Freedom House alerta: regímenes autoritarios podrían usar la Inteligencia Artificial para aumentar represión

Freedom House alerta: regímenes autoritarios podrían usar la Inteligencia Artificial para aumentar represión 

*Es importante la colaboración interna, así como de organizaciones donantes y gobiernos democráticos para evadir la censura en línea y contrarrestar campañas de desinformación, aconseja Kian Vesteinsson, investigador principal de Libertad en la Red, estudio anual de la fundación Freedom House. 


Expediente Público 

Los avances en inteligencia artificial (IA) ofrecen beneficios para la sociedad, pero también se han utilizado para aumentar la escala y la eficiencia de la represión digital, según el nuevo informe de Freedom House, Libertad en la Red: El poder represivo de la inteligencia artificial.

“Los gobiernos están aprovechando los sistemas automatizados para fortalecer sus controles de información y perfeccionar las formas de censura en línea. Al mismo tiempo, los distribuidores de desinformación han recurrido a herramientas de IA para fabricar imágenes, audio y texto, lo que difumina aún más las líneas entre la realidad y el engaño”, comunicó la Fundación este 4 de octubre de 2023 tras difundir su informe de libertades en internet.

El estudio que analiza 70 países, que representan el 88% del total de usuarios de internet del mundo, revela que apenas el 17% de ellos tiene libre acceso a la red global, mientras un 36% no tiene libertad y otro 35% es parcialmente libre.

«La IA se puede utilizar para potenciar la censura, la vigilancia y la creación y difusión de desinformación», dijo Michael J. Abramowitz, presidente de Freedom House.

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“Este es un tema crítico para nuestro tiempo, ya que los derechos humanos en línea son un objetivo clave de los autócratas de hoy. Los estados democráticos deberían reforzar su regulación de la IA para brindar más transparencia, proporcionar mecanismos de supervisión efectivos y priorizar la protección de los derechos humanos”, comunicó Abramowitz.

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Libertad real como virtual

Kian Vesteinsson, investigador principal de Libertad en la Red, estudio anual de la fundación Freedom House, explicó a Expediente Público que en este programa de investigación “definimos la libertad en internet como la simple idea de que los derechos y protecciones que todos disfrutamos fuera de línea también deben ser protegidos en línea”.

“Nuestro informe analiza la facilidad con la que las personas pueden acceder a internet, si el contenido en línea está censurado y cómo se pueden restringir los derechos fundamentales de las personas, como la libertad de expresión y la privacidad”.

Vesteinsson señaló que la libertad global en internet disminuyó por decimotercer año consecutivo en 2023, principalmente por los crecientes ataques a la libre expresión.

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En más del 75 por ciento de los países estudiados hubo personas que enfrentaron arrestos simplemente por expresarse en línea, como Venezuela y Nicaragua.

Campañas de desinformación 

Por otra parte, los avances en inteligencia artificial están impulsando esta crisis de libertades, en particular, las amenazas de IA generativas, es decir, las que crean contenido nuevo con datos existentes, que potencian las campañas de desinformación en línea, aunque todavía gran parte de ese trabajo lo realizan personas.

“Los gobiernos y las redes de manipulación que emplean aumentarían su dependencia de las herramientas de inteligencia artificial que generan texto, audio o imágenes. En este contexto, la IA servirá como intensificador en entornos que ya son vulnerables a la manipulación. Y lamentablemente esto ya está sucediendo”, dijo el experto.

Freedom House descubrió que la IA generativa se utilizó en al menos 16 países durante el año pasado para sembrar dudas, difamar a los oponentes o influir en el debate público, y uno de los ejemplos más destacados de esto es Venezuela.

A principios de 2023, los medios de comunicación estatales venezolanos utilizaron plataformas de redes sociales para compartir videos producidos por una empresa de inteligencia artificial. Esta empresa, Synthesia, genera vídeos para sus clientes que pueden representar presentadores de noticias inexistentes.

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En el caso venezolano, estos videos mostraban que generaba presentadores de noticias de un inexistente canal de noticias en inglés que difundía mensajes progubernamentales sobre Venezuela, incluso sobre el estado de la economía.

“Vídeos como estos son torpes, pero pueden moldear razonablemente la comprensión de la gente sobre cómo los medios de comunicación informan sobre la economía venezolana y la situación en general”, señaló el investigador de Libertad en la Red.

Venezuela y Cuba: sin libertad 

El reporte cubre once países de América, incluyendo nueve de Latinoamérica, pero por razones logísticas, no están El Salvador ni Honduras. Nicaragua es un país calificado con libertades parciales en el internet, al tener 42 de 100 puntos.

Los investigadores otorgar cien puntos en tres categorías generales: obstáculos de acceso, límites de contenidos y violaciones de los derechos de usuarios. Los países libres tienen un puntaje mayor de 70, entre 69-40 son parcialmente libres y 39 a menos, es no libre.

Cuba es por mucho el país más restrictivo del continente y el cuarto en el mundo, con 20 puntos, pero China (9), Myanmar (10) e Irán (11), superan la censura del régimen de la isla.

Venezuela acompaña a Cuba entre los países restrictivos para los usuarios en línea, con apenas 29 puntos en el rango de libertades en la red.

“A medida que la crisis social, económica y política de Venezuela ha empeorado en los últimos años, también lo han hecho los controles sobre los espacios en línea. El régimen de Nicolás Maduro bloquea o mantiene cada vez más restricciones sobre el contenido en línea, incluida una amplia gama de sitios web de noticias independientes”, indicó Vesteinsson.

Métodos de control

El régimen usa distintas tácticas para manipular las narrativas en línea, eso incluye movilizar trolls progubernamentales y alentar a los usuarios leales de las redes sociales a acosar a las personas con puntos de vista opuestos.

“También hemos visto que las personas en el poder en Venezuela recurren a otros métodos para restringir el contenido en línea. Una serie de informes publicados durante el año pasado indican que los clientes venezolanos de una empresa de gestión de reputación pagaron a esta firma oscura para eliminar la cobertura desfavorable de estas personas de los medios de comunicación digitales”, agregó.

Una de las formas más preocupantes en que esto se desarrolla es a través del Sistema Patria. Esta es una plataforma en línea centralizada que permite a las personas acceder a servicios gubernamentales básicos clave, pero también muestra de manera destacada contenido en línea asociado con las opiniones de régimen de Nicolás Maduro.

Los funcionarios colocan ciertos temas en un sistema y ofrecen a sus usuarios ciertas bonificaciones como pagos o descuentos en sus beneficios gubernamentales si usan X (antes Twitter) para publicar sobre esos temas.

Por otro lado, Vesteinsson indicó que las personas en Venezuela que critican el poder frecuentemente enfrentan arresto por subir publicaciones en línea. “Hemos visto que todos, desde comediantes destacados y periodistas independientes hasta usuarios comunes, pueden ser llevados a la estación de policía local y sometidos a intensos interrogatorios simplemente por publicar un video en TikTok”.

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El caso de Costa Rica 

Costa Rica durante muchos años ha sido líder en Centroamérica en lo que respecta al establecimiento de salvaguardias para los derechos humanos en línea. Desafortunadamente, durante el año pasado, “hemos visto que el presidente Rodrigo Chaves y su administración han acosado a periodistas, políticos de oposición y otros críticos”, reveló el entrevistado.

“En un escándalo de alto perfil, la ministra del gobierno encargada de la Salud renunció después de que se reveló que había pagado a alguien para que se conectara a internet y acosara a periodistas de medios de comunicación que informaban críticamente sobre la mala gestión del gobierno”, precisó.

Es muy difícil entender cómo la desinformación realmente moldea las opiniones de las personas en un contexto como el de Venezuela, donde las personas pueden ser arrestadas simplemente por criticar, dijo Vesteinsson.

“También es muy difícil obtener información que contradiga las opiniones del gobierno. Entonces, existe una simple realidad: en un entorno como Venezuela, incluso alguien que desee encontrar información independiente puede no poder hacerlo y, mientras tanto, se enfrenta a presiones para autocensurarse y ocultar sus propios puntos de vista por temor a experimentar una verdadera represión por compartirlo en línea”, agregó. 

Lucha contra la desinformación

“Es fundamental que la sociedad civil internacional intervenga. Venezuela, los medios de comunicación y las organizaciones de la sociedad civil están haciendo un trabajo increíble, pero enfrentan enormes limitaciones”, dijo. 

“Aquí es donde entra en juego el trabajo en la comunidad, con organizaciones de todo el mundo, así como con organizaciones donantes y gobiernos que se inclinan a apoyar los derechos humanos puede proporcionar recursos sobre capacidad crítica, así como apoyo para evadir la censura en línea o contrarrestar campañas de desinformación”, sostuvo Vesteinsson.

El investigador de Freedom House considera que existen ejemplos actuales de prácticas de resistencia contra la desinformación y la censura en la red. En Georgia, la gente se movilizó en línea contra un peligroso proyecto de ley que habría obligado a los grupos de la sociedad civil a registrarse como agentes extranjeros si recibieran más del 20% de su financiación de organizaciones internacionales.

En Taiwán las autoridades admitieron que habían eludido el requisito de buscar supervisión judicial para los bloqueos de sitios web. Lo que es común en todos ellos es que las organizaciones de la sociedad civil trabajaron juntas, utilizando el trabajo de los medios de comunicación independientes para llevar esa información a las personas que presionaban por el cambio.

En la India, la Suprema Corte ordenó al Gobierno explicar cómo determina cuándo imponer cortes de Internet durante los exámenes escolares. Casos como estos son una oportunidad importante para aportar mayor claridad al turbio régimen de censura de esta nación.

“Los países más autoritarios del mundo buscan exportar sus modelos de control digital. Y por eso es increíblemente importante que los gobiernos democráticos y la sociedad civil internacional se asocien para construir una fuerza compensatoria”, recomendó Vesteinsson.

“Un punto de optimismo para mí cuando miro nuestra investigación sobre Venezuela y Nicaragua es que los medios de comunicación independientes con sede en la región, medios de comunicación que operan desde el exilio, continúan haciendo el trabajo crítico de exigir responsabilidades al gobierno”.

“Es posible que estos medios de comunicación no tengan su sede en Nicaragua o Venezuela, pero dependen de personas dentro de los países que todavía están haciendo el valiente trabajo de ser una fuente para que esos medios arrojen luz sobre lo que está sucediendo”, concluyó.