio la balacera en la esquina “De la Casa de Novia” (una reconocida tienda de esa ciudad), Allí fue donde disparaon a Mendiola, yo salí corriendo, yo me di cuenta que  Lenín Mendiola estaba muerto hasta que llegué a mi casa.” Expresó Montoya.

Don Eddy Montes, el testigo

Eddy Montes había estado varios metros detrás del asesino de Lenín Mendiola, posiblemente grabando el hecho. Según Montoya, Montes iba testificar, pero fue apresado antes de poder hacerlo.

Eddy Montes fue encarcelado el domingo 7 de octubre de 2018, cuando la Policía lo citó a presentarse a la delegación para recibir información sobre unas tierras que le habían tomado en el contexto de las protestas. El 24 de ese mismo mes, comenzaron una serie de juicios contra Abdul Montoya y demás acusados. El 31 de octubre fueron declarados culpables.

Montoya asegura que hay videos de las cámaras de seguridad de los negocios cercanos que dan testimonio de lo ocurrido el 11 de agosto, pero la Policía se apropió de todas esas evidencias.  

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Un ciudadano, cuyo nombre omitiremos por seguridad,  afirmó que toda esta información sobre el asesinato de Mendiola  ya está bien sistematizada por el Movimiento azul y blanco y organizaciones de Derechos humanos, pero que están esperando que haya mejores condiciones en el Sistema de Justicia para iniciar una acusación, porque en este momento los testigos pueden estar en peligro.

Mientras tanto, en Matagalpa circulan nombres de los autores del asesinato de Lenin Díaz Mendiola, pero la situación de miedo y peligro ha hecho que todo sea un rumor por el momento.

A Abdul Montoya no le extrañan el actuar del partido de Gobierno, porque siguen un pensamiento que dejó instalado el fallecido ideólogo del FSLN, Tomas Borge: “Para conservar el poder hay que hacer lo que haya que hacer”.

La cárcel  fue su tortura

A Montoya, lo tenían aislado junto a otro reo, en una cárcel de máxima seguridad con puertas metálicas y una pequeña ventana para la comida. Se le impedía hablar con otros presos, los que hablaran con él, tan siquiera para saludarlo, eran amenazados.

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La Planta 2 alta, donde estuvo encerrado Montoya era de unas 2 varas de ancho con 3 varas fondo, allí mismo estaba el excusado y el dormitorio.

“Durante el tiempo que estuvimos encerrados nunca nos sacaron al pasillo, el calor era insoportable, tuve que quitar la colchoneta y dormir en la mera lozeta, si no te torturaba directamente la guardia, te torturan a través de la celda, porque entra poco aire y uno siente que se está asfixiando”, expresó.

Los oficiales del Sistema Penitenciario dejaron que los familiares ingresaran el medicamento para la controlar su diabetes pero por las mismas condiciones del encarcelamiento,  desarrolló neuropatía, enfermedad del sistema nervioso, asociada a la diábetes.

El mal de Nicaragua

“No puedo abandonar la lucha, yo me metí a esto para llegar hasta el final, y el final es sacar a Daniel y la Chayo (Rosario Murillo) del poder que es el mal de Nicaragua, pero primeramente hay que recuperar la libertad de expresión, la libertad de movilización, y la no represión en las calles, hay que hacerlas realidad, pero la lucha final es el cambio del Consejo Supremo Electoral y adelanto de las elecciones”. Expresó Montoya