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Cuba, Nicaragua y Venezuela son las maquinarias autoritarias que producen mayor migración

*La migración por la deriva autoritaria es mayor que en naciones como Ucrania y Siria, donde hay guerras, señaló a Expediente Público Betilde Muñoz-Pogossian, directora del Departamento de Inclusión Social de la OEA. 

**Migrantes tienen una nueva ruta para evadir el tapón de Darién entre Colombia y Panamá: la isla de San Andrés y cercana a la costa Caribe nicaragüense. 


Expediente Público 

Cuba, Nicaragua y Venezuela se destacan en el mundo por una misma triste razón: son las naciones autoritarias de donde más escapan sus habitantes en busca de libertad y mejores oportunidades económicas. En Venezuela más de 6 millones de personas han migrado en los últimos diez años. Solo este año más de 120 mil cubanos han abandonado la isla y desde 2018, más de 200 mil nicaragüenses han dejado su país. 

La migración actual tiene una naturaleza hemisférica. Hay movimiento de personas en todo el continente donde ellas encuentran acceso a oportunidades y movilidad social. Es un fenómeno constante en todas las Américas, explicó a Expediente Público Betilde Muñoz-Pogossian, directora del Departamento de Inclusión Social de la Secretaría de Acceso a Derechos y Equidad de la Organización de Estados Americanos (OEA). 

Los tres principales flujos de migrantes son los venezolanos, los centroamericanos del Triángulo Norte (Guatemala, El Salvador y Honduras) y los nicaragüenses, señaló. 

“Sabemos que el número de venezolanos desplazados ha aumentado a 6.8 millones a octubre de 2022, lo cual coloca a la crisis venezolana como la mayor del hemisferio, superó a Siria y está al lado de la ucraniana, que es una realidad muy particular”, precisó Muñoz. 

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Nueva ruta por isla San Andrés y Nicaragua 

En 2022 unos 322 migrantes fueron deportados de San Andrés, una isla del Caribe perteneciente a Colombia, mientras intentaban llegar a Nicaragua, en su ruta a Estados Unidos, algo poco común, hasta abril y mayo de este año, cuando comenzaron a notarse llegadas de extranjeros a esa zona, reportó el 17 de septiembre la Radio Nacional colombiana.  

“Cada vez se consiguen formas más creativas de iniciar estos traslados, esta nueva realidad vía la isla de San Andrés en la frontera marina que se comparte en esta zona del Atlántico”, explicó Muñoz a Expediente Público, en el marco de las actividades paralelas a la 52 Asamblea General de la OEA en Lima, Perú. 

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Muñoz aseguró que están monitoreando el tema de esa nueva ruta de la migración, pero como es una situación reciente, desconocen qué entradas por el Caribe de Nicaragua existen y cómo se trasladan los migrantes desde ahí hacia el norte, pero algunos medios colombianos indican que hay botes que los trasladan a Bluefields, capital de la Región Autónoma de la Costa Caribe Sur. 

Las razones para la apertura de esta ruta en el tráfico de personas son «que se vienen reportando grandes riesgos que enfrentan las personas al cruzar el Darién, se vienen buscando rutas alternativas que garanticen un poco más de protección a estas personas, aunque se sabe que hay riesgos importantes en esta ruta, como andar en mar abierto”, agregó. 

El Servicio Nacional de Fronteras (Senafront) de Panamá reportó 123 muertes en el tapón de Darién, entre enero y septiembre de este año, con un total de 151,572 migrantes atravesando esta ruta, reportó Telemetro

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La triada de la expulsión de ciudadanos 

Además de Venezuela y Nicaragua, está el caso de Cuba, como uno de los países autoritarios que no por casualidad expulsan personas. “De estas alianzas no tengo mucho que decir, es un enfoque más político que mi mandato en la OEA”, indicó.  

“Monitoreando estos temas a vuelo de pájaro, desde un enfoque más regional, dependiendo de cómo se maneje la solicitud de los países”, dijo. 

Por otro lado, las autoridades de Venezuela plantean una recuperación y una política de retorno de migrantes, pero “esta narrativa de normalización de que Venezuela se está mejorando, es tumbada por los datos, en el sentido que sabemos que siguen aumentando los flujos y la gente está más dispuesta a arriesgar sus vidas por una esperanza de acceso a derechos y proveer a sus familias”, aseveró. 

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“Los datos de aumento de personas atravesando el tapón de Darién, en la frontera entre Colombia y Panamá, son muy preocupantes y se vuelve a replicar en la frontera sur entre Estados Unidos y México”, agregó. 

Desplazamiento forzado

Por eso, el enfoque de autoridades y organismos no solo es pensar lo que están haciendo los países de tránsito y de acogida, sino, “cómo resolvemos la realidad del país de origen porque siguen presente los factores de expulsión que obligan a la gente a salir”. 

Sobre la relación con naciones más tolerantes con estos regímenes autoritarios, Muñoz, consideró que “trabajamos de cerca con los gobiernos de Honduras y México a través del Marco de Integración Regional para la Protección y Soluciones (MIRPS), que atiende el tema de desplazamientos forzados”. 

Sobre la posibilidad de retorno seguro, la funcionaria indicó que es “difícil responder, es como mirar una bola de cristal y predecir el futuro, pero seguimos buenas prácticas en cuanto al retorno, como en México que en algún momento recibió retornados, con políticas centrales que son: acceso a identificación para personas, integración sociolaboral y protección social».