Sin título-2

EEUU enfoca sus prioridades en la “pandemia de la corrupción” del Triángulo Norte de Centroamérica

*Director de Fuerza de Tarea de AID para el Triángulo Norte de Centroamérica afirmó que el combate a la corrupción “es el pilar fundamental de la administración Joe Biden” en la región.

**Congresista republicana Norma Torres aseguró que Estados Unidos no puede contar con los gobernantes actuales de Honduras, El Salvador y Guatemala


Expediente Público

Estados Unidos (EE. UU.) ha enfocado su estrategia de inversión oficial hacia el Triángulo Norte de Centroamérica – Guatemala, El Salvador y Honduras- con el combate a la corrupción, el fortalecimiento de la gobernabilidad democrática y promover el Estado de Derecho, aseguró el miércoles 27 de octubre en Washington el director Ejecutivo de la Fuerza de Tarea de la Agencia de Desarrollo Internacional de EE. UU., (USAID), Michael Camilleri.

“Combatir la corrupción, fortalecer la gobernabilidad democrática y promover el Estado de Derecho es el pilar primero entre iguales”, dijo Camilleri quien participó en el foro Panorama global, tendencias y rol de la sociedad civil en la lucha contra la corrupción e impunidad en el Triángulo Norte de Centroamérica, organizado en Washington, por el Consejo Nacional Anticorrupción (CNA) de Honduras.

“El combate a la corrupción es fundamental a todo lo demás. No vamos a tener país seguro, hospitales dignos, escuelas seguras, todo eso se vuelve dificil en un ambiente de corrupción endémica”, subrayó Camilleri.

El funcionario describió lo que llamó “un compromiso histórico” de la administración Biden la intención de invertir $4 mil millones en el Triángulo Norte dirigidos a que “las personas puedan vivir dignamente, que tengan oportunidades en sus países”.

Lea además: Triángulo Norte, el aliado discreto de Ortega en Nicaragua

Camilleri aseguró que “la corrupción impide la inversión extranjera, sofoca el crecimiento económico y la creación de empleo, perpetua la exclusión y la explotación. El tema tiene que ser central en todo lo que hacemos”.

Usando cifras del CNA, Camilleri ejemplificó que en Honduras, el 12.5 % del Producto Interno Bruto (PIB) se pierde debido a la corrupción y que en 2019, el 28% de los ciudadanos pagó un soborno para acceder a un servicio público.

“La pandemia de la corrupción”

En el foro del CNA, su directora ejecutiva, la abogada Gabriela Castellanos, describió un panorama de extensa corrupción, influenciado por mafias políticas, poderes económicos y el narcotráfico en la región.

«Vivimos otra pandemia que se llama corrupción y esa enfermedad de antigua data en nuestros países centroamericanos. Este es un flagelo que aparece de manera concurrente se use o no mascarilla porque el flagelo de la corrupción no entra por la boca sino por el bolsillo”, dijo Castellanos al iniciar el foro que dura dos días.

Ella se preguntó: “¿Cuánto vale un corrupto? En nuestros países a diario despertamos con ese dolor”.

Luego se respondió: ¿Cuánto vale un corrupto? Pues vale mucho. Llevamos décadas pagando ese precio y no terminamos. Es el momento de saldar cuentas con los corruptos y que ellos nos devuelvan el país”.

La abogada hondureña explicó que “el poder económico sobre el político es el gran laboratorio de la epidemia de la corrupción”.

“La corrupción no debemos verla como un problema solo moral sino económico que arrastra todo el sistema político, liquidando el Estado de Derecho”, agregó Castellanos, quien también señaló a “funcionarios corruptos que se vinculan al narcotráfico”.

Según datos del Consejo Nacional Anticorrupción, en Honduras se pueden perder más de tres mil millones de dólares al año por la corrupción.

“Con gobiernos débiles y la justicia penal en quiebra, hay amenaza permanente para la estabilidad en Centroamérica y países vecinos”, indicó la directora del CNA.

Castellanos se refirió al enorme costo social de la corrupción que afecta la salud, educación, seguridad social, la justicia y sostuvo que “las instituciones están colapsadas” en la región.

La abogada abogó por una cultura de transparencia y corregir fallas de la justicia y sostuvo que la fuerza de tarea anticorrupción de Estados Unidos, recientemente establecida por el presidente Joe Biden, “es un esfuerzo”.

Lea también: Crisis en el Triángulo Norte opaca represión en Nicaragua para Estados Unidos

Desconfianza en los gobiernos de la región

La congresista demócrata de California, Norma Torres, de origen guatemalteco y la única legisladora centroamericana en el Congreso Federal estadounidense, también estuvo presente en el foro y aseguró que la administración Biden está más enfocada en la región que bajo el expresidente Donald Trump.

Torres fue directa sobre los gobiernos del Triángulo Norte, de los que ha sido una crítica habitual.

“No podemos contar con los gobiernos que estan en la región en este momento. No están comprometidos en avanzar, no están comprometidos en invertir en la sociedad, lo único que están comprometidos en ellos mismos, en su riqueza propia”, señaló Torres.

La congresista demandó para los tres países cortes independientes y fiscales comprometidos con la justicia y las investigaciones.

“La justicia es justicia y debe ser igual para todos”, subrayó Torres.

Herramientas más duras

La congresista Norma Torres elogió la llamada Lista Engel, que identifica a los actores políticos corruptos y antidemocráticos en la región porque “tengo que estar segura con quiénes estamos trabajando”.

Michael Camilleri, de USAID sostuvo que vendrán “herramientas más duras y sanciones del Tesoro”, como instrumentos para combatir la corrupción.

Camilleri sostuvo que la Fuerza de Tarea que dirige el Buró Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos investigará casos de corrupción en la región, pero recordó que “no va a entrar a enjuiciar todos los casos, sino que tiene que encontrar algún vínculo con Estados Unidos para juzgar. Pero tenemos que ver casos importantes”.

Pero tanto Camilleri como Torres hicieron una advertencia: “Estados Unidos no va a solucionar ese problema, eso tiene que venir de los hondureños, salvadoreños y guatemaltecos”.

Torres advirtió que desde Estados Unidos “no podemos cambiar sus gobiernos, ese es trabajo de sus ciudadanos, eso no es nuestro trabajo cambiarlos”.

Según Camilleri, el papel de Estados Unidos “solo puede ser de apoyo e impulso, pero el liderazgo tiene que venir de los propios centroamericanos”.

Puede interesarle: El Triángulo del Norte se convierte en un desafío para detener la migración a Estados Unidos

Tiempos difíciles y esperanza en la sociedad civil

Camilleri describió la región bajo “patrones no favorables”, como el desmantelamiento de comisiones internacionales que trabajaron en la región en la lucha contra la corrupción, la destitución y exilio de fiscales generales como los guatemaltecos Thelma Aldana y Francisco Sandoval, así como la persecución a la sociedad civil y prensa independiente.

“El espacio cívico se va cerrando. La libertad de prensa es cada vez más difícil, la separación de poderes empieza a erosionarse, las garantías democráticas y constitucionales son cada vez más frágiles”, subrayó Camilleri.

Sin embargo, llamó a “no ser fatalista”, elogió el papel de la sociedad civil y la prensa independiente.

“Tenemos que tener claridad cuando esas instituciones están lideradas por personas no comprometidas con los objetivos de esas instituciones. Debemos identificar y seguir trabajando con instituciones y personas que merecen nuestro apoyo”, subrayó Camilleri.

Recordó la condena de Estados Unidos sobre la destitución de los magistrados de la Sala de lo Constitucional salvadoreña y sobre el

despido del fiscal anticorrupción guatemalteco, Juan Francisco Sandoval, que obligó además a suspender la cooperación con instituciones de ambos países.

“No son acciones que tomamos gratamente, pero son acciones necesarias para poder ser responsables del dinero de los estadounidenses”, explicó.

Según Camilleri, “la lucha contra la corrupción va a ser algo integral para este gobierno (Biden) y eso va a incluir la diplomacia privada y la diplomacia pública”.

Para ello, el gobierno estadounidense seguirá trabajando en asistencia económica para fortalecer instituciones públicas cuando hay voluntad politica.

Lea además: Honduras: el país centroamericano más insatisfecho con la democracia

“Hay ejemplos en los tres paises donde se han podido fortalecer instituciones claves. La sociedad civil es clave y desafortunadamente será más clave porque se han cerrado espacios. La sociedad civil y los medios independientes se volverán medios de resilencia. Apoyarlos será cada vez más importante hasta que podamos cambiar ese contexto”, enfatizó Camilleri.

La congresista Torres también expresó que “la sociedad civil me da mucha esperanza”.

“Estamos viviendo unos días delicados, muy peligrosos asi que estamos dependiendo de que la sociedad civil haga todo lo que el gobierno no lo pueda hacer, estamos dependiendo de la prensa que hagan la labor tan difícil, es necesario que sigan trabajando y reportando los crímenes de estos gobiernos”, afirmó.